no2.jpg

Endulzando la tonada campestre con sonidos pop, Milton Mahan –integrante del dúo Dënver– emprende su proyecto en solitario bajo el nombre de Nueva Orleáns, donde fusiona los registros del folclore con un envoltorio de algodón y sutilezas. Lejos del pop fundamentalista de su banda, tampoco se distancia tan drásticamente de esas formas para plasmar canciones campestres marcadas por líricas que refrescan la crudeza de los paisajes rurales.

Ciudad de origen: San Felipe
Integrantes: Milton Mahan
Ocupación: Estudiante tecnología en sonido
Web: myspace.com/losnuevaorleans

¿Cómo surge la idea de Nueva Orleáns?
Cuando llega a mis manos La tonada: testimonios para el futuro, un trabajo de investigación realizado por Margot Loyola. Hoy me doy cuenta que la tonada, prejuicios incluidos, es la música más linda del mundo, y decidí intentar hacer mis propias tonaditas. En un formato mucho más pop eso sí. Empecé a acumular muchas canciones, y me dieron ganas de armar algo más personal que Dënver, en donde no tuviera que ceder tanto y experimentar un poco más. Tanto en las letras como con la música. Al mismo tiempo, sentía que era lo menos que podía hacer por un tema tan pendiente como es el folklore en Chile. Aún así creo que Nueva Orleáns es básicamente pop.

¿Cómo explicarías tu sonido?
Yo diría, con toda la humildad que puedo, que son nada más que tonaditas pop y relatos de jovencitos.

¿Qué diferencia a Nueva Orleáns de Dënver?
Principalmente es reconciliarme con algunos demonios, tener más libertad, no buscar el gusto por el pop (que es más lo que hago en Dënver). Experimentar más, tanto lírica como musicalmente. Tenía que indagar en mi lado más oscuro, más familiar, más perverso, y las tonadas tienen mucho que ver con eso. La tonada es un género principalmente femenino, pertenece a mujeres muy maltratadas por la vida y para quienes el canto es una forma de liberar los males; la historia de Doña Juana Chávez, narrada por Margot Loyola, es desgarradora. Cuenta que tiene siete hijos y no sabe lo que es un beso. O como su marido amarraba a sus hijos en los árboles y los golpeaba hasta dejarlos sangrando. Existe una oscuridad en el campo que se exorciza cantándole a lo humano y a lo divino.

¿Cómo compones tus canciones?
Los lunes se me dan bien para escribir canciones, después me cuesta más porque voy a estudiar, y todo eso te termina perturbando mucho. Y después te olvidaste lo que hiciste el fin de semana. A veces me pongo en el teclado, o tomo la guitarra y reviso mi celular, que es donde anoto las posibles ideas que puedan servir, y ahí las voy desarrollando. Igual tengo varias formas de componer, pero lo que suelo hacer es más o menos así.

¿Cuál es la importancia que das a las letras?
Toda la que puedo. A veces es una porquería tener que estar atado a la rima, porque de repente encuentras justo lo que quieres decir, pero queda horrible si no está bien hecha la rima. Igual puede resultar, pero luego es como andar con una piedrita en el zapato, entonces si todos los factores, que son muchísimos, no están perfectamente dispuestos bajo ese orden mágico que encierran las canciones, prefiero abandonar la empresa y volver a empezar con otra cosa.

¿Quiénes te ayudan en Nueva Orleáns?
Por ahora colaboran Mariana Montenegro (Dënver) en el acordeón y voz, Ariadna Quappe en flauta dulce y voz, Javiera Mondaca en los teclados y Cristóbal Loader en percusiones. Ahora si alguien toca algún instrumento interesante o canta puede escribirme a [email protected], porque estamos tratando de armar una banda grandota.

Nombra 5 discos que te gusten mucho
Vainica Doble- En familia
Violeta Parra – Las Últimas Composiciones
Margot Loyola – Casa de canto
Suárez – Excursiones
Bob Dylan – Nashville Skyline