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“Bombas cayendo desde cualquier lugar, balas volando, aunque de algún modo siga siendo algo realmente bello???. ¿Panorama de guerra de alguna épica opulenta de Spielberg, o de su colega ultra-nacionalista, Clint Eastwood? No, no, no; palabras de desconcierto y asombro de Dan Bejar para referirse a Swan Lake, afilado triángulo que reúne a Carey Mercer (Frog Eyes), Spencer Krug (Wolf Parade, Sunset Rubdown) y, claro, al propio Bejar (Destroyer, también miembro de The New Pornographers). Suena a trabalenguas. Como sus canciones: zizgagueantes, confusas, explosivas, y también beatíficas, simples. Todo eso combina Beast Moans, la ópera prima de este combo canadiense que no escatima en riesgos ni asperezas.

Para aumentar un poquito la confusión, les cuento que esta entrevista estaba dirigida originalmente a Carey Mercer. Pero los enigmáticos cruces de la red- y la gentileza de Secretly Canadian- cambiaron el foco hacia Dan Bejar, quien deja entrever su filosofía musical y la de sus amigos en esta cordial conversación. Por cierto, entrevistar a cualquiera de estos tres músicos es un fabuloso regalo de la red mundial. Y no estoy bromeando.

Ustedes son amigos muy cercanos. ¿Cómo se conocieron entre ustedes? ¿Suelen pasar juntos el tiempo libre?
Viví con Spencer en Vancouver a mediados de los noventa. Conocí a Carey un poco después, mientras era fan de su vieja banda Blue Pine. Todos vivimos repartidos por el mundo, y por eso nos vemos menos de lo que me gustaría…

También han estado tocando juntos hace mucho tiempo, cooperando entre sus distintos proyectos. ¿Cuáles fueron sus principales motivaciones para dar vida a un nuevo grupo, Swan Lake?
Una excusa para hacer cosas juntos… Y porque sabía que resultaría bien, y que sería algo completamente diferente de lo que yo sería capaz de reunir. Y porque el mundo parecía preparado para ello…

¿Y qué fue lo que más disfrutaste en la creación de ‘Beast Moans’?
Enchufarme en la audición de Carey (quien tiene la guitarra más horrible) y rasguear en una sección de guitarra que se escucha apenas en la grabación. Eso, y algunas de las voces de apoyo, que fueron muy entretenidas de cantar. También el trabajo de pases vocales que hice con Spencer en ‘The Partisan’… Y todo lo demás que pude apreciar al escuchar la grabación completa.

Cuéntame de las sesiones de grabación ¿Cuánto control tuvieron de sus enrevesadas emociones?
Logré mantener mis emociones en constante revisión, más allá de que algunas tomas vocales en ‘Shooting rockets’ fueron “controladas???, una palabra que no sería la más exacta para describir las sesiones de grabación… Todo esto debe ser dicho a partir de mi participación, que más allá de cantar y agregar guitarras acústicas en algunas canciones, fue bastante mínima, de modo que fue fácil mantener cierta distancia

Muchas canciones están marcadas por el fuerte sello autoral de ustedes, hay adaptaciones y cambios de peso entre cada canción. ¿Fue un modo de balancear sus diferencias?
Creo que cada uno de nosotros somos cantautores muy diferentes, estoy seguro de eso. Y esa oposición siempre trae resultados, sin importar lo que pase.

¿No sintieron la presión de ser una de banda de súper-talentos?

No, no me preocupa lo que puedan pensar los fans o los periodistas musicales. Estoy muy orgulloso de nuestro disco, es muy simple.

‘Beast Moans’ es muy inquieto, y una razón de peso es que escuchamos muchos sonidos diferentes. ¿Ustedes tres tocaron todos los instrumentos? ¿Cuán difícil fue hacer la mezcla?
Sí, Carey y Spencer grabaron todo… Cuando escucho el álbum, todavía no hace mucho sentido para mí. La forma en que está mezclado es como si alguien estuviese siendo atacado, tú sabes, bombas cayendo desde cualquier lugar, balas volando, aunque de algún modo siga siendo algo realmente bello.

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¿Cuáles son los límites de la perversión musical en sus canciones?
Nunca he pensado en las canciones de Swan Lake como algo perverso… No creo que nada maligno ocurra en ellas…

La palabra nubile (núbil, en español) se refiere a las personas en edad de contraer matrimonio; su canción ‘Nubile Days’ se refiere a una vida sin ataduras, con un espíritu infantil, alegre, de cantar sin insignias en las alas. ¿Cuán importante es la libertad en sus canciones?
Esta canción es de Spencer, pero voy a responder por él, diciendo que la libertad es lo más importante en cualquier canción. Y no estoy bromeando.

Hay momentos hermosos y luminosos en este álbum con una retro-alimentación única de sus destrezas. Por cierto, estos momentos están marcados por una pasión religiosa muy subterránea. ¿Qué experiencias han marcado esta identificación religiosa en sus canciones?
Yo acumulo el poder de tradición, de la iconografía, la liturgia, aunque no sepa mucho de estas cosas… Creo que mis compañeros sienten algo similar.

En este viaje, muchos rincones oscuros atrapan al auditor con una sensación sofocante y drogada; entonces emerge ‘A venue called Rubella’, llena de humor, como una fiesta borracha y en cámara lenta durante los setenta. ¿Recuerdas alguna historia en particular sobre esta canción?
Me gustaría describir tres o cuatro situaciones en detalle. Una fiesta setentera borracha y pausada es siempre un tema musical y lírico muy bueno. Me gusta la forma en que esa canción suena amenazante y bufonesca al mismo tiempo. Y me gustan mucho las canciones que toman la forma de singalongs en el final –en esta canción, coros repetitivos sobre una sola frase, ‘A venue called rubella’.

¿Te sientes conectado con cantautores “recientes??? como Jeff Mangum, de Neutral Milk Hotel?
Por supuesto, a pesar de que Jeff no haya lanzado nada en nueve años.

¿Qué otros músicos son importantes para ti?
De mi generación: Plush, Azita, Cass McCombs, y algunos otros.

¿Cuáles son tus expectativas con Swan Lake?

Buenos tiempos y respeto.