Tote Valenzuela entrevistó a Föllakzoid y ATOM, proyectos que se presentan juntos este sábado en el festival En Órbita, en uno de los números más atractivos del evento.

Una atracción tan conceptual como musical es la que ha unido a Föllakzoid, uno de los principales representantes de la nueva psicodelia chilena, junto al músico y productor alemán Atom (Uwe Schmidt), cuya colaboración en el álbum III (BYM, 2015) será repasada íntegramente en uno de los shows más prometedores del Festival En Órbita.

Una de las premisas fundamentales de Föllakzoid parece ser ampliar al máximo el campo de percepción con la menor cantidad de recursos. Minimalismo llaman a esto que el trío compuesto por Domingo Garcia Huidobro (guitarra) Juan Pablo Rodríguez (bajo) y Diego Lorca (Batería) ha logrado resolver con la métrica del krautrock alemán de los ’70, llevando el rock psicodélico a su vertiente más hipnótica. Esa fórmula los ha situado como uno de los principales exponentes de una generación que -como los profetas-, ha logrado mayor atención en el extranjero que en su propia tierra.

Representados por el importante sello Sacred Bones, Follakzöid ha participado en importantes festivales como Primavera Sound, Liverpool Psych Fest, Austin Psych Fest o ATTP, entre otros, durante extensas y nutridas giras por Europa y Estados Unidos. La edición de su primer álbum II (BYM, 2013) fue comentado con entusiasmo por medios como el New Musical Express, The Guardian o el New York Times, quienes mostraron especial interés por esa escena de música alucinada que se estaba componiendo en un rincón tan lejano del mundo.

La edición de III (BYM, 2015) confirmó que el trío se toma su propuesta en serio y, sin agotar recursos, incluyeron la colaboración del músico y productor alemán Uwe Schmidt (AtomHearth, Señor Coconut, Atom), cuyo capital artístico amasado en los últimos 20 años resulta abrumador: Atom es de aquellos creadores difíciles de abarcar, pues su obra es tan desbordante en estilos como variados son los pseudónimos con que realiza colaboraciones y producciones que hacen difícil la la tarea, incluso, de mencionarlo.

Aprovechando que se encuentran preparando el show que mostrarán este sábado en el Festival En Órbita, nos reúnimos con Domingo Garcia Huidobro y Uwe Schmidt en casa de este último, para que nos cuenten detalles de su trabajo en conjunto.

-¿Cómo se genera esta colaboración de Atom con Föllakzoid?

-Atom: De forma paralela. En mi caso, escuché a Follakzöid hace como dos años atrás, durante una gira por Estados Unidos, cuando tuve un par de días libres y me me quedé en el departamento de mi booker allá, en Brooklyn. Él tiene un sello y siempre está escuchando música. Estábamos en el living de su casa, trabajando cada uno en lo suyo, y me gustó lo que estábamos escuchando. Le pregunté qué era y me dijo que era un disco que recién había comprado, que le había gustado mucho. Lo miré y decía “Hecho en Chile” y pensé “guau, qué buena música”. Era el primer disco de Föllakzoid. En general yo no compro música nueva, no sigo música, no tengo idea lo que está pasando ni lo que está sonando. La música que me llega es por situaciones como esa, y así fue como tuve mi primer acercamiento a Follakzoid.

-Domingo: Por mi lado, yo conocía a Atom, lo había visto varias veces cuando chico. En una de nuestras primeras giras participamos de un festival en Francia creo, en una iglesia, y nosotros tocábamos después de él. Fuimos a ver el set y nos quedamos pegados escuchando, alucinado. Pero pensando que éramos de lugares muy distintos; Atom es alemán y nosotros vivimos en Chile. Un tiempo después, en Santiago, me encontré con Pía Sotomayor (manager de Atom) en el festival Neutral y ahí supe que él vivía en Santiago, y que además, éramos vecinos. Entonces Pía me comentó que Uwe tenía ganas de producir algo psicodélico, que si pensábamos grabar pronto. Y nosotros justo empezábamos a grabar III el día siguiente. Por otra parte, nuestro sello (Sacred Bones) nos estaba recomendando productores pero ninguno nos interesaba mucho, de hecho en un minuto dijimos que si íbamos a trabajar con alguien sería con Atom. Pero lo veíamos muy difícil, así que decidimos hacerlo nosotros. Y en esa estábamos hasta que pasó el encuentro.

-Atom: Finalmente no fui productor del disco, fui tecladista. Básicamente tocando teclado, ruido, síntesis y cosas de ese estilo. No hice arreglos, sí un poco de mix al final y eso fue todo.

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-¿Y cómo fue el proceso de trabajar juntos?

