Sonido entrándote en la cabeza y en el cuerpo. La mejor manera de abordar el contagioso y bailable debut de Pablo Díaz-Reixa, músico español que ha dejado volar su imaginación (y sus imaginarios) bajo las alas revoltosas de un águila pescadora de las islas Canarias, El Guincho. Su primer elepé, Alegranza (Discoteca Océano, 2008) es una juguera de sonidos que dispara cócteles exóticos de punta a cabo. Un disco luminoso, atrevido y desprejuiciado al montar “porciones de sonido” del mundo para crear la banda sonora de un verano sin bajadas.

Ciudad de origen: Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias)
Integrantes: Pablo Díaz-Reixa
Ocupaciones: Música
Estudios Musicales: Ninguno
Otros proyectos: Coconot, Albaialeix
Discos editados:
Coconot – Novo Tropicalismo Errado (2006)
El Guincho – Folías (2007)
El Guincho – Alegranza (2007)

¿Cómo nació la idea de El Guincho?
Tenía una idea en la cabeza que no podía sacar con el grupo así que decidí tirar hacia delante yo solo. Llevaba poco más de un año estudiando por mi cuenta las músicas que se han dado en las islas alrededor del mundo y viendo cómo se podían conjuntar todas a partir de una coincidencia en las tonalidades mayores. También la forma que toman las canciones de celebración en esos territorios, una cosa que me resultaba muy curiosa porque en su mayoría se tratan de pueblos con un pasado colonial muy fuerte, pero que habían enfocado su música de reunión hacia la fiesta y la alegría , no tanto hacia la pena. Éste fue el punto de partida, al que luego le sumé un método de mezclar sampleados con instrumentos acústicos en el que me metí gracias a los discos de J Dilla.

¿Hace cuánto tiempo venías explorando con esta forma de hacer música electrónica?
En realidad desde hace unos 5 años, cuando llegué a Barcelona. Comencé a montar cosas tiradas hacia el hip hop de ordenador, supongo que como cualquier otro chico de mi edad, pero las mantenía en secreto guardadas porque me daba vergüenza mostrarlas. Luego al año siguiente comenzamos un proyecto de hip hop con un amigo, en la casa que teníamos en el barrio del Raval. Ahí me familiaricé más con estructurar canciones a partir de la repetición de pequeñas porciones de sonido. Era un grupo medio de broma, a veces rimando sobre una canción entera, en plan de esas demos de grime que te encuentras ripeadas en la red. Pero ahora me doy cuenta que aprendí mucho y que me ha servido después a la hora de colocar sonidos de fuentes totalmente diferentes en un mismo patrón.

¿Podrías contarnos cómo fue creado este disco?
A finales de julio me propuse escribir unas canciones que recogieran todo lo que te explicaba sobre las músicas de isla, sumarle una producción de disco de exótica tipo Attilo Mineo, Martin Denny, Esquivel, etc., e intentar reflejar un momento muy feliz que estaba viviendo. Inventé 9 canciones y las grabé con mi amigo Sergio (músico de Anticonceptivas y Thelemáticos) durante 3 días. Me llevé los masters conmigo de vacaciones a Gran Canaria y vi que sólo me gustaban realmente 5 canciones. Compuse otras 4 en la isla y a la vuelta, en septiembre, las grabé de nuevo con Sergio durante un solo día. Luego las masterizamos y Félix Ruiz (promoción y management de Discoteca Océano) sacó el disco en su nuevo sello, a principios de diciembre.

¿Qué fue lo que más disfrutaste en la creación de este disco?
Disfruté mucho al ver que una idea que funcionaba de una forma muy abstracta en mi cabeza se convirtiera en realidad, en un sonido reconocible. Fue muy emocionante. De todos modos, creo que aún puedo explorarlo mucho más y realmente lo que suena sigue sin ser 100% lo que hay en mis oídos por la noche, antes de irme a dormir.

