Joey Burns (Calexico): Del sur al mundo profundo Marcelo Menadiciembre 27, 2006Artículos6 comentarios Con su último disco, Garden Ruin, Calexico ha ampliado su horizonte sonoro. Ahora trabajan hasta con Gotan Project, y esperan hacerlo pronto con Manu Chao. Calexico es una banda norteamericana de Tucson, Arizona, allá en la frontera entre México y Estados Unidos. Se formó en 1996 como parte de la afinidad entre Joey Burns y John Convertino, de las bandas Giant Sand y Friends of Dean Martinez. Su música siempre se ha caracterizado por su permeabilidad con la cultura de México; últimamente, han colaborado con artistas de Europa y Latinoamérica. En Estados Unidos se está estudiando seriamente hacer un muro por la frontera de México para detener la inmigración ilegal. Calexico demuestra que, en lo musical, tener las fronteras abiertas inspira originalidad. Aquí, una entrevista con Joey Burns, el cerebro musical de Calexico, que invita a todos a cruzar la frontera, a tirarse a cruzar el río y hacer música del mundo (y no world music). —Como chileno siempre me han interesado tus colaboraciones con artistas de orígen latino, como Gotan Project… —Hace poco colaboramos con Amparanoia. Ella es una española que ha sacado varios discos desde los años noventa. Es de la escena de Madrid, ha estado metida con la onda hip hop mestizo, medio world music, onda Manu Chao. Aparece en la canción ‘Roka’, de Garden Ruin. Ella improvisa cantando sobre temas que discutimos vía email. Le mandamos las pistas, ella grabó su voz; su esposo, Muñeco, un cubano, una parte de piano. Esa colaboración fue esencial y creo que ayudó a consolidar al disco. Nosotros hacemos colaboraciones con otras bandas, pero pocas veces aparecen en nuestros propios discos, y eso fue bueno. —También han estado colaborando con gente de Nacional Records… —Nortek Collective. Me encantan. Roberto Mendoza, de Panóptica, también está en esa canción. Le mandé un email y le dije échale un vistazo a esta canción y ve si quieres ponerle un poco de poxipol. Él le metió unos efectos y ruiditos. Entonces, en una canción que trata de la inmigración y el flujo de gente, tenemos a gente de Tijuana y Barcelona metidos. —De eso se trata. Hacer un nuevo sonido para la música estadounidense. —Estamos cada vez más integrados, y creo que la internet facilita este tipo de colaboración. —¿Cómo comenzaron ha colaborar con Gotan Project? —Bueno, Phillipe Cohen-Solal me escribió un correo y nunca se lo contesté. Él había escuchado nuestras remezclas de Goldfrapp y Two Lone Swordsment, y quería que hiciéramos lo mismo con un tema de ellos. Finalmente, le respondí, porque estuvimos sin email durante la gira, y le dije: “Claro que nos encanta Gotan???. Bueno, al final hicimos esto el último día que tenían ellos para cerrar el disco. A última hora. Nosotros no somos electrónicos, pero nos gusta la electrónica. Gotan mezcla estilos e instrumentos convencionales con electrónica. De alguna manera nos sentimos similares a ellos, ya que nosotros tomamos muchas tradiciones musicales y las tocamos con una sensibilidad contemporánea. Así que en vez de cobrarles por el trabajo, les pedimos que nos remezclaran una canción llamada ‘Quattro’, que salió en unos lados B europeos. Ellos sacaron este año Lunático. ‘Amor Porteño’ tiene nuestras guitarras, bajos y guitarras. Nos hemos juntado en Francia varias veces. Son super somáticos. Eso es lo bonito de salir de gira, que uno conoce mucha gente, y encuentra nuevas oportunidades. —¿Han intentado meter algunos géneros en su música que no haya resultado bien? —En el primer disco con Touch and Go, Black Light, quería meter samples en la onda afrocubana, en el tiempo que salió Buena Vista Social Club. Los de Touch and Go fueron sinceros: nos dijeron que eso sería demasiado caro hacer para un primer disco, porque tendrían que pagar por cada sample. Entonces decidimos interpretar la música nosotros mismos. Pero en definitiva todo este trabajo ha tenido una influencia sobre lo que yo hago. Por ejemplo, grabar con Sam Beam, de Iron and Wine, en el EP In the Reins, me expuso a su forma de grabar las canciones más en un estilo convencional, con más énfasis en la voz y menos en la instrumentación. Al grabar con él, o con Neko Case, Amparanoia, Gotan, sientes incentivos para probar algo nuevo, ya sea en el estudio o en vivo. —¿Esperabas que In the Reins fuera recibido tan bien por los fans y la crítica? —Era difícil saber. No sabía qué esperar. Solamente sabíamos que lo pasamos bien en el estudio así que por qué no le iba a gustar a la gente. —Lo que no me queda claro es cuándo grabaron Garden Ruin si habían grabado con Iron and Wine y tuvieron que salir de gira… —Hemos estados bien ocupados, así que intercalamos ambos proyectos. Después del South by Southwest Festival (SXSW) de 2005 agarramos nuestras cosas y partimos a Bisbee, Arizona, un pueblo minero cerca de Tucson. Unos amigos trabajaban en un restorán con un piso desocupado, y ensayamos ahí por una semana. Grabamos un poquito a la semana siguiente. Luego salimos de gira con Iron and Wine y volvimos a ensayar y luego a grabar. Entre todo, nos hicimos el tiempo para poder terminar el disco. —He escuchado que Bisbee, Arizona, no tiene buena recepción de celular, y que eso es bueno para la creatividad. —Eso fue una bendición. Nos