-Domingo: La dinámica que tenemos con Föllakzoid es que primero se graba guitarra-bajo-batería y después el resto de los arreglos. Cuando comenzamos a trabajar con Uwe, tuvimos una serie de reuniones previas, como juntas teórico-existenciales. Hablamos para entender que es lo que podíamos hacer juntos. No es sencillo, porque para hablar de música es necesario hablar de otras cosas antes. No de notas o acordes, sino de cómo se siente uno frente a subfrecuencia o una frecuencia concreta. Y eso es hablar de lo que uno siente frente a algo. Entonces tuvimos un par de reuniones de ese tipo, y después ya era referirse a la música en los términos que habíamos elaborado en esas reuniones existenciales.

-Da la impresión de que ambos trabajan con las estructuras mínimas de la música, en una deconstrucción de esta, y a partir de ciertos conceptos teóricos. En este “trabajo intelectual”, ¿cuales son las cosas en que coincidieron?

-Atom: Las instancias que tu mencionas no son separadas. Uno puede tener un concepto -aunque no me gusta definirlo como “concepto”- pero uno puede dar una idea de lo que quiere hacer, y eso puede ser muy pensado y cerebral, pero después puedes hacer algo que sea muy somático, muy físico o simplemente muy poco intelectual. Creo que en la música de Föllakzoid hay un concepto pensado, pero su ejecución es muy física y no tiene una lógica tan definida. El concepto puede ser llevar al músico y al público a cierto estado, y el concepto está en definir, por medio de la composición, ese estado que se provoca.

-Domingo: Ese estado de alteración se consigue, por un lado, en el jamming, en la abstracción, en la deconstrucción de las estructuras sometidas. Pero si ejecutas una estructura normalizada, racional, monocorde, puede producir el mismo efecto sobre el cuerpo, sobre el ser vibrante, entonces podemos estar haciendo cuadrados musicales, pero llegamos a un trance humano clásico. Lo de Föllakzoid va por ese lado: operar como máquinas, pero desde lo humano.

-Atom: Finalmente ese es el concepto, y es un concepto que puede estar muy pensado y elaborado, pero al final no importa, no debe importar ni al público ni al efecto que provoque. En mi música, siempre hay un momento de creación que es muy cerbral, muy pensado y muy lógico, pero el truco, como en todas las artes, es esconder este primer paso para mostrar una capa, que funciona por sí misma para el publico, sin que éste sepa lo que hubo antes o hay detrás.

-Desde esa perspectiva parece muy necesario tener un proceso mental previo a creación de su música.

-Atom: Creo que es necesario para cualquier artista, hacer un trabajo lógico y conceptual antes de la ejecución de la obra. Esto es en cualquier ámbito: músicos, pintores, cineastas, etc. Toda son gente que ha pensado mucho en como han de canalizar su intuición. El arte es ese balance entre, justamente, estos momentos. Y comprender en qué momento necesito de lo cerebral y en cuál necesito la improvisación.

-Domingo: El instinto debe ser bien ejecutado. Hay gente con buen instinto que no lo ejecuta bien, tiene conocimiento del poder del instinto. Porque si uno busca anularlo, no resulta, es irreprimible. Una canción que sea solamente binarios, va a contener una tensión innegable. Es un balance entre cuanto se oculta y cuanto se muestra.

-Hay un preocupación por lo visual en ambos. Por una lado, Föllakzoid trabaja con juegos de luces y una ambientación minimalista. Y Atom siempre ha mantenido una particular compostura en sus shows…

-Atom: Tengo muy claro que arte viene de artificial, entonces nunca me gustaron los artistas que pretenden ser “reales” o “auténticos”. El rock tiene mucho de eso, tipo Bruce Springsteen. Encuentro algo muy falso en eso, admiro que el arte sea artificial. El escenario ya te separa de la realidad, por decirlo de una manera, te pone arriba, elevado, haciendo un espectáculo, entonces no puedo pretender ser yo como individuo. Lo encuentro imposible. Yo me entretengo haciendo eso, jugar con esa distancia que da el escenario. Ahí puedes jugar con la comunicación con el público; jugar con el rol y ser provocador, o confundir. Eso para mí es comunicación, es que ocurra algo. Considero más interesante ser provocado que complacer. Los artistas que complacen los encuentro fomes. Complacer como parte del show, “todos con las manos arribas” o “juntos con las palmas”. Siempre me gustó mucho más la confusión, cuando vas a un concierto y dices “qué onda”. Eso lo encuentro mucho más rico que cuando te dan todo hecho y claro.

-Domingo: Lo nuestro tiene la misma motivación, que es minimizar el input de información para hacer más con menos. Pero tenemos que lidiar con lo tradicional, que es llegar a un club donde hay 80 focos que se mueven para todos lados, entonces para nosotros se trata más de controlar el desorden inherente de cualquier presentación y así hemos construido una estética muy basal, de ceros y unos, bien simétrica. Así hemos llegado a esta estética que está presente en varios conciertos y videos, que son en blanco y negro, con mucho humo, intentando lograr el mismo efecto con menos elementos. Ahora ya estamos trabajando con iluminadores y gente que entiende y les gusta el tema. Pero normalmente, llegamos a un club, elegimos las tres luces que más nos gustan, las ponemos en linea y listo. Y si no hay luces buenas, entonces todas apagadas, pero preferimos tocar sin luz a con una luz fea.

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-Qué va de esto de un alemán que encuentra una banda chilena cuyas influencias son, principalmente, alemanas?

-Domingo: En una de nuestras primeras tocatas en el Club Mist nos dijeron que nos parecíamos a Neu! pero nosotros no los conocíamos. Escuchábamos Sonic Youth, o Nirvana, que a su vez sí habían escuchado Neu! y habían traslado a sus beats y ellos a nosotros. Después conocimos estas bandas, y grabamos el primer disco con esa métrica -que es la misma métrica de la música electrónica. Nuestra fundación teórica de esas bandas alemanas, puede haber una sincronía de imaginarios; Fitz Carraldo de Herzog representa cosas de nuestra historia, que nosotros tenemos incorporadas por nuestro folclor, por la cordillera de Los Andes que presenta un patrón rítmico que está presente en nuestra música más realmente que la de músicos alemanes que estaban mirando Sudamerica. Nuestra estética proviene de Sonic Youth, hay un fenómeno más complejo, sin restarle mérito a Klaus Dinger o los inventores del Motorik.

-Föllakzoid ha tenido una gran presencia a nivel internacional, con participaciones en el Austin Psych Festival, Liverpool Psych Fest, Primavera Sound o ATTP, por mencionar sólo algunos. Sin embargo, su actividad en Chile ha sido más limitada, ¿eso es producto de las circunstancias, o por otra cosa?

-Domingo: La banda tiene 7 años y cuando empezamos tocamos en todos los lugares posibles habidos y por haber, bares chicos y toda la onda. Después empezamos a irnos de gira y dejamos de tocar porque no cuadraban los tiempos ni las ofertas. Pero a finales del año pasado decidimos tomar una política de sí a tocar y hemos participado del festival Neutral, Primavera Fauna, vamos a tocar en En Órbita, en el festival Matucana 100 y en Lollapalooza. Además de un show en Loreto y otro en La Roma. Entonces son una buena cantidad de shows en poco tiempo. Eso implica que sí vamos a dejar de tocar por un tiempo. Todo esto tiene que ver con los estándares del show, la idea es abrirse al publico.

-Fueron reconocidos por una serie de medios internacionales, como el New Musical Express, el NYT o el Washington Post, que hablaban de una escena psicodélica en Chile, de la que ustedes eran representantes, pero eso no tuvo demasiada repercusión acá, como si esa escena no existiera realmente…

-Domingo: Efectivamente fue así, de hecho yo vendía harto ese cuento durante las giras; me parecía entretenido. Me preguntaban “¿en Chile está todo pasando?” y yo les decía que sí, que estaba todo pasando, ¿qué podía decir?

-Atom: Siempre es así, tiene que ver con la visión desde afuera de lo que ocurre en un lugar. Mucha gente dice “en Londres está todo pasando”, pero vas a Londres y es igual, no hay nada diferente. Creo que tiene que ver con la representación de su propia cultura afuera y la imaginación de otra cultura, también desde afuera.

-Domingo: Cuando del NME me preguntaron por qué hacíamos space rock, y yo ya estaba aburrido de responder que no considerábamos nuestra música como space, entonces le dije que estábamos tan cerca del observatorio ALMA, que nos sentíamos cerca del espacio y eso influía en nuestra musica. Son bromas, pero en buena onda, son marketing lies.

-Ya tocaron una vez juntos, en New York. Ahora, para el Festival en Órbita, ¿que van presentar?

-Atom: Esa vez yo toqué tres canciones, ahora voy a participar en todo show y vamos a tocar el disco completo. No voy a hacer lo mismo que esa vez -porque no se puede- pero algo similar. Toco con un Korg MC-20, similar al que usé en el estudio cuando grabamos III, y es un sintetizador muy versátil, un poco crudo y que calza muy bien en la música de Föllakzoid.

-Domingo: Estamos muy contentos de tocar en En Órbita, tocar con los Jaivas me parece muy cool. Me gusta el line-up del festival, me gusta Death Medow, Dandy Warhols, Camila Moreno. Seguro va a estar muy entretenido.

Föllakzoid y Atom se presentan en el Sputnik Stage del festival En Órbita desde las 23:15 horas.