Tras formar parte de El diablo es magnífico y La Golden Acapulco, Cristián Sánchez continúa su senda incansable. Ahora estrena el primer disco como Asunción, su proyecto en solitario.

El paisaje interior es una visión más etérea de Sánchez, con instrumentales que oscilan entre el krautrock y el drone, abordando desde un espíritu ambiental sus tres pistas de largo aliento. Este lanzamiento junto a otros como los de Juan Pablo Cacciutolo, Las Mairinas y Motivado, entre otros nos hacen sospechar sobre una corriente que, quizás sin saberlo, se instala como tendencia más ligada a una experimentación en calma en los músicos locales. A propósito de este lanzamiento, hablamos con Cristián sobre ser solista, el sincretismo en los shows en vivo y la intimidad de hogar como espacio creativo.

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–¿Cómo llegas a Asunción como proyecto creativo?

Tras el distanciamiento de El diablo es magnifico por la partida del bajista para radicarse en México, me moví a buscar otra forma de expresarme. Al comienzo iba a ser un dúo pero los obstáculos y las responsabilidades de la vida adulta lo dificultaron. Por ello, comencé a grabar desde el living de mi casa, intentando ahondar en la búsqueda estética que ya se podía apreciar en algunas de mis bandas anteriores. Así que básicamente es una expresión personal desde la intimidad del hogar.

¿Cómo fue el proceso creativo tras El paisaje interior

Fue un proceso muy ligado a la improvisación, tomando dos sintetizadores y un sampler fui grabando muchas capas de varios minutos, las cuales fueron posteriormente re grabadas mediante dubbing armando unos “colchones sonoros” que luego se construyen bajo otros timbres y texturas, en este nivel no hay nada de computador para componer, solo para registrar. Luego esto se fue estructurando mediante unas baterías electrónicas y edición.

–Me llama la atención que usualmente en las fechas en vivo compartes cartel con bandas no tan similares en términos sonoros, ¿cómo lo ves tú?

Gran parte de las fechas en vivo tienen que ver con entornos de bandas post-punk o ritmos similares, respondiendo a un entorno ya formado como escena. A la mayoría los conozco hace tiempo y en estos circuitos se abren a propuestas con sonidos que difieren y expanden las paletas sonoras que ahí se hallan y que usualmente son en formato rock, pero no es ajeno ya que en los 2000s ya escuchábamos harto Yo La Tengo, Bardo Pond, Tortoise y ese rollo más alternativo.

Las fechas con máquinas no son las más habituales. Es un mundo nuevo para mí lo de vincularse con gente que proviene desde ese tipo de sonidos, me parece que existe un movimiento de música más introspectiva como una respuesta a lo protagonizada en la década pasada, pensando en la escena noise y experimental, todas muy relacionado al ruido y los extremos en las puestas en directo. Existe cierta escena ambient impulsada por harta gente joven como el sello Medio Oriente y otros proyectos empujando mediante tocatas y ediciones físicas.

–Y últimamente, ¿qué ha estado capturando tu atención?

En los últimos años harto Terry Riley, Cluster, Eno, Klaus Schulze, Windy & Carl, Flying Saucer Attack, Harmonia… mucha música alemana. Y de acá actualmente varios proyectos ligados a la escucha o meditación como Ihä, Juan Pablo Cacciutolo, pero también me encanta Pato Patín, Los Jerjeles, Prójimo Bill y los efímeros Albania quienes hacían una propuesta muy interesante.

Asunción – El paisaje interior
1. El paisaje interior (10:04)
2. Op.2 (Llamamiento)  (11:47)
3. La geografía infinita que yace y arrea la franja litoral (21:22)
Cristián Sánchez: Sintetizadores, sampler, drum machine
Mezcla y Masterización por Jose Cerda (Bruxista)
Arte por Nicolas Sagredo