Tortoise ha sobrevivido a casi dos décadas de música indie rock. Desde los inicios del post rock, donde el virtuosismo chocaba con la ética punk de la que emerge el indie, hasta el indie pop de la década pasada, ha sido una banda que ha seguido su camino, buscando siempre la experimentación y la fusión única entre electrónica, rock y jazz. Una banda que se colocó en el epicentro de una pujante escena musical. Con sus miembros colaborando en casi una decena de bandas de gran calibre, como Sea and Cake, Isotope, Chicago Underground Duo, Swan o incluso Stereolab.

Tocaron en Chile en 1999, en la prehistoria del indie rock chileno. Mismo tiempo en que Stereolab, Sam Prekop, o Kurt Wagner, Yo La Tengo, Trans Am, Dianogah vinieron a Chile. Donde muchos de mi generación estuvieron viendo e idealizando esa escena musical en Chicago. Claro, todos envejecimos. Vamos menos a recitales. Tenemos hijos. Como Tortoise también ha envejecido. Pero una banda experimental nunca pierde su espíritu de búsqueda de nuevos sonidos. Hay cuentas que pagar, familias a las que volver. Pero el post rock sigue vivo. Muchos siguieron su sonido, épico, único. Algunas bandas hicieron versiones más comerciales, cinematográficas del género. Pero nunca ninguna banda fue capaz de superarlos en un género de búsqueda permanente. En donde el espíritu improvisador del jazz se une la milimétrica mimetización de secuencias electrónicas con los mejores bateristas del mundo.

Tortoise llega a Chile con el hambre de seguir dando sorpresas y con un fiato de tocar un recital cada 3 días. Hablamos con Dan Bitney en la antesala de su tercer recital en Chile. De cómo ha envejecido su música con el tiempo. De cómo ha cambiado la escena musical de Chicago. Y de cómo un gobierno de Trump podría influenciar la música que viene. Dan ya no tiene 20 años. Pero los experimentalistas no envejecen.

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Esta es la tercera vez que vienen a Chile. ¿Qué tiene de distinto este tour? ¿Van a centrarse en el disco nuevo o en tocan sus temas clásicos?
Tocamos canciones de todos los discos. Lo nuevo y lo viejo. Este año hemos tocado más de 100 fechas, por lo que estamos muy finos en la ejecución, en el fiato. A veces estamos cansados por viajar tanto, pero estamos como un motor muy bien ajustado.

¿Estas versiones que están tocando de sus canciones, son muy distintas?
La mayoría se mantiene similar a antes, pero algunas canciones tienen secciones abiertas. Partimos la canción con las figuras generales, pero abrimos partes medias de otras canciones. Algunas canciones las pegamos, no quiero decir como un medley, pero no tocamos las canciones completas. A veces partimos una canción y hacemos la transición a otra canción del mismo disco. Entonces las canciones antiguas tienen novedades. Pero tocamos mucha música nueva, que está muy entretenida, ya que es música completamente distinta a la que solemos hacer.

100 shows por año, adentrándose a las dos décadas de carrera. Suena agotador. ¿Cómo ha cambiado la forma en que hacen giras ahora que están más viejos?
Hace 10 años que no hacíamos un tour tan intenso. Muchos de nosotros tenemos familias así que no salimos en tiradas largas, sino 3 semanas a la vez, por ejemplo. Típico que con un día que te toca libre, te enfermas. Hemos arrendado un bus para esta gira. Imagínate el departamento más pequeño del mundo lleno de gente. Es un milagro que no nos hemos matado. Pero lo estamos pasando increíble. Es muy rico además que gente de todo el mundo está interesada en nuestra música.

Hace casi dos décadas tocaron en Chile en lo que muchos vieron como un show que catalizó mucho la escena indie local. Siempre miramos la escena de Chicago como un mundo ideal, donde muchos músicos colaboran en múltiples proyectos. ¿Cómo ha cambiado la escena de Chicago desde entonces, en donde algunos dejaron la música, en donde algunos ya tienen familias?
Una gran diferencia es que antes era super barato vivir en Chicago. Podías compartir un departamento con un grupo de gente, pagando muy poco. La comida no costaba tanto. Podías tener un buen vivir trabajando sólo 3 días a la semana. Eso fue lo que dio pie a los “buenos viejos tiempos”. Ahora es muy distinto. Es una ciudad muy cara. El lado positivo es que queda tanta música en la ciudad. Gente que hace excelente música. Locales para poder escuchar música en vivo. Y el municipio financia unos recitales masivos en el centro, abiertos al público. Aunque sea una ciudad cara, sigue estando muy viva en lo musical, incluso más que ciudades como Nueva York.

Entonces Chicago sigue siendo referente.
No sé si tanto rock, pero en música más experimental, avant garde, jazz, y música más creativa, pasa mucho todavía.

Tortoise tuvo muchas bandas originales. Sea and Cake, Isotope 217, Eleventh Dream Day. Tu mismo estuviste en varios proyectos. ¿Cómo se balancea cuánto tiempo y qué música entregarle a cada banda? ¿Cómo saber si te guardas una melodía para una u otra banda?
Todos tenemos filtros distintos para poder ver qué música hacer con qué banda. Creo que ahora Tortoise está abierto para más cosas. Antes presentaba canciones para Isotope que eran más en onda dance. Ahora traigo todo a Tortoise. El sentido de humor de la banda ha evolucionado. Mirando la portada del disco, por ejemplo. El título del álbum. Ahora traigo la idea que sea a Tortoise. Hace 15 años habría evitado eso. Por ejemplo una canción mas reggae jamás la hubiera traído a Tortoise. Estar en varias bandas ayudó a aprender a tocar más música y componer mejor. Fue un buen experimento.

