Yo La Tengo es lo que todos los que estuvimos en ese recital de febrero del 2001 sabemos. Es tres grupos o más en uno. Cada canción, un género; cada vocalista, un estado de ánimo. Versátiles en el estudio de grabación y en el escenario, Yo La Tengo sigue siendo la banda que busca a su público. Son leyenda viva. Sus relaciones con el resto de la escena musical actual lo confirman.

Por Marcelo Mena y Oscar Vega.

Conversamos con Ira Kaplan antes de un recital que dieron con Yo La Tengo en Grinnell, una pequeña ciudad en el centro de Iowa, y que él mismo advirtió no sería calmo como los discos recientes. Habló con sinceