Dinosaur Jr. en ex Oz. Viernes 23 de noviembre Walter Robleronoviembre 26, 2012Artículos3 comentarios Dinosaur Jr. Centro de Eventos Cerro Bellavista, ex Oz Viernes 23 de noviembre Fotos de Rodrigo Ferrari Eran las 22:30 horas y ahí estaba la leyenda, frente a nuestros ojos. J. Mascis (guitarra, voz) Lou Barlow (bajo, voz) y Murph (batería), la misma formación que redefinió el indie de guitarras norteamericano con discos tan entrañables y fundamentales como You’re living all over me (SST, 1987) o Bug (SST, 1988), gracias a su rock que bebe de igual forma de las herencias de Jimi Hendrix o Neil Young & Crazy Horse, como del hardcore de Hüsker Dü y el noise de Sonic Youth, por fin llegaba a pagar la deuda con los escenarios chilenos. Lo que vimos fue un verdadero espectáculo de electricidad desbocada y oficio. Mascis es el temperamento distante, la voz cansina pero emblemática, la guitarra corrosiva y el perfecto e inmisericorde abuso de la pedalera de efectos. Barlow, por su parte es la expresividad y el júbilo, la otra cara de la moneda, el rasgueo original del bajo al borde de sus posibilidades, que se une al certero pulso de Murph. Una fórmula infalible para un cancionero plagado de clásicos: ahí estuvieron “Freak scene”, “The wagon”, “Start Choppin”, “Feel the pain”, “Little fury things”, “Sludgefeast” o su habitual versión de “Just like heaven” de The Cure, mezcladas con algunos cortes de sus últimas placas dosmileras, que conmocionaron a la concurrencia como pocas veces se ha visto en estos tiempos. Precisamente, el público fue el gran protagonista de esta celebración indie rock de vieja escuela; abundaron los piqueros desde el escenario y la natación sobre el público, la antigua y buena costumbre del baile frenético se hizo presente en una noche donde una gran masa de parroquianos educados en las tocatas hardcore noventeras, de desaparecidos tugurios como El Cimarrón y La Trifulka, se mezcló con nuevas generaciones que han sabido descubrir y asimilar el gran poder sonoro de este pequeño dinosaurio y hacerlo suyo. Mucho sudor y algunas lágrimas de fans acérrimos coronaron una noche estupenda donde el concepto de “power trio” nunca resultó más acertado ni más real. Memorable. Acá puedes ver la galería de fotos, tomada por Rodrigo Ferrari, o en nuestro Facebook