Chromeo, Capital Cities, Tiger & Woods y Mecánico
Jueves 17 de mayo
Aniversario Fauna en Centro de Eventos Chimkowe

Fotos por Rodrigo Ferrrari

La pregunta rondó en las redes sociales: ¿por qué alguien querría ir a Chromeo la misma noche que Mogwai se presentaba en nuestro país? Comparados con los de los escoceses, los méritos de la dupla canadiense quedaban cortos. Aunque, seamos sinceros, poner en el mismo plano a Chromeo con Mogwai, era como mezclar peras con… lechugas: estilos distintos, actitudes distintas, ¡públicos distintos! Sin embargo, ahí estuvieron las opiniones desinformadas, las múltiples descalificaciones cruzadas y muchos malos chistes. Y es que el cotilleo, para bien o para mal, puede predisponer el ánimo de la asistencia.

O no.

El Centro de Eventos Chimkowe, ubicado a un costado de la Municipalidad de Peñalolén, no era el lugar más apto para este tipo de velada: es tanto un centro de eventos como un gimnasio. Amplio y cómodo pero, a una cuadra del lugar, todo se escuchaba muy fuerte. En el interior, la situación no mejoró: al no tener ningún tipo de aislación, cualquier sonido emitido desde el escenario, reverberaba diez veces. A veces, estos hechos, merman el estado de ánimo, las ganas de quedarse en el lugar se esfuman y dan ganas de partir corriendo.

A veces.

Un par de horas antes del show de Chromeo se presentaron los nacionales Mecánico. La insistencia de Club Fauna en colarlos en gran parte de sus shows es incomprensible: aunque lo intenten, Mecánico no será la next big thing chilena y su frágil propuesta, un synth-pop post-adolescente insulso (¡y en inglés!), hace agua por todos lados.

Cosa similar ocurrió con Capital Cities: con dos singles rotando en algunas radios nacionales y solo un EP de cinco canciones recientemente editado, es difícil saber si tenían las credenciales necesarias para ser uno de los platos de fondo del tercer aniversario de Club Fauna. De no ser por esa refrescante reversión del “Holiday” de Madonna con que cerraron su presentación, lo de Capital Cities bien pudo pasar a la categoría de anecdótico. Con esto como antecedente, y más allá de la gran concurrencia de público, la jornada parecía venirse a pique, al menos en lo artístico.

Sí, parecía. En condicional, por cierto.

Aunque a algunos les indigne, lo cierto es que Chromeo no es una banda del montón. Construyen su presentación en base a hits y los desarrollan con un entusiasmo poco común. Hacen participar al público en todo momento, juegan con sus instrumentos y parodian, con mucha gracia, todos los clichés de la música popular: los solos de guitarra, el uso del talkbox o las coreografías sincronizadas.

Además, deslizan, sin pudor alguno, más de un homenaje (algunos explícitos, como en el caso de Dire Straits y otros implícitos como en el caso Zapp & Roger y el siempre omnipresente Michael Jackson). Todavía más: aunque tuvieron el peor sonido de la noche, la dupla canadiense suplió todo con su enorme carisma. Los aplausos, los gritos de admiración y los infinitos pasos de baile que el público les dedicó, fueron más que merecidos.

Lo de Tiger & Woods, elegante y sólido, bien se merecía otro escenario y otro contexto. Porque si lo de Fauna era un aniversario, lo suyo no parecía para fin de fiesta. Bajo el efecto de alguna droga y cerrando una calurosa tarde de verano, el future boogie de la dupla, habría tenido mucho más sentido que en una fría madrugada de otoño. A fin de cuentas, al término de un cumpleaños, lo que uno espera es gente borracha, contenta y excitada, y no tapada en un enorme abrigo, peleándose por un taxi que, más encima, cobra el doble de lo que debería.

Puedes revisar la galería completa, con fotos de Rodrigo Ferrari, acá o en nuestro Facebook.