Atención con: Makoto Kino Matías Calvonoviembre 28, 2016Atención con...1 comentario Proveniente de las tierras aztecas -específicamente del DF- aterriza Eternal Loss (2016), disco de Francisco Cabrera Celio, aka Makoto Kino. Con influencias declaradas como Rites Wild, Holly Herndon, Vektroid, Not Not Fun y Beer On The Rug -entre otros- llega para presentar lo que es su primera creación bajo este pseudónimo. Con anteriores proyectos como Ladatel, con el que en 2012 sacó un disco de vaporwave llamado Recuerdo Futuro, y Synths, otro proyecto de chillwave y trap que vio la luz en 2013, Francisco ha sabido inspeccionar en el mundillo de la música independiente. Desde ese entonces, se centró en la creación de un nuevo larga duración, bajo un nuevo alias. Tras dos años de composición, y otros dos de mezcla y máster, el proyecto –que se mantuvo en completo secreto- quedó finalizado el pasado 2 de noviembre. Alrededor de una hora de beats y melodías minimalistas y pegadas que cuentan con la sofisticación necesaria como para no mezclarse ni confundirse con esa electrónica “al palo” que tanta audiencia ha reclutado últimamente. Un punto medio entre lo que sería la delicadeza pura de AIR y el dogmatismo minimalista de Ellen Allien, para finalizar con un sorprendente –y totalmente inesperado- homenaje a Luis Miguel en “Distant Crow”, quizás la única canción que rompe con la estructura del disco. Esta es quizás la experiencia más parecida a lo que podría ser desdoblarse a través de la música. Suena extraño pero lo es, y es justamente eso lo que lo hace atractivo (y no por eso fácil de digerir). Aún sin fechas en vivo (vendrán en 2017), cuesta no llenarse de curiosidad y expectativa para lo que será la puesta en escena del show. Un arma de doble filo, de eso no hay dudas, pero que si se logra encarar de la forma que lo exige el disco, puede ser un lujo de proporciones. No esperes un disco fácil, ni busques en éste el hit del verano, porque nada de eso vas a encontrar. En su lugar, ármate de paciencia, ponte cómodo y agudiza el oído. Eternal Loss by Makoto Kino