Nuestra corresponsal Soledad Liquori antes de un reciente show en Minneapolis conversó en exclusiva con The Walkmen, banda que nos visitará en el próximo festival Primavera Fauna y autores del sólido Heaven, uno de nuestros discos favoritos este año.

Fotos de Soledad Valdés Liquori

Tras la excelente recepción de Heaven, su séptimo disco, The Walkmen le han demostrado al mundo que les queda música para rato. Y valga el lugar común, porque eso era expresamente lo que querían demostrar.

Han pasado una década tocando juntos, se han casado y se han convertido en padres de más de media docena de niños. Algunos se han mudado a los suburbios. The Walkmen se hicieron adultos y decidieron ocultarlo a plena vista, transformando a Heaven en un álbum familiar.

Entre bastidores del mítico club First Avenue en Minneapolis y minutos antes de su concierto, conversamos con tres de sus miembros originales: Peter Bauer, Walter Martin y Hamilton Leithauser.

¿Cómo les va, chicos? ¿De dónde vienen?

Peter Bauer: De… St. Louis. No. De Milwaukee.

Las reseñas de Heaven están llenas de elogios. Algunos dicen que se trata de un álbum que viene a probar que The Walkmen no piensan desaparecer y, citando la canción que abre el disco, que “no serán vencidos”. ¿Entraron al estudio como a una batalla o con la intención de probar algo?

Peter Bauer: Sí, siento que arrastrábamos un cierto resquemor por bastante tiempo, las ganas de seguir existiendo y de hacer algo que valiera la pena. Esto es lo que cada uno de nosotros ha querido hacer toda la vida y, con este álbum, queríamos asegurarnos de poder seguir haciéndolo.

Me encanta el arte del disco. La verdad es que en su totalidad, Heaven se lee y suena como un himno o un legado dirigido a sus jóvenes familias. ¿Sienten que su audiencia más leal ha crecido con ustedes y tenían en mente a esa audiencia a la hora de conceptualizar el disco?

Walter Martin: Creo que nuestros fans son mayores ahora y que, en general, son gente más adulta que los fans de otras bandas. Se nos acerca mucha gente de nuestra edad a contarnos que nos siguen desde el comienzo o que han crecido con nuestra música. Me parece lindo que la gente nos cuente eso; es una bonita idea.

Pero, ¿tenían eso en mente al crear el disco?

Walter: Sí. Somos conscientes de que nuestros seguidores son un poco mayores ahora y de que es posible que ya no estén tan interesados en oírnos tocar tonterías o música demasiado agresiva ni hacernos los súper jóvenes. Tenemos eso presente a la hora de escribir.

Heaven suena bastante atemporal, casi “vintage”. Me preguntaba si eso es algo que buscaron desde un principio o que perfeccionaron en la etapa de producción.

Peter: La verdad es que fue algo natural, es la forma en que hemos progresado y el tipo de sonido que hemos desarrollado. Mucha de la música que nos gusta es antigua y si bien nuestra intención es hacer algo completamente nuevo con cada canción, no lo hacemos en respuesta a lo que se escucha actualmente o lo que es popular.

¿Cuál es el lugar o el escenario ideal para un concierto dentro de la gira promocional de Heaven? ¿Alguna preferencia?

Walter: Un teatro, la verdad.

Peter: Lo mejor es poder tocar en un lugar donde puedes subir y bajar el volumen y aprovechar la dinámica de la música, sin pensar en que tiene que oírte el tipo que se está comiendo un hotdog a 30 kilómetros del escenario.

¿Te parece que eso ha cambiado en los últimos años? ¿Les acomodaba tocar en lugares más relajados antes?

Walter: Sí. Cuando éramos más jóvenes y nos tocaba presentarnos en universidades, en lugares tipo fiesta de fraternidad ebria, lo pasábamos increíble y había una conexión visceral con el público. Pero no sentíamos que comunicábamos demasiado. Ahora es distinto… Nos acomoda tocar para una audiencia más atenta.

Y tú, Hamilton. ¿Prefieres un teatro a la hora de cantar?

Hamilton Leithauser: Sí, estoy de acuerdo con ellos. Todavía me divierte tocar en bares y lugares bohemios de vez en cuando. Pero nos han tocado demasiados conciertos de ese tipo. Ahora prefiero un lugar amplio con una acústica perfecta, un lugar en que los matices, los distintos volúmenes de los temas suenen bien.

¿Sientes que debes modificar tu forma de cantar dependiendo del escenario en que estás?

Hamilton: Completamente. Siempre depende de la acústica del espacio. Y del sistema de sonido.

¿Cómo fue trabajar con Phil Ek? ¿Les preocupó en algún momento que pudiera imprimir una estampa demasiado personal en Heaven, especialmente luego del éxito gigantesco de Helplessness blues, de Fleet Foxes?