La cultura indie rock viene de un corazón punk, en donde el talento instrumental no se valora tanto como la actitud frente a la música. Llegan ustedes cargados de talento. ¿Cómo fue la respuesta del público de esos locales más punk o rock en donde empezaron a tocar? ¿Cómo ha evolucionado desde entonces?
Al comienzo tuvimos mucho cuidado. No teníamos solos en las canciones, por ejemplo. Terminamos balanceando nuestras presentaciones con el tiempo. Algunos venimos del mundo punk. Jeff, por ejemplo, es de la onda jazz. Ahora se ha solidificado un sonido, un carácter. Antes éramos elementos que íbamos por pistas paralelas al resto de la música. Ahora sí sabemos que puede ser que intimidemos a bandas, a bateristas, por ejemplo, que no nos quieren ver en vivo porque somos un grupo de excelentes bateristas. Ha cambiado mucho la música desde entonces. Ahora somos progresivos, pero no en la onda de Tony Williams, en donde tienes que ver solos de 20 minutos

Bueno tienen un sentir punk, no es el puro talento el que habla en la música de todos. Y obvio que es entretenido ver una banda como ustedes desplegar ese talento en vivo.

Ahora pasaron de canciones largas, a canciones y álbumes más cortos. Este último álbum tiene dos canciones con letras. Fue un diseño, o simplemente se dio así.
Una banda siempre quiere evolucionar. En nuestra carrera hemos tenido etapas con mucha presión, mayoritariamente nuestra para decidir el sonido. Yo mismo dije a la banda, este disco tiene que decirle a la gente que hemos tenido cambios. A veces es fácil hacerlo porque te puedes adaptar a la música que suena alrededor tuyo. Tenemos una presión siempre por evolucionar. Partimos muy minimalistas, con instrumentación no convencional. Pasamos a ser una banda más convencional. Queríamos cambiar y hace tiempo queríamos incluir voces. Nunca habíamos conseguido tener una canción con voces, y fue buenísimo, con Georgia (Hubley de Yo La Tengo) para “Yonder Blue” o Todd (Rittman) para el cover de “Rock On”. Esta última canción ni siquiera sabíamos que entraría en el disco. Simplemente queríamos hacer la canción. Era un experimento de estudio. A veces las cosas se ponen lentas en el estudio y necesitas “hacer ejercicio” para mantener el momentum. Al terminar el disco nos dimos cuenta que si cambiábamos los arreglos de la canción, era posible hacerlo caber dentro del disco.

Partieron el disco con canciones que eran parte de un concierto que les encomendó el municipio de Chicago. Luego decidieron incluir canciones con voces, lo que hace que esas canciones en duración o en estructura sean más canciones que “piezas musicales” como las que ustedes suelen hacer. ¿Les gusta tener estas restricciones en el proceso creativo? ¿Duración de canción, estructura, o temática encomendada?
Las canciones que hicimos para el concierto de la ciudad fue algo muy distinto a lo que terminó siendo el disco. Eran bosquejos gruesos de lo que terminó siendo el disco. Pasamos semanas en el estudio tratando de transformarlas en composiciones más interesantes.

Trabajar con parámetros, limitaciones, sirve en el proceso creativo. Aunque a veces pensamos que es bueno dejarse llevar sin pensar que algo es inapropiado para Tortoise.

Los gobiernos malos o más conservadores, traen buena música. Se vio con REM y Sonic Youth en la época de Reagan. O los Arcade Fire con George Bush. Música de protesta en cierta forma. ¿Qué se espera en estos próximos años?
Bueno es una excelente pregunta. En mis círculos tiramos la broma de que en la época de Reagan se llegó a Minutemen o Black Flag. Pero más que la música, me preocupa la sociedad de ahora. Quisiera que hubiera suficiente gente que esté dispuesta a levantar la voz. Hemos estado hablando del tema desde el escenario. Que estamos en contra del sexismo, homofobia, racismo, y xenofobia. Y vamos a seguir en eso. Es raro porque somos una banda instrumental. Yo tengo la esperanza de la humanidad va a alzar la voz y vamos a tener música de protesta. Pero parte en mí tiene miedo de que la gente está indiferente, inmerso en sus celulares. Que son demasiado flojos. Me da miedo la cantidad de gente indiferente en Estados Unidos ahora. Eso me hace pensar que tengo que luchar más fuerte, trabajar más fuerte y presionar a la gente que me rodea para luchar más.

Ciclo Santiago Fusión Presenta:
Tortoise en Chile

Martes 29 Noviembre
Teatro Nescafé de las Artes – 21:00 hrs

Valores:
Platea Baja 1: S32 mil
Platea Baja 2: $28 mil
Platea Alta: $24 mil

Venta de entradas a través de Ticketek.cl, Callcenter 2 2690 2000 (tiendas Falabella, Kmuzzik y The Knife). Sin cargo en Teatro Nascafé de las Artes.

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