Tras editar en febrero su segundo disco Noctuary, The Holydroug Cuple se fueron de gira durante un mes por Estados Unidos y México. Tocaron en el Austin Psych Fest, en el festival Normal y en varias ciudades norteamericanas. Junto con Follakzöid, se han situado como un referente de una comunidad de bandas y proyectos ligados a la sicodélica en todos sus lenguajes y crecidos bajo el nutritivo alero de BYM Records. Medios como The Guardian o el New Musical Express han publicado artículos en que se refieren a Chile como el “hogar del rock cósmico” gracias a ellos. El dúo formado por Ives Sepulveda (guitarra, voz, arreglos) y Manuel Parra (batería), ya se había dado a conocer afuera con su EP Ancient land (BYM, 2011), que fue distribuido en Estados Unidos por Sacred Bones —el prestigioso sello de Nueva York que tiene en su catalogo, además de Föllakzoid, a bandas como Crystal Stilts, Zola Jesus y The Men — y ya entonces comenzaron a sonar y a divulgarse por los extensos y herméticos dominios de los aficionados a esa extraña cosa que llaman sicodelia. Mañana compartirán escenario con Psychic Ills y Föllakzoid en Santiago, en uno de sus primeros shows “masivos” que realizan en nuestro país gracias a la campaña The Good Roadie.

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—Llegaron hace poco de una gira extensa por Estados Unidos; tocaron en muchos lugares y con diferentes bandas. ¿Cómo fue ese recorrido?

—La gira fue larga, porque estuvimos en muchas partes. Partimos en Austin y después a Monterrey, al festival Normal, donde tocamos como a las 5 de la tarde y había harta gente. En general, llegaba mucha gente que nos iba a ver. Después vino el South by Southwest, que era más desordenado: mil bandas tocando en todos los bares del centro de Austin, todos borrachos y todos los lugares llenos. Después seguimos en Nueva York donde fue distinto: tocamos en Mercury Lounge y en Death by Audio, las dos veces con Follakzöid, y las dos se llenó. Después arrendamos un auto y partimos por siete días, recorriendo por Chicago, Grand Rapids, Forth Wayne, Columbus, Milwuakee, Detroit, entre otras ciudades. Tocamos principalmente con bandas locales. En Chicago compartimos escenario con los míticos Warlocks, fue un recorrido intenso, porque tocábamos en la noche, carreteabamos, dormíamos y al día siguiente teníamos que partir temprano, con caña y con sueño, viendo el GPS para saber donde llegar. Lo único que conocimos eran los lugares donde tocábamos, donde comíamos y el camino entre una ciudad y otra. Nos pasó mucho, que llegaba gente especialmente a vernos, conocían las canciones y compraban hartos discos, a pesar de que los vendíamos más caro que en las disquerías..

—Diferentes medios, como The Guardian o el NME, los han ubicado como parte de una nueva escena psicodélica que ha surgido en chile los últimos años. Junto a ustedes y Follakzöid, se menciona a bandas como La Hell Gang, los Chicos de Nazca o Watch Out ¿Piensas que la percepción que hay afuera se corresponde con lo que realmente sucede en la escena local?

—Se imaginan algo más grande de lo que es. Mucha gente nos preguntaba con interés “¿Qué onda la escena de música sicodélica en Chile?”, yo les decía que no la hay tanto, no es como creen. Somos un grupo de amigos que tienen un sello con bandas que hacen todo a pulso. Al final, La Hell Gang o los Chicos de Nazca, son todos lo mismos. Nes (director de BYM, baterista de Hell Gang) mezcló varios de los discos; todo se comparte, somos como una comunidad de gente que se encontró, pero no una escena. Si no fuera porque estamos saliendo para afuera por medio de Sacred Bones, probablemente nadie nos pescaría, En verdad no hay disquerías, tampoco hay mucho periodismo musical especializado, ni revistas de música. La gente no va tanto a las tocatas ni compran discos. Sí creo que hay una escena nueva a nivel mundial, de la que habla el artículo del NME. Esa la creo: una generación de bandas que graban sus discos en sus casas, como Unknown Mortal Orchestra, Tame Impala o nosotros mismos. No sé si es tanto lo “psicodélico” lo que nos une -no saben qué nombre ponerle-, pero lo principal es una forma de ver la música estéticamente muy parecida.

—¿Como te acercaste al sello BYM (Blow Your Mind Records)?

