Foto: Álvaro Puentes

No es la primera vez que estoy en el departamento que comparten Milton Mahan y Mariana Montenegro en Santiago: pasé el año nuevo con ellos, varios fines de semana y alguna otra reunión ocasional. Pero es la primera vez que nos juntamos a hablar explícitamente de su música y, especialmente, de su nuevo disco Música, gramática, gimnasia (Cazador, 2010),

Y hay mucho que conversar: de los dos años entre el nuevo trabajo y su debut Totoral (Neurotyka, 2008), de cómo han evolucionado sus composiciones, qué los distingue de otros grupos pop chilenos, la producción del conspicuo Cristián Heyne y hasta de su San Felipe natal. Pero mejor partir por el principio, por el título, inspirado por las primeras lecciones que tomaban los guerreros en la Antigua Grecia.

-Los tres conceptos del título sintetizan lo que pasa en él: la música, que está de por sí; la gramática, que se representa en las letras del disco y todo lo anterior está hilado con los deportes, el tema de la gimnasia- explica Milton Mahan, compositor, vocalista e instrumentista de Dënver, quien comparte las mismas funciones con Mariana Montenegro-. Por lo mismo, es un disco un tanto conceptual, hay una línea entre las canciones, más allá de que suenen distintas- considera Milton.

-Si, hay puntos en común entre las canciones. Como cuando ves muchas películas de un mismo director y te das cuenta que hay temas entre ellas que se repiten.
Milton: Igual sé que repito cosas o conceptos entre las canciones. Pero es algo que varios músicos suelen hacer con frecuencia. Uno tiene fetiches que suele repetir.
Mariana: Si, es típico… como Javiera Mena, que habla de “la verdad” en todas las canciones de su último disco.

-En Música, gramática, gimnasia, de hecho, hay muchas canciones que hablan de situaciones que pasan en la playa: “Olas gigantes”, “Litoral Central” y “Cartagena”.
Milton: Es algo idílico. Pongo “playa” en una letra y me interesa más la canción. Es parte de mis fetiches.
Mariana: Es que son los escenarios del disco. La playa es un lugar importante en nuestras vidas, en lo que hacemos. Ese concepto ayuda a unir la manera que tenemos de reflejar ciertos conceptos y decir distintas cosas en cada canción.

-Aún así, encuentro que las letras han cambiado. Escucho Totoral y comparo esas canciones con las actuales y me parece que las nuevas tienen más “sustancia”.
Milton: Yo no escucho mucho el Totoral, salvo para hacer una retrospectiva del “cómo suenan”. Pero sí: me da mucho menos pudor escuchar el disco nuevo que las cosas viejas. Aun así, hay canciones del Totoral, como “Los menos” o “Insistes en volver”, que tienen que ver más con lo que es Dënver ahora.

-¿Y qué es Dënver ahora?
Milton: Yo creo que tenemos más claridad de lo que queremos hacer.
Mariana: Y más identidad.
Milton: Yo creo que Dënver es súper sanfelipeño. Hemos tratado de hacer una cosa media provinciana, donde todo el imaginario es de San Felipe: los personajes existen y las situaciones son todas de allá. Es algo que está ahí, presente.

-Es su contexto.
Milton: Claro. A mi me gusta mucho Abba, pero no quiero sonar como Abba, quiero sonar a San Felipe. Para mí no tiene sentido sonar como Deerhunter o como suenan las bandas de Nueva York.

-De hecho, hay muchas bandas en Chile que no suenan acorde a su contexto, más allá de la calidad de su música. Para mí eso está relacionado también con el tipo de gente que se identifica con su música.
Milton: Bueno, sí. Dentro de todos estos arreglos que hemos intentado hacer y toda esta aparente superproducción, me interesó que el disco nuevo sonara “poco pretencioso”. No quiero ocupar la palabra “honesto”, porque está muy manoseada estos días, pero sí creo que es te disco es poco pretencioso.
Mariana: En mi caso, yo no clasifico un disco por lo humilde o quebrado que sea. Para mí son más importantes las canciones o lo que me causan. Cuando yo compongo no pienso en eso, expreso lo que me nace según mis influencias y se acabó el cuento.

-Yo veo que no tiene que ver con “sonar como tal banda” sino de adaptar ese sonido a tu realidad.
Milton: Claro, tiene que ver con asumirse. La identidad puede ir cambiando pero solo es válida en la medida en que te asumes, no en que te dejes de asumir. Yo le decía a uno de Los Howlers la otra vez que su música era más “honesta” porque ellos asumían su postura de querer sonar como una banda de Nueva York y no tenían problemas con eso. En nuestro caso eso puede verse como una paradoja, pero eso la hace más propia.