¿Cómo presentas tus canciones en vivo?
Cambia un poco la idea. En directo se parece más a una sesión de dj. Una hora, hora y media de sonido con vocación de fiesta. Estructuro el concierto a partir de las canciones del disco y otras nuevas un poco distintas que he ido haciendo, basando el orden en una evolución natural del tempo muy sencilla. De menos a más beats por minuto.

Tus canciones dan ganas de bailar en una fiesta trance y, otras, de hundirse solitariamente en los loops repetitivos ¿Cuál es el contexto ideal para escuchar tus canciones?
Vaya, no sabría decirte. Creo que es un disco que se disfruta en auriculares. Que te dé esa sensación de ir en tren por mundos desconocidos. O mundos que crees que ya has vivido pero no sabrías bien dónde situarlos en un mapa de la Tierra. Es algo muy de disco de exótica y en el fondo, si le quitases los beats gordos y un poco de grave, podrías ponerlo de fondo para un cocktel en el que se pueda bailar un poco. En directo es cierto que es muy distinto y se acerca casi a una rave. Está directamente enfocado al club pero de alguna manera esa versatilidad creo que es bastante interesante. Al menos, mis discos favoritos son los que puedes disfrutar en la intimidad y a la vez pincharlos orgulloso en una fiesta para todos tus amigos.

De los múltiples referentes que respiran en tu música ¿Cuáles fueron los principales estilos que guiaron la composición?
Armonías de calypso y rock steady, claves de orquesta cubana, colectivos de pop africano, doo wop, la psicodelía de Tropicália, las producciones de exótica y el space-age pop añadiéndole formas bien de pop, pero con estructura totalmente simétrica (como en Palmitos Park), bien de house o electrónica ambiental (sin estrofa-estribillo, sólo partes que se repiten en sí mismas, pero no vuelven a aparecer en la canción, como en Antillas) o bien canciones sin tanta repetición pero con 4 o 5 partes diferentes que van subdividiendo los compases y acelerando sutilmente el tempo (como en Costa Paraíso).

¿Cómo nace tu gusto por los géneros más clásicos, como la tropicalia o los ritmos africanos?
Yo nací en las Islas Canarias, así que por suerte siempre tuve esos sonidos más cerca y ahora veo que afortunadamente me educaron el oído para apreciarlos sin prejuicio. De todos modos, los recortes más viejos del disco vienen de antes que se produjeran esas músicas. Hay cosas de calypso de finales de los 30, principio de los 40 toda esa época con Attila The Hun, Macbeth The Great, The Roaring Lion, etc. O grupos vocales/doo wop de aproximadamente la misma época como The Falcons o The Four Freshmen. Los estilos a las que haces referencia y que aproveché para Alegranza están más relacionadas con las canciones de finales de los 60 y entrados los 70.

¿Podrías nombrar cinco discos influyentes para ti?
Milton Nascimento y Lô Borges – Clube da Esquina
Los Zafiros – Bossa Cubana
The Tornados – Telstar
Martin Denny – Exótica
Los Gofiones – Los Gofiones
Luego, casi cualquiera de entre los primeros diez de Caetano Veloso.

Nuestra cultura contemporánea se ha caracterizado por el uso y, también abuso, de lo viejo en favor de lo nuevo. ¿Cuál es tu sello personal al abordar texturas, sonidos y estilos de otros autores?
Pues no lo sé. Nunca me he planteado hacer música en esos términos. Quiero decir, en términos de cuál es mi sello personal o qué es lo que puedo legar a la historia de la música, nada por el estilo. Hice unas canciones porque tenía esa necesidad, sacar algo que estaba dentro de mi cabeza fruto de una inquietud y apoyada un poco por la investigación que te comentaba antes. Todo lo que ha venido después lo he tomado con felicidad, pero sin grandes aspiraciones. Incluso, si el recibimiento empezara ser mayor, pero eso implica perder toda la calma que sentía haciendo este disco, creo que perdería bastante del sentido.

