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Cultivando una independencia estética y dejando de lado intentos de falso virtuosismo, Gipsy Lovers es el proyecto iniciado por Cristián Elizalde y seguido por sus camaradas del colectivo MadHouse, que agrupa diferentes proyectos musicales y de arte callejero. Con su novia de la mano compositiva, Elizalde transforma la desaprensión por las etiquetas formales en música que acampa en diferentes parajes con sonidos nómades. Un proyecto donde lo importante no es otra cosa que pasarlo bien.

Ciudad de origen: Santiago (Chile)
Integrantes: Cristian Elizalde
Ocupación: Artista visual
Sitio oficial: myspace.com/gipsylovers

¿Cómo empieza Gipsy Lovers?
Empecé la primavera pasada, cuando tenía como taller una casa grande con un jardín increíble. En las tardes siempre llegaban amigos, nos íbamos al patio y tocábamos canciones, jugando a lo que saliera. Justo en esa época yo me iba de viaje, muchos de mis amigos también y otros venían llegando, entonces me dio con la cosa gitana y tocábamos con esa idea en la cabeza. Por eso Gipsy Lovers es un colectivo: una excusa para juntarme a tocar mis canciones con distintas personas.

¿Cómo definirías tu sonido?
Es difícil. Cuando tocábamos en el jardín, era con guitarras de palo, flautas y melódicas, nada de teclados ni computadores. El sonido no tiene que ver solamente con factores musicales, sino que va muy ligado a factores ambientales y sociales. Gipsy Lovers es un proyecto que se va desencadenando. Ahora estoy haciendo una onda más electrónica, pero no me cierro a incorporar nuevos sonidos, no sé…trompetas o lo que sea. Como es invierno, estoy más encerrado, entonces me pongo a hacer cosas con el teclado. Pero eso es ahora, después no tengo idea.

¿Por qué cantas algunos temas en inglés?
No sé, en ese momento se me dio más fácil. También hago canciones en español. Esas las hice más por jugar, porque era divertido. Mi inglés es muy básico, entonces era medio irónico. También las letras son chistosas.

¿Por dónde van tus influencias?
Mi primera y gran influencia fue un tío, Rafael Elizalde, un cantautor que editó un disco el año 86 u 87, que era guitarra de palo y voz. Ese cassette lo escuché durante mucho tiempo y es mi principal referente. Después escuché de todo: punk, hip-hop y, ahora, electrónica. Pero nunca dejo de escuchar cosas nuevas y así también voy experimentando. Pienso que cómo van las cosas en el mundo, al final lo único que va a quedar va a ser la guitarra y percusiones. Pero no tengo prejuicios con la música electronica ni con usar máquinas para componer

¿Cómo es tu proceso de composición?
Por lo general, me imagino una melodía y después hago la guitarra, aunque a veces me gusta un acorde, lo toco mil veces y se me van ocurriendo las letras. Y en las piezas electrónicas, voy grabando cosas que improviso hasta que algo me gusta y ahí voy agregando sonidos. En eso no tengo complejos: me gusta mezclar y ese es el carácter nómade de Gipsy Lovers. No planifico con una Carta Gantt. Me gusta la libertad de hacer lo que quiera.

¿Quiénes participan en Gipsy Lovers?
En MadHouse hay varios que tienen sus grupos y yo también participo en los de ellos, así que todos nos ayudamos. Y los que más participan, además de la Ale –mi polola-, son Cucho (Plastik Indians), Sebastián Román (Rusty James) y varios amigos que andan por ahí.