—Yo soy de Santa Cruz y desde que estaba en el colegio que andaba en la misma: bajando música, escuchándola, armando bandas, leyendo cierto tipo de literatura, viendo cierto tipo de películas. Compartía poco eso porque no conocía mucha gente de esa onda y de repente fui acercándome a la gente que comparte en BYM, y todo fue muy natural. Creo que tiene que ver con que todos tenemos entre 23 y 25 años, y que el internet nos ha permitido bajar música, consumir lo mismo, eso ha sido paralelo para todos. Y el cambio de la tecnología que hoy te permite grabar en la casa, contribuye mucho a poder hacer música diferente.

—¿Como ha sido tu proceso creativo y de producción a lo largo de la historia de la banda?

—Yo aprendí a tocar solo guitarra. Mis viejos nunca me quisieron meter a clases. Entonces tomé una guitarra de mi abuelita y empecé a aprender. Después en el colegio, como a los 15 años, tenía bandas con mis compañeros, tocábamos covers de Nirvana y cosas así. Y siempre me gustaba lo de grabar. Mi primer método de grabación consistía en, primero grabar en una radio a cassette, con un micrófono y con un amplificador, una guitarra. Después ponía esa radio frente a otra, ponía play y tocaba encima. Entonces se grababa la guitarra en vivo y la que sonaba de la otra radio, y así sucesivamente. Y agarraba una estética muy buena. Después grababa con el computador, sin interfaz ni nada, grababa directo con el micrófono de la webcam o del notebook, todo muy lo-fi. Luego empecé con la Holydrug y al principio también grababa yo, pero después sentí que no me la podía. En esa época yo estaba metido religiosamente en lo análogo, en grabar en cinta, editar en vinilo y todo eso. De hecho, para el primer EP (Ancient land, 2011) que sacamos con Sacred Bones, mandamos la cinta a Nueva York. Eso lo grabó Nes. Y a mí me cargó. Nos demoramos como un año en terminar el disco, o más, porque eran ocho pistas, lo que te limita muchísimo para hacer overdubs o meter más guitarras o más voces. Tampoco te puedes equivocar porque la cinta, a la segunda o tercera grabada, ya va perdiendo fidelidad. Después para mezclar, tuvimos muy poco tiempo y al final dijimos “ya dejémoslo así”. Entonces nunca me terminó por convencer. Lo encuentro bueno, pero no me gusta.

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—¿Y como llegaste al método para grabar Noctuary? Porque en los créditos apareces a cargo de guitarra, bajo, teclados, efectos, percusiones, además de la mezcla del disco.

—Por lo que te conté, ahí me puse las pilas y empecé a aprender a grabar con un porta-estudio y un par de micrófonos, grabé todos los demos del Noctuary, ensayo y error. Cuando tenía una buena cantidad de canciones, desde Sacred Bones me dijeron “el disco tiene que estar acá el 25 de septiembre” y era junio. Entonces decidí que me iba a dedicar exclusivamente al disco. Estuve cuatro meses –desde junio a septiembre- metido en la casa, grabando con total libertad a veces después de un carrete. Como era invierno, con frío, era todo muy calmado. Me levantaba, tomaba desayuno y me ponía a grabar. Por eso el disco tiene algo melancólico, algo medio dreamy en su sonido.

—Después de todo lo que han pasado, ¿Cómo ha sido la recepción del público?

—El disco se ha vendido muy bien, ya lo reprensaron, o sea se han vendido como 3.000 copias o por ahí. Pero me hace más feliz cuando me meto a soulseek, por ejemplo, y veo que hay miles de personas que tienen el disco o lo están bajando; o en Last Fm también las estadísticas subieron mucho desde abril. A la gente del sello los conocimos en persona para la gira, en Nueva York, y nos hemos hecho amigos, tenemos muy buena onda. Creo que el 2015 vamos a sacar otro disco con ellos, pero antes tengo que sacar uno por BYM. Ahora estoy grabando en mi casa algunos demos y estoy buscando un taller para poner el estudio “bien”: con la batería, teclados, guitarras y dejar todo instalado para irme a trabajar ahí todos los días. Tengo tiempo todavía para preparar nuevo material.

—¿Cuáles son los planes para el resto del año 2013?

—Nos vamos de gira por Europa a fines de septiembre, durante un mes. Empezamos tocando en el Liverpool Psych Fest, que es el 27 de septiembre. Después vamos a estar en Alemania, Francia, España, Italia, Grecia, Holanda, Austria, Bélgica, Rusia, Republica Checa. Esto lo hacemos por medio de una agencia de booking que te organizan todo, nos arriendan una van, con un chofer-roadie, y como es una empresa que maneja varias bandas conocen a la gente de todos los locales. En Europa girar es más fácil porque los mismos locales te buscan alojamiento y se encargan de toda la estadía. Y la empresa también tiene todos los contactos, así que todo se ve muy bacán.