Fotografía: Sub Pop Records

No Age se graduó. Ya no es la banda de Los Ángeles que tocaba en el local de la esquina. En The Smell, el escenario que los vio nacer y donde solían dejar horas de trabajo para construir una comunidad artística abierta a todo público, ya no se les ve la cara. Literalmente, les quedó pequeño y últimamente se hace raro verlos en esta ciudad. Ahora se pueden ir de gira por Europa, vienen de visita, se suben al escenario con íconos del rock y no les queda tiempo para proyectos alternativos. Su nuevo disco, Everything in between (Sub Pop), vino con la marraqueta bajo el brazo.

Hace un par de semanas en el Hollywood Bowl (HB), uno de los centros clásicos de Los Ángeles, se escuchó por primera vez una buena dosis de ruido punk rock. Ahí normalmente toca la filarmónica o algo más cool como LCD Soundsystem. Esta vez fue el inesperado turno de Sonic Youth y Pavement. No Age se encargó de abrir el concierto.

Este cambio en el repertorio del teatro hizo reaccionar a los críticos de música. El periódico LA Times sacó en portada a No Age, dándoles un singular espaldarazo por sobre Sonic Youth. Aprovechando que estaban en Los Ángeles, Super 45 logró contactarse con Randy Randall, guitarrista del dúo, compuesto además por el baterista y voz Dean Spunt. Comenzamos la entrevista telefónica preguntando sobre este artículo, en el que se les nombra como la continuación de Sonic Youth.

-Eh, puede ser -responde incómodo Randy-. Creo que ambos metemos elementos estridentes. Veo un montón de diferencias en nuestra música pero entiendo cómo la gente puede caer en esa conclusión.

-¿Sienten que son representantes de la escena underground de Los Ángeles en estos shows  algo más elitistas?
-No lo he pensado de esa forma. Es difícil saber si somos representantes del underground de L.A. No buscamos representar nada, sino simplemente somos una banda más. Como todas las bandas, intentamos llegar un poco más allá. Pero fue grandioso tocar ahí, en un lugar tan representativo para la música. No creo que nos haya quedado grande. Creo que sonamos bien, que a la gente le gustó. Fue gracioso hacer el sonido de prueba. Me puse a tocar la guitarra y ensayé con un tema de Black Flag. Fue genial escuchar a Black Flag en un lugar tan prestigioso.

-¿Qué tal la escena musical de Los Ángeles? Se habló de un boom el año pasado…
-Creo que está cool. L.A. siempre ha sido un gran lugar y es hogar para nosotros. Es conveniente moverse a Los Ángeles, pero es más que nada el “sabor de la semana”. Los medios necesitan hablar de algo, así es que toman lugares y los conectan, pero no creo que la escena haya cambiado realmente. Ha habido mucho movimiento antes, ahora, y va a continuar así. Es una creación mediática.

-¿Cómo se sintió abrir para Pavement?
-Hicimos cuatro shows en el Medio Oeste y el de anoche fue el cierre. Fue impresionante, son muy buena onda. Haberlos visto en el escenario, haberlos escuchado desde un costado… Me recuerda tener 15 ó 16 años escuchando los discos en casa como un chico medio nerd. Fuera del escenario uno siente que algo así jamás va a suceder. Es un honor tocar con bandas con las que crecí. Es sorprendente.

-¿Por qué sucede esto ahora?
-Para ser honesto, no tengo idea. No era nuestro objetivo el ser la banda que abre para otras bandas de este tamaño. Trato de no pensar mucho… Es cool que suceda y vamos a estar bien con lo que se viene. Definitivamente es un honor tocar con ellos, pero no siento que tenga que verlo como la cima de mi carrera y que después de esto todo se viene cuesta abajo. Prefiero verlo como una parada en el camino.

-¿Y después de esto, qué?
-No lo sé: el gran misterio. Por ahora nos vamos a Europa por unas cinco semanas para luego regresar a la costa Este por unas tres semanas. Trato de mirar el presente y dejar que se desarrolle por sí mismo.


A pesar de encontrarse en una muy buena posición dentro de su carrera, No Age no deja de tener ese sabor a leche, a grupo de la cuadra. La voz de Dean Spunt casi no se escuchó en el concierto. Esto, a pesar de que en Everything in between se le dio a sus letras, por primera vez, un primer plano. Ya era normal que se perdieran entre tanta bulla. En vivo, su esfuerzo sigue escondido detrás de las guitarras de Randall.

Y como buen punk, Randall tuvo que comprar un amplificador usado para poder sonar bien en el Hollywood Bowl. Siguen haciendo el esfuerzo, siguen sin manager, siguen siendo ellos quienes hacen que las cosas sucedan. No Age, como su nombre lo dice, permite que todos sean parte de un mismo evento: hacer que el punk llegue a todos, incluso desde uno de los lugares cuicos de Los Ángeles.

-¿Qué pasó con The Smell? ¿Siguen aportando a su desarrollo cultural?
-De cierta manera seguimos siendo parte. Aun tenemos amigos que tocan o trabajan en The Smell. Me siento parte de esa comunidad, es sólo que pasamos tanto tiempo en la ruta que se hace difícil bajar como solíamos hacerlo.

-¿Les gustaría volver a tocar ahí o es muy pequeño?
-¡Oh, sí! Tratamos de tocar ahí antes del show en el Hollywood Bowl (HB), como una especie de calentamiento, pero el HB se molestó. Pensamos que sería gracioso porque,  vamos, es The Smell. No va a ser competencia con la gente que compra entradas para el HB. Son dos cosas muy distintas. Pero no les gustó la idea.

-¿Fue por ello que Sonic Youth mencionó a The Smell en el concierto?
-No sé por qué lo mencionaron. Sé que Thurston (Moore, voz y guitarra de Sonic Youth) tocó como solista ahí, por lo que creo que llegó un punto en que se conectó con lo que está sucediendo en el underground. Creo que estaba tratando de darlo a conocer.

¿En qué va el documental en el que trabajabas antes de sacar Everything in between, que trata sobre locales que permiten el ingreso a público de cualquier edad a sus recitales?
-¡Lento! Está en pausa. Todo lo que es material está filmado: las bandas, las entrevistas. Pero a comienzos de este año me tuve que salir del proceso para poder enfocarme y poder trabajar en el disco. Estoy acostumbrado al proceso de la música, donde piensas en una idea, escribes una canción y la puedes interpretar esa misma noche: gratificación instantánea.

-Después de haber visitado Chile ocurrió el terremoto. ¿Cómo reaccionaste?
-Fue terrible. Enviamos emails para saber si todo estaba bien. Nos dio susto, porque creamos muchos lazos con gente de allá. Fue un alivio saber que la gente que conocimos estaba bien.

Sin necesidad de preguntarle, Randy se despide con todo cariño deseando poder volver a Chile. Dice que disfrutaron inmensamente su paso por Latinoamérica, incluso con el detalle de que encontrar comida vegetariana fue toda una aventura. En su blog hay un par de fotos de lo que lograron comer, como una pizza condimentada con unas tristes hojas de lechuga.  Como siempre, lo tomaron con mucho humor.

Repase una entrevista a No Age, el comentario de su show en Santiago y las fotos que ellos mismos tomaron en su paso por Chile.

www.myspace.com/nonoage