Diosque

A ver, multiple choice. Diosque es: a) un vidrio transparente, b) una pelota roja que le gusta el campo c) un ser verde, fosforescente y perezoso, d) un tucumano que creó uno de los discos más deformes y bellos del año. Respuesta correcta: todas las anteriores. En “I Can Cion”, su más reciente obra, nos presenta -siempre en primera persona- una fauna de personajes que finalmente se conjugan en un ser único, el mismo que pone su voz, a la vez que ejecuta la guitarra acústica y el sampler.

Los inicios musicales de Diosque se dieron en su Tucumán natal. Al terminar la carrera de Comunicación Social se dio cuenta que no se dedicaría a eso y que tampoco volvería a estudiar, así que se focalizó en lo que más lo satisfacía. Con una guitarra criolla y un sampler “conseguido”, recorrió numerosos escenarios de su provincia, hasta que los lugares comenzaron a agotarse. Fue así como en 2004 decidió instalarse en Buenos Aires, se buscó un trabajo para mantenerse y en poco tiempo comenzó a hacer amigos.

“A los diez años mi mamá me regaló una guitarra y comencé a tocarla inventando un poco las notas e imitando lo que podía ver de videos musicales, jugando, como un niño de diez. Luego un vecino me enseñó un poco de acordes y acorde a eso empecé a componer. Nunca pude aprender temas de otros ni interpretarlos, eso me llevó a componer compulsivamente desde los 13 ó 14 años, cuando me movía un poco más con mis dedos. Alrededor de esa edad mi hermano Ezequiel, que tenía tres años menos, se encaprichó en tocar la batería y así conseguimos una. Ahí fue cuando me empecé a dar cuenta de que podía tocar sin que me enseñen, porque me senté y me salian los ritmos onda Green Day y Ramones. Ahora toco parado porque me divierte más”.

Diosque tiene dos discos en su haber, previos a la edición de “I Can Ción”: “El Arte Descomponer”, de edición personal e independiente, y “Sonidos Roto”, que se consigue en formato virtual a través de la web. Con la ayuda de su amigo y director artístico Daniel Melero, logró lanzar su nuevo álbum a través de Sony-BMG, un factor que lo llevó a tener mayor atención y repercusión que con sus obras anteriores, aunque él mismo afirme que “no creo que sea para tanto”. El disco está conformado por diecisiete canciones que se van alternando entre electrónicas y acústicas y en las que Diosque despliega su lírica de surrealismo cotidiano, rica en juegos de palabras y oximorones: “Nunca me siento y digo ‘voy a hacer un tema’, ‘voy a hacer una letra’. Tengo momentos de inspiración abrupta y momentos de “expiración”, donde seguramente saco lo peor de mí”. Sus temas son, además, insólitamente cortos: el track más largo de “I Can Ción” no llega a los cuatro minutos, mientras que el más corto dura solamente seis segundos: “En general no me gustan las cosas largas, una película larga es una tortura para mí. En particular porque he buscado expresar en “I Can Cion”, por ejemplo, procesar el mayor grado de información en menor tiempo, sin dejar que sea bello, a mi criterio. Y las ganas de más es una sensación bastante placentera”.

Diosque hará pie por primera vez en Chile, al presentarse éste Miércoles 1 de Agosto en el Centro Cultural Matucana 100, junto a Javiera Mena, el Viernes 3 en el Bar La Tertulia de Valparaíso, junto al dúo Mostro, y finalmente el Sábado 4 en el Club La Berenjena, donde dará un mini-show en la fiesta Dance to the Underground, acompañado en las bandejas por Villa Diamante. Los que asistan seguramente se sorprenderán al encontrarse con una faceta de Diosque diferente a la de sus discos: “Me formé una banda hace como un año y medio, somos dos guitarras y una batería. Es como que hacemos covers de “I Can Cion” y temas nuevos. Nos llevamos bastante bien por que somos muy amigos, toco con Santiago Vallesi (de Mic y Mouse) en guitarra eléctrica y Federico Carlorosi (de Klemm) en batería. Yo toco una electroacústica”.

Al tiempo que espera pasarla bien en Chile “tanto en el escenario como al caminar por la calle”, se encuentra en plena realización de tres discos: “Música que no recuerdo haber hecho”, que será netamente electrónico, “Arplagio”, un EP compuesto por arpegios de guitarra, y “Yo Noise Nada”, un disco de canciones como las que está tocando con su banda. Como se puede apreciar, Diosque no detiene su marcha y continúa jugando con los sonidos y las palabras, estirándolos y retorciéndolos hasta darles formas inimaginables.

“Tengo mí criolla, una electroacústica prestada, y una batería a medias con un amigo. Pero para mí cualquier objeto físico puede ser un instrumento, ahí cuando el sampler cobra el valor de ser un instrumento que te hace unico e irrepetible. Uno es lo que tiene o consigue. Mis temas tienen de acústica y electrónica porque directamente no encuentro la diferencia. Esto me hace reír, pero cuando escucho que alguien es multifacético, me parece que quiere decir que ese músico no se dio cuenta de que toda la música es la misma. Ahora estoy haciendo mucha música y estoy separándolas de discos, digamos que trabajo para varios discos y no las divido por “concepto”, que es algo que yo no tengo; sino por instrumento ejecutado. Uno siempre es el mismo, los instrumentos pueden cambiar”.

Myspace de Diosque