ayudó mucho, porque yo tengo un Blackberry. Dejar el aparato por una semana fue como irse de vacaciones por un mes. En este disco tuvimos un productor externo llamado JD Foster, quien ha trabajado con Laura Cantrel, Richard Buckner y otros. Toca bajo para Patty Griffin. Es un personaje. Lo más importante es que nos llevamos bien. Si la onda está buena, la música también lo es. —Una de las canciones de Feast of Wire aparece en la película Collateral: ‘Güero Canelo’, en honor a un restoran de Tucson. ¿Tienen otras colaboraciones cinematográficas por delante? —Nos piden mucho. Crossing the Heart, con Efrén Ramírez, que hace de mexicano en Napoleon Dynamite, con Kris Kristofferson. También aparecimos en el trailer de Elizabethtown o Intolerable Cruelty. Nos gusta que gente que no nos conozca se exponga a nosotros por este medio. —Y claramente ustedes tienen un sonido cinematográfico, y son representativos de un Estados Unidos al que alguna gente le tiene miedo. El sudoeste y California tienen una composición completamente distinta al midwest. —Así es. Pero ya está pasando y no se puede evitar. Lo que hace que este país sea exitoso es su diversidad. No se puede esperar que nada cambie. Siempre habrá respeto por las tradiciones, ya sean alemanas, irlandesas, mexicanas, brasileras o chilenas. La gente tiene cierto orgullo de donde vienen, y eso no tiene nada de malo. Estados Unidos es una mezcla, y esto pasa en todo el mundo, como en Alemania, Francia o España. Hay mucha inmigración y esto es natural. Yo no entiendo que haya tanta animosidad y resentimiento. Creo que una de las formas de aceptar y entender a las otras culturas es mediante el arte. Y la literatura, cine y música son medios importantes para eso. Al exponerme a otras culturas, generalmente termino creyendo que somos más parecidos que distintos. No es la gran novedad lo que digo, pero me interesa comentar esto en vista del creciente interés de los medios de comunicación con respecto a este tema. —¿Tu música está más política hoy? —Bueno, por las tensiones que se han generado, por las mentiras que se han dicho. Sentimos que nos están metiendo en una guerra que no se siente bien. Por eso cuestionamos lo que se nos presenta porque es nuestra responsabilidad como comunicadores. Es algo necesario porque los medios no están presentando la verdad sobre temas como la guerra o inmigración. Se están escondiendo los verdaderos temas importantes por cosas superficiales, como choques o raptos. —Te da miedo meterte mucho en política. —No quiero escuchar música panfletera. No hacemos eso. Lo que hacemos se refleja en un nivel más personal y poético. Nuestras emociones apelan a lo individual y no a una causa colectiva. Eso es mejor y más interesante. En la historia del arte siempre han estado interlazados con los eventos externos, que son imposibles ignorar, como las guerras civiles, mundiales y lo puedes ver en la pintura, poesía o danza. Son cosas que influencian a los artistas por un período, pero no significa que tengan que continuar tratando el tema toda la vida. Como músicos tratamos de mezclar todos los puntos de vista. Como banda tenemos a Jacob, que es de Tucson, con una madre de Portugal, y con su padre de un pueblo del norte de Mexico. Yo nací en Montreal y crecí en California. Paul es de Nashville. Martin vive en Berlin. Volker es de un pueblo universitario de Alemania, y nuestro sonidista es de Holanda. Cuando tienes a toda esta gente metidas en una van por diez horas al día., terminas hablando de muchas cosas. Y tener esa perspectiva influenció a este disco. —Viajar te ayuda a ampliar tu perspectiva. —Claro, y cuando voy a Europa me preguntan por qué tan pocos gringos viajan a Europa, y no tengo respuesta. No sé por qué sólo 20% de los norteamericanos tienen pasaporte. Porque cuando sales a otro país, cuando tienes otro idioma, comida, abres tu mente. —¿Han tenido oportunidades de tocar en Sudamérica? —No ha aparecido una oportunidad desde que tuvimos una oferta en el 2000. Nuestro agente internacional es el mismo que Lambchop, y siempre lo ando molestando para que nos arme una gira por Sudamérica, ya que Lambchop tuvo una. Ellos volvieron contando lo bien que lo pasaron, y nosotros nos quedamos con ganas de ir. Me encantaría. Quizás podemos armar algo con Gotán. Ahora nos queda una gira en Estados Unidos y en Europa. Vamos a partir con Iron and Wine y con Salvador Durán, quien hace la voz principal de ‘He lays in the rains’. —Ese tema es totalmente distinto al resto del disco. —Es que él hace un estilo tradicional huasteco y guapango. Se viste en forma tradicional y zapatea arriba de una plataforma percursiva. A la gente del Este de Estados Unidos le encantó, así que esperamos que a los Europeos les guste aún más. Lo otro es Lollapalooza, donde esperamos conocer a Manu Chao. —¿Alguna vez van a tocar con Manu Chao? —Bueno, Amparanoia es amiga y dice que él nos ha escuchado, y que le gusta lo que hacemos. Así que tenemos la esperanza de alguna vez mandarle unas pistas y colaborar, y quizás conocerlo durante Lollapalooza. —Bueno, claro que tiene que conocerlo, ya que tienen muchas cosas afines. —Él es claramente uno de mis cinco artistas favoritos de todos los tiempos. Escucha la entrevista a Joey Burns de Calexico: [audio:http://www.sesioneskrui.com/interviews/calexico.mp3]