¿De qué manera se refleja tu forma de vivir en tu música?
En todo. Creo que tú música es un reflejo de tu vida siempre. Y más en proyectos individuales. Si no hay peligro en tu vida no puede haberlo en tu música. Puedes generar un peligro de mentira, pero creo que esas cosas se notan. En períodos de paz, al menos en mi casa, he tirado más hacia el pop. Lo digo porque no es que haya hecho siempre pop. Ahora tengo ganas de cantar y de bailar. Entra luz por la ventana y se trata de eso. Capturar esa luz e intentar guardar un poco para las canciones, conservarlas ahí dentro, en 3 minutos.

Dentro de los músicos que abordan la composición musical desde el collage libre, Panda Bear es uno de los más cercanos a ti, en el sonido y la manera de montar los patrones. ¿Cómo ha influido su música en ti? ¿Qué otros proyectos actuales llaman tu atención?
Creo que todas las comparaciones que están saliendo tipo Panda, Avalanches, Disco Inferno o The Books que he leído por ahí, se refieren más a una similitud en el método y quizá no tanto en el fondo. En otras palabras, que usamos herramientas parecidas pero cada uno para un propósito distinto.

Me parece que el disco de Panda Bear es mucho más delicado. Los beats están diluidos y emana una sensación de tranquilidad dentro de todo, una tranquilidad muy buena y soleada. En Alegranza los ritmos son bastante más fuertes, tiene un componente de baile/celebración muy pronunciado y salvo en un apunte muy pequeño no hay nada en tonalidad menor. Los sampleados vienen de otros lugares del planeta, cubren diferentes tradiciones y la producción en términos de cómo se reparten los sonidos en el espacio también dista bastante.

Con este tipo de comparaciones siempre sale perdiendo el que escucha. Si a ti te dicen que una música nueva se acerca a los parámetros de algún artista favorito tuyo, o simplemente alguien que te gusta, cuando llega el momento de plantarte delante de la canción nueva, puede ser muy decepcionante si la descripción que te hicieron no estaba muy afinada. La música hay que tomarla como música, el sonido, lo que disparan unos altavoces en una habitación. No dejarse adoctrinar por el precedente de una persona que, si te la crees, puede marcar casi para siempre tu experiencia personal con una canción. Que sean tus sensaciones quienes decidan, sin filtrar. Sonido entrándote en la cabeza y en el cuerpo.

Sobre grupos más actuales, hace poco hemos firmado una licencia con Mistletone Records, y buscando por las referencias que sacaban, todas muy buenas, descubrí Bachelorette. Me encanta una canción que tienen llamada “A Lifetime???. He estado enganchado bastante con High Places también. Y Telepathe. ¡Estos son los que recuerdo ahora! Lo que escucho más últimamente y de forma obsesiva es el single Treehouse/School Bell de Indian Ocean. La producción es tan perfecta y a la vez bonita, la estructura como de baile pero insólita.

Tu debut ha tenido una amplia cobertura de medios, no sólo locales, sino de webs angloparlantes (Drowned in Sound, Pitchfork). ¿Esperabas una respuesta semejante?
La verdad es que no. No tenía ninguna pretensión con este disco. No esperaba ninguna de las respuestas, no sólo las internacionales. Bueno, creía que me habían quedado bien las canciones, tenía esa sensación de que la música que sonaba se acercaba un poco por primera vez a lo que tengo en la cabeza. Aún soy incapaz de lograr que las cosas se conjunten lo suficiente, pero lo seguiré intentando y, poco a poco, quizás consiga acercarme más.

Creo que Alegranza es un debut bastante afianzado en su sonido. ¿Cómo proyectas tu música?
No lo sé. Nunca había pensado que tuviera un sonido afianzado. Me parece más bien lo contrario, una suerte o algo así. Ahora lo que más sentido tiene para mí es engordar los bajos, llevarlo más hacia el club o a la fiesta, el festival. Quizás eso. Tengo por seguro que de aquí a poco me apetecerá coger otra vez algún instrumento, no sé si de cuerda. Tal vez de metal. O igual no. ¡Soy muy malo para las predicciones!

http://www.myspace.com/elguincho