Hamilton: No, la verdad es que queríamos ese sonido nuevo, y fue la principal razón por la que firmamos con él. Nunca nos preocupó demasiado que él pudiera sobre-producir el disco. Él es muy, muy bueno en lo que hace y no se entrometió donde no queríamos… Supongo que al principio nos preocupó que hiciera algo demasiado extraño, pero al final todo funcionó muy bien.

Entiendo que llegaron al estudio con más de treinta canciones. ¿Cómo reaccionó él a eso?

Peter: Sí, a él le preocupó un poco eso, porque no tener suficiente tiempo para trabajar. Así que nos hizo deshacernos de temas de inmediato.

¿Fue difícil?

Peter: No, no tanto. Creo que tenía razón en la mayoría de los casos, así que no fue tan estresante. Y luego, en lo musical, ya cuando empezamos a tomar decisiones respecto al sonido de la batería o la guitarra, estuvimos siempre de acuerdo. Nunca hubo momentos incómodos o en que alguien tuviera una ocurrencia y nadie le prestara atención.

Sé que tú vives en Filadelfia, Peter. Y tú Hamilton, vives en Brooklyn. La primera vez que los vi en vivo fue en Florida y cruzamos unas palabras al final del concierto. Yo acababa de estar en Brooklyn, y sabía que tú, Hamilton, estabas viviendo en Harlem. Recuerdo que te pregunté por qué no te mudabas a Brooklyn, y tú respondiste: “De hecho me voy a cambiar ahora”.

Hamilton: Vaya. ¡Eso fue hace mucho tiempo! Creo que me acuerdo de ese concierto. Fue en un bar estilo hawaiano (risas).

Exacto. Vives en Clinton Hill, ¿no?

Hamilton: Sí.

Es un barrio muy bonito. ¿Y tú Walter? ¿Dónde vives?

Walter: En Nueva York también.

Brooklyn se ha transformado en la última meca de la música “indie”. ¿Qué consejo le darían a una banda que está recién comenzando?

Peter: Mi consejo sería largo y tendido. Pero no creo que les interese oírlo (risas). No sé. Me parece una mala idea.

¿Empezar una banda o dar consejo?

Peter: Empezar una banda… (risas). Hay demasiadas bandas allá afuera.

¿Suena muy aterrador?

Walter: Las cosas son muy diferentes ahora a cuando nosotros comenzamos. Dudo que quieran recibir nuestro consejo. Probablemente tienen una mejor idea de lo que tienen que hacer que nosotros.

¿Qué le dirías a tu hijo si llega mañana y te dice: “Papá, estoy formando una banda”?

Hamilton: Le diría “No, ni se te ocurra” (risas).

Peter: Entre nosotros hay demasiada democracia y somos cinco personas, es difícil. Creo que mi consejo sería más bien hacer tu propia música y simplemente contratar músicos y despedirlos cuando se te antoje (risas).

Sé que fueron la banda principal en el festival Crossing Brooklyn curado por los gemelos Dessner de The National. ¿Hay alguna banda de la que se sientan mentores o que creen va a dar que oír?

Peter: Bueno, nuestro amigo Quentin (Stoltzfus) tiene una banda llamada Light Key, y algunos de nosotros tocamos en su álbum. Es buenísimo.

Hamilton: Hay varias bandas más jóvenes que nosotros con las que hemos tenido una estrecha relación o hemos sido muy buenos amigos y que han crecido muchísimo y les va increíble.

Walter: Sí, ¡se han vuelto enormemente famosos!

Hamilton: Y después nosotros tenemos que ir a pedirles que… (risas). Bueno, como Fleet Foxes o Vampire Weekend.

Walter: Bueno, con Fleet Foxes nos hicimos amigos cuando ya eran bastante famosos.

Hamilton: Está Beach House, que todavía no son tan, tan famosos.

Y sus mujeres. ¿Son amigas entre ellas?

Hamilton: Sí. Bueno, viven en diferentes ciudades, pero sí, son amigas, se ven seguido.

Uno de ustedes vive en Nueva Orleans. ¿Cómo funciona eso?

Peter: Funciona bien gracias a la Internet. Y tiene algo de refrescante, en especial porque hemos estado juntos por más de una década y ya conocemos la forma en que cada uno trabaja.

Por último, chicos, ¿qué nos pueden decir de su próxima visita a Chile?

Peter: No te imaginas lo excitados que estamos todos de visitar Chile. Si tenemos suerte, tal vez encontremos un lugar para quedarnos allá y jamás volver. Con respecto a cosas que esperamos conocer, me pregunto si hay algún lugar de interés relacionado con Roberto Bolaño. Soy un gran fanático suyo.