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Con más de dieciséis años de carrera, Dominique Ané, más conocido como Dominique A, ha alcanzado un logro notable: ser un cantante famoso y, al mismo tiempo, ganarse el respeto de la crítica que lo identifica dentro de una escena de autor. Este gigante del escenario de la música francesa se dio tiempo para conversar acerca de su trayectoria, de sus textos y sus labores musicales, antes de presentarse en Valparaíso, Santiago y Concepción el 14, 15 y 17 de diciembre respectivamente.

Referirse a Dominique A es abordar a uno de los íconos galos de las últimas dos décadas y principal impulsor de la nouvelle chanson française (nueva canción francesa). Todo empezó cuando dio inicio a su carrera de la mano del recién creado sello Lithium, a principios de los noventa. Al mismo tiempo, lejos del rock de su país y de las “alternativas??? como Mano Negra y Noir Decir, que dominaban la escena en esos años, Dominique A supo fraguar un camino propio e intenso, al explorar con la misma pasión la electricidad y las baladas. Se animó a cantar en francés sin que sonara añejo, como una tonada de Jacques Brel, y hoy se impone con PJ Harvey y Pascal Comelade como uno de los autores más talentosos de Europa, a medio camino entre el pop y la experimentación.

Con siete álbumes de estudio editados, Dominique A se animó al fin, luego de incontables giras, a sacar un poderoso disco en vivo: Sur Nos Forces Motrices. Éste reúne canciones selectas de su carrera y representa una buena muestra de la artillería desplegada por Ané en los conciertos. Esto, meses antes de que aparezca su boxset de lujo con dieciséis inéditos a finales de este año.

¿Vas a incluir temas de tu próximo disco en tu show aquí?
Es posible, no lo sé. Contrario a lo que sucede cuando me presento con banda, donde las cosas son muy preparadas, en solitario puedo decidir el mismo día si toco una canción o no. Y ya tengo unas cuantas bajo el brazo.

¿Por qué una gira en solitario?
¡Porque son caros, los boletos de avión! Además, por primera vez, encuentro que está bien ir solo, es una manera de presentarse bastante honesta, creo. Es una fórmula que me gusta; algo libre aunque no menos eléctrica.

Dominique A: ¿Bestia de escena o ser del estudio?
He hecho siete discos, más el ‘en vivo’. Personalmente, prefiero el trabajo de estudio, ver nacer una canción, imaginar los arreglos… pero todo el mundo dice preferirme en concierto, porque la energía es más fuerte.

¿Cómo fue tu experiencia de trabajar con Yann Tiersen?
Yo me acuerdo de haber bebido mucho cada vez. No son más que buenos recuerdos, con una canción de la que me siento muy orgulloso, ‘Bagatelle’ de su álbum L’absente (2001).

¿Qué te han parecido estos años como músico?
¡Oh! Es un poco vasto como pregunta. ¿Qué puedo decir? Tengo la impresión de aprender, de aprender en permanencia. ¡No hubiera soñado que iba a hacer mi vida en este trabajo cuando empecé, ni responder un día una entrevista por computador antes de ir a tocar en vivo a Chile y Argentina! Sólo puedo decir que el placer por escribir está intacto y que se necesita tiempo para que entendamos bien lo que hacemos, para saber hacerlo mejor.
Esto sigue exactamente el trayecto de una vida: con el tiempo, nos concentramos sobre cosas más esenciales, nos perdemos menos en los detalles… ¡Y continuamos cometiendo tantos errores! Como decía alguien: “la experiencia no enriquece, si no empobrece”.

¿Sientes nostalgia por tus inicios en tiempos de grupos como Mano Negra?
No, para nada. Me siento mucho mejor hoy en día con mi música, y globalmente la escena francesa es hoy en día mucho más rica.

¿Cómo ves que tus compatriotas como Holden te citen como referente?
Es un honor, sobretodo si viene de parte de personas como Holden.

De gira

Aparte de su labor de músico, que cuenta con éxitos significativos como sus canciones ‘Dans un camion’, ‘Bowling’ o ‘Le courage de oiseaux’, Dominique A ejerció de productor de los dos primeros discos de su ex–pareja Françoiz Breut y colaboró con Diabologum en la época. Si no, su vida ha girado en torno a escribir sus propios temas y estar constantemente de gira.

¿Cómo es tu contacto con tu público afuera?
No siempre es fácil. A decir verdad, no entiendo siempre las expectativas del público en Québec, por ejemplo. Me da la impresión de que esperan a menudo que el artista ‘haga el show’, riendo con el público, contando pequeñas historias divertidas… Pero, para mí, lo que importa en un concierto es una forma de energía bruta que le damos a la gente, no las pequeñas historias divertidas que vamos a contar entre cada canción para hacernos los simpáticos.

¿Primera vez que tocas en Latinoamérica?
Sí.

