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Por August Brown
Traducción: Carmen Duarte

En un callejón detrás del Teatro El Rey, en Los Angeles, Conor Oberst está pensando en el futuro “Siento que todo está constantemente fluyendo, hasta las cosas que son tan concretas como esta???, dice dándole un golpe a la pared del local donde va a tocar dentro de poco el segundo de dos shows agotados. “Hay pequeñas cosas aquí dentro que se están erosionando. Hay bacterias y cosas que están arrastrándose. Tú piensas que es sólo una pared de ladrillos, pero hay tantas cosas más???. A la vuelta de la esquina alguien le pregunta si se quiere fumar un pito con él. No responde. “Me di cuenta de eso después de que hice mis dos últimos discos???, comenta “y cada vez me queda más claro”.

Mucho ha cambiado para Oberst desde comienzos del 2005, cuando sus dos discos, el mayormente acústico I’m Wide Awake, It’s Morning(Saddle Creek, 2005) y el comandado por los beats Digital Ash In A Digital Urn(Saddle Creek, 2005), fueron lanzados con entusiastas alabanzas para el primero y elogios por la ambición para el segundo. Los singles de los nuevos discos se encumbraron en las listas de Billboard, llegando Wide Awake al top ten. Él entregó la mejor interpelación de música pop a la fecha a la administración Bush cuando tocó la ácida e indignada canción de protesta ‘When the president talks to God’ en el Tonigh Show con Jay Leno. Su afectada súplica en ‘Land locked blues’ que decía “soñé que eras arrastrado en la cresta de una ola??? probó ser escalofriantemente premonitora cuando una de las principales ciudades de Norteamérica y miles de personas en el Sudeste Asiático se ahogaron en enormes murallas de agua.

Cassadaga (Saddle Creek, 2007) es la respuesta de Oberst a toda esa confusión y asombro. Es tan abarcador y sónicamente rico como su álbum revelación Lifted, pero finalmente saca el foco de las letras fuera de su propio lugar en el mundo. Cassadaga es un paraje impresionista de murales apocalípticos, accidentes de auto en California, y sacos de arena que se amontonan para rescatar una ciudad de cantantes de soul. Tiene sentido que sacara el nombre del álbum de una pintoresca ciudad en Florida llena de mediums psíquicos que creen que pueden escuchar a los muertos.

“Esa gente es tan dulce???, dice Oberst. “Puedes ir a conversarles sentados en sus porches, y están estos parques espontáneos y altares. El amigo que me contó sobre el lugar vive en Gainesville, ellos tuvieron allí una experiencia con una mujer particular. Así que la fui a ver y ella era un persona bastante increíble. Lo que me dijo es que independiente de cómo yo me sienta al respecto, estoy en el camino correcto y moviéndome hacia la intersección con el universo. Una cosa es que alguien te diga eso, pero otra es creérselo. Supongo que ahora lo creo???.

Los que busquen la claridad tono sepia del folk-rock de Wide Awake no lo encontrarán en Cassadaga. Si las letras cubren un montón de terreno geográfico, los arreglos de los nuevos compañeros de banda permanentes de Oberst, Mike Mogis y Nate Walcott, van igual de lejos sónicamente. Con contribuciones del ex baterista de Sleater Kinney, Janet Weiss, M. Ward, Gillian Welch y John McEntire, de Tortoise, las canciones están vestidas de una psicodelia desértica en el canto, suites de cámara pastorales y una potente orquesta de cuarenta piezas. A pesar que Oberst se despojó de su reputación de un ligeramente silvestre enfant terrible en Wide Awake, el balance de sensibilidad y ambición en Cassadaga es nada menos que sorprendente.

Ahora, las canciones todavía vienen desde una aproximación muy obrera al hacer música. “La razón por la que me asocio con la música folk es porque la palabra quiere decir “funcional,??? es arte que puedes hacer sin tener que dudar de ti mismo o tener que cumplir con ciertas calificaciones???, dice Oberst. “Dicho eso, a nosotros nos gusta todo tipo de música. Estas canciones son simples, las melodías son simples. Lo interesante es cómo las decoramos y sacamos lo máximo de cada una de ellas. Lo peor que puedo hacer es repetirme a mi mismo. Si nosotros estamos interesados en algo, la audiencia probablemente también lo estará???.

A través de toda su carrera, las audiencias han estado tan interesadas en Oberst en persona (y sus escarceos con los tabloides) como en lo que él tiene que decirles. Desde sus tempranas sinfonías de dormitorio lo-fi hasta sus rupturas, a las imágenes más avant garde de muerte y tecnología en Digital Ash, los elementos más importantes de las canciones de Oberst han sido precisamente el punto de vista de Oberst sobre los eventos. Cassadaga parece dejar de lado esos supuestos y su ocasional predicamento, por lonjas de lenguaje que evocan más que desprecian un mundo que se cae a pedazos alrededor de él. En “Cleanse song??? la señora de alguien “dio a la luz en un nicho de cementerio??? y la sensación de temor del disco es resumido en ‘No one world riot for less’ cuando canta “Ya llega el infierno. ¿Pero podrías hacerlo ahora????

“Estoy mucho menos interesado en captar mis experiencias personales como un humano per se???, explica Oberst. “Si quisiera hacer eso, hay medios mucho más fáciles como un blog o una memoria. Ese nunca fue mi objetivo al escribir canciones, pero por el tipo de canciones que escribía y el lenguaje que ocupaba, algunos lo percibieron así. Ahora lo veo todo desde una perspectiva más amplia. Me volví loco tratando de hacer que la gente entendiera lo que quería decir y ahora ya no me importa???.

Las canciones de Oberst pueden ser más vívidas por su nueva falta de foco, pero ha afectado sus interpretaciones en vivo. En sus shows en El Rey a Oberst se le olvidan las letras, toca demasiados covers y deja de tocar “We are nowhere and it’s now??? en la primera estrofa. Y a pesar de eso su banda en vivo, que incluye a la ex baterista de The Decemberists, Rachel Blumberg, y el genio del violín Antón Patzner, es encantadora y bajo perfil, y estos shows son sólo un obvio calentamiento sólo por pasarlo bien antes del lanzamiento de Cassadaga. En la segunda noche en El Rey, Kirsten Dunst está bailando entre el público al lado de la cantante de Rilo Kiley, Jenny Lewis, cuyo álbum solista salió por el sello de Oberst, Team Love.

El mundo puede ser distinto ahora que hace dos años, pero Oberst parece más dispuesto que nunca a dejarse llevar por él. “No sé de dónde va a venir el cambio???, dice sin darse cuenta que está citando una letras del Lifted. “Al menos como la cultura americana está yendo, ha sido un proceso sanador que partió con el 11/9 y toda la mierda que creó. Después tuvimos una administración muy explotadora que le puso sal a las heridas de todos e hizo alrededor del mundo las cosas peores, y ahora estamos tratando de recobrar nuestros sentidos. Siento como si Estados Unidos hubiera tenido una contusión por los últimos seis años y estuviésemos recién empezando a seguir la luz nuevamente???.