Foto: Hixaga

Música, gramática y gimnasia ya está disponible para descarga gratuita en la web del sello Cazador, donde anuncian, con bombos y platillos, que este disco “potencia la herencia que dejó Totoral, llevándola incluso más allá: más instrumentos, más riesgo, más pop.” Repasándolo con rapidez, es cierto que suena más pop y, sí, mejor producido.

-¿Cuál es la principal diferencia entre el proceso creativo de este disco y el anterior?
Milton: Totoral lo grabamos en un estudio casero con un micrófono penquita, con una tarjeta de sonido penquita, con los tiempos apurados y, además, nos demoramos como un año en mezclarlo. Yo aún no entraba a estudiar sonido y el Pondie (Felipe Aravena, productor del primer disco) era el único que sabía algo.
Mariana: Este disco (Música, gramática, gimnasia) lo queríamos con más instrumentación “real”: menos baterías programadas, más guitarras y bajos, bronces, cuerdas. Queríamos que éste trabajo tuviera arreglos de orquesta y, gracias a que estudié música, pude comunicar las ideas a las personas que participaron en la grabación.
Milton: En lo personal, a mí me gusta complicarme la vida con los arreglos de las canciones, cosa que aquí en Chile no muchos hacen. Nunca me había enfrentado a músicos “de verdad” y no sabía cómo decirles lo que quería que hicieran.

-Eso es algo muy distinto a otros discos que han salido este año, como el del Gepe o Javiera Mena. Ninguno de ellos se planteó su disco como ustedes se lo plantearon.
Milton: Si bien nosotros antes nos acercábamos a lo que hacían ellos –un pop electrónico, sintético-, ahora nos distanciamos mucho de eso. En este disco hay más guitarras y baterías, mientras que ellos están mucho más electrónicos.
Mariana: También nos hemos distanciado de la típica estructura de la canción pop: estrofa/coro/estrofa. Hemos experimentado más en la estructura.

-Antes las canciones eran mucho más largas, repetían forma y estructura. Ahora las canciones tienen más puentes, más texturas.
Milton: Es verdad que el Totoral es mucho más largo. Aunque yo jamás busqué hacer singles radiales: muchas veces he matado estrofas que me gustan sólo porque la canción se alarga demasiado. Pero en el pop es difícil hacerlo más largo, el pop parece que solo aguanta tres minutos y medio y a mí me queda corto.

-Pero de todas maneras este es un disco más corto. Pero tú has afinado tus capacidades de compositor.
Milton: Sí, me preocupé de que estas canciones fueran más cortas. Pero no porque me lo planteara así, sino porque todo surgió de la necesidad de expresar algo lo más claro posible y de sintetizarlo al máximo, en la medida que yo quede conforme y que la canción funcione. De todas maneras, no transé 100%.

-¿Y en qué transaron?
Mariana: ¡En unas partes bacanes! (risas)
Milton: Había arreglos que queríamos lucirlos, pero nos dábamos cuenta que no funcionaban tanto. O maquetas que habíamos hecho y que no quedaron en la selección final. En eso nos ayudó harto Heyne.

-¿Qué les decía Heyne en ese caso?
Milton: Cuando él nos decía “en realidad esta canción no”, nosotros le encontrábamos razón, nos dábamos cuentas que eran canciones que no estaban bien resueltas. Nosotros teníamos planeado un disco de 14 canciones, pero por el presupuesto y el tiempo tuvimos que hacerlo más corto.

-Sobre lo mismo, ¿cuál es el aporte real y concreto de Cristián Heyne en el disco?
Milton: Heyne hizo la producción ejecutiva del disco. Se las jugó mucho por él. Me pasó su estudio para grabar y a la vez me dio espacio para entender algunas cosas de la música.

-¿Qué cosas?
Milton: Yo pensaba, inocentemente, que iba a llegar un ingeniero de sonido que iba a hacer sonar mis canciones de una manera estándar y que, además, me iba a solucionar todos los problemas de mi vida. Y Heyne me dijo: “Milton, este disco tienes que mezclarlo tú y yo te voy a apoyar”.
Mariana: Te dio el espacio para que creyeras en ti mismo, en tus capacidades.
Milton: En un momento me dio la oportunidad de mezclar el disco en su estudio y no donde Chalo G (el experimentado ingeniero Gonzalo González) pero yo no me atreví. Confiaba en Chalo, pero Chalo es capo en lo que hace y lo que él hace no tiene mucho que ver con Dënver.
Mariana: Desconfiabas de ti, de “Milton, el que no ha hecho nada” en comparación con alguien que había hecho tanto.
Milton: Muchas veces grabábamos, grabábamos, grabábamos y luego partíamos al proceso de mezcla. Entonces nos dábamos cuenta de los errores que cometíamos y de las cosas que podríamos haber hecho mejor. Pero no existe una fórmula para grabar un disco. No existe disco que no sea un aprendizaje.

Música, gramática, gimnasia se puede descargar desde acá
www.myspace.com/duodenver