Has tocado en España, en Benicassim… ¿Qué tal los hispanoparlantes?
Es muy excitante, porque el público se preocupa sólo del sonido, nada más que del aspecto musical. Siempre he destacado que trabajo mis canciones de manera que sean lo más musicales posibles, que el sonido sea más importante que el sentido. Si uno quiere ponerse extremo: que uno sienta el sentido, más que entenderlo. Entonces, tocar para personas que no entienden lo que digo y lograr interesarlos, es para mí la más bella de las victorias.

¿Tras tanto viaje, cómo ves tu vida “en el camino”?
Depende con quien viajes. Diez kilómetros en compañía de imbéciles puede parecer muy largo…

Tus textos hablan a menudo de momentos decisivos…
La vida es una espera perpetua. ¡Pasamos nuestro tiempo esperando cosas que ocurren, otras que no ocurren, incluso esperando cosas inesperadas! Entonces, me gusta hablar de ello, de los momentos en que una situación se da vuelta, donde nos encontramos en un lugar desconocido y ver cómo los personajes de una canción pueden reaccionar ante una nueva situación, ante un nuevo entorno.

Te han llovido elogios luego de estos años…
Sí, es cierto que recibo bellos testimonios, en Myspace o afuera. Sí, estoy bastante satisfecho de estar aún por estos lados. Y pensar que canciones de hace quince años pueden aún ser tan importantes para algunas personas. Hay tantas canciones que andan dando vueltas por este planeta.

Dominique A en discos

Revisión discográfica por Enrique Moraga

La Fossette (Lithium, 1992)

lafossete.jpg Grabado con una guitarra y un sintetizador, La Fossette, es una introducción magnífica y el primer gran intento de Dominique por ampliar los horizontes de la canción francesa. Como ejemplos: la tensión y el romanticismo de ‘L’echo’ y las pulsaciones de ‘Le courage des oiseaux’, ambas incluidos más tarde en la magnífica ‘Le detour’ (Recopilatorio, editado en el 2002 por Labels, que incluye, además de algunas versiones en vivo y una excelente selección de canciones, un Cd extra con lados B y colaboraciones varias. También entrega pistas de la primera grabación a su nombre, Un Disque Sourd, fechada en 1991 por Vinile Autoproduit)

Si Je Connais Harry (Lithium, 1993)

sijeconais.jpg Crecen los arreglos, pero los fantasmas siguen siendo los mismos. Brel siempre parece ser el modelo a descomponer y las canciones mejoran, maduran y encuentran, entre la austeridad, tintes clásicos que desarman. Basta escuchar ‘Un mauvais ami’ para darle la razón. Michel Cloup en los controles.

La Mémoire Neuve (Lithium, 1995)

lamemorie.jpg Dominique suena decidido y abraza la chanson y la engarza con influencias externas para sacar adelante un proyecto universal que escapa, de todas las formas posibles, a la asociación única de canción francesa. El primer gran disco Dominique A. y el final de una etapa donde la austeridad queda rezagada entre tanto derroche de talento.

Remué (Lithium, 1999)

remue.jpg Remué es puro escape, transición y exorcismo. Un punto aparte necesario después de La Mémoire Neuve, un colchón para Auguri y un disco extraño y difícil que toma prestado muchos elementos de la época (el trip hop, por ejemplo), pero en el fondo enturbiados en pos de un encuentro imposible y de un escape seguro.

Auguri (Labels, 2001)

auguri.jpg Para muchos, su mejor trabajo, el más redondo y el que más duele. Rock intenso donde la chanson y el rock con todas sus letras se abrazan para entregar clásicos del porte de ‘Antonia’ o ‘En secret’. La producción de John Parish es tosca y precisa y todo lo que podrías esperar de un buen disco está aquí y con este ya van dos.

Tout Sera Comme Avant (Labels, 2004)

toutsera.jpg Con Daniel Darc entre ceja y ceja a la hora de interpretar, Tout Sra Comme Avant es cerebral, laberíntico y casi dramático. Cerrado e impecable. Dominique A. parece haber encontrado un vehículo estable desde Auguri y este disco junto a L’horizon, lo confirman.

L’horizon (Olimpic Disk, 2006)

lhorizon.jpg Indiscutiblemente otra obra mayor, L’horizon, se alinea sin problemas junto a La Mémoire Neuve y Auguri. Contemplativo y sabio, entrega canciones que flirtean descaradamente con el pop (‘Dans un camión’) para luego arrastrar odiseas acústicas del porte del tema que da nombre al disco. Su tercera obra maestra.

Dominique A en Chile
Concierto en Valparaíso
Viernes 14.12
21:00. Teatro Municipal de Valparaíso. Uruguay 416. Valparaíso.
$8.000 (noviembre), $10.000 (diciembre), $12.000 (Día del evento)
Sábado 15.12

Concierto en Santiago
Sábado 15.12
21:00. Centro de Eventos Cerro Bellavista (Ex-Oz). Chucre Manzur Galpón 6. Santiago.
$12.500 (por sistema Feriaticket). $15.000 (Día del evento). $4.000 (Después de la 1am)

Concierto en Concepción
Lunes 17.11
22:00. Teatro de la Universidad de Concepción. Concepción
$8.500 (por sistema Feriaticket). $10.000 (Día del evento).

www.eima.cl