Mientras muchos esperan Lollapalooza para despedir un siempre caótico y abultado marzo, la industria de la música sigue girando sus engranajes que nos traen de tanto en tanto buenas nuevas para nuestros oídos.

Esta vez queremos presentarles a los argentinos de The Fear Of Being Offline, banda oriunda de la localidad de Ingeniero Maschwitz, que el pasado 23 de marzo lanzó su primer EP –bajo el mismo nombre de la agrupación- en todas las plataformas musicales.

Desentendiéndose de gran parte de la vorágine musical de estos días, más ligada a ritmos pegajosos festivos o a agradables melodías dignas de atardeceres, FOBO (The Fear Of Being Offline) ofrece en su ADN novedosas rítmicas de gran calidad que nos trasladan hacia lo más profundo de la noche citadina.

Buscando recuperar lo mejor del trip hop de los 90’, la banda toma elementos de distintos géneros como el jazz, rock y hip hop para entregarnos como resultado cinco canciones de una sonoridad difícil de conseguir en el mercado actual, que rompe con varios paradigmas de la “cultura del hit” en la que muchos se ven inmersos hoy en día.

20 minutos de envolventes líneas de bajo que, alimentadas por sutiles riffs de guitarras, scratches y percusiones jazzistas, dejan al oyente frente a piezas musicales que destacan por la correcta y sobria utilización de cada uno de sus recursos, sabiendo evitar el común error de sobrecargar las canciones de éstos. La línea instrumental, que logra comulgar de manera perfecta entre track y track a lo largo del EP, se ve muy bien complementada con líricas simples, acotadas y sutilmente repetitivas, a través de la más-que-interesante voz de Michel Harvey y la participación de uno de los líderes de la banda, Skay Parnes. Comenzando con “An Introduction to the FOBO”, el álbum nos sitúa en melodías y cambios de ritmos bastante diferentes a lo que venimos escuchando, avanzando como una historia en la que cada tema es un capítulo cronológicamente ordenado, alcanzando su clímax en “Walkin’”, para después bajar al desenlace con “Coolest girl in town” y culminar con la destacable “Sixty four”, donde el juego entre scratches, keys y voces es para agudizar el oído y disfrutar.

Influidos por bandas como Portishead, Gorillaz, AIR, King Krule, y Archive, entre otros, FOBO comenzó como un proyecto entre el dúo Skay Parnes (21) y Nacho Galván (19), quienes comenzaron creando maquetas para un primer material discográfico, al cual se le fueron sumando distintas participaciones que llevaron a la formación actual de la agrupación, con Michel Harvey (23) a cargo de las voces, Pablo Quintas (31) de los scratches, y Caetano Parnes (17) de la percusión, a quienes se suman las participaciones de Facundo Pacciani y Joaquín Peduzzi en tareas de producción y sintetizadores.

Un disco para escuchar de principio a fin sin saltos, donde cada una de las canciones forman parte esencial de un todo que, si bien es un primer adelanto, deja expectativas muy altas de lo que puede venir más adelante. Algo distinto para escuchar, algo bueno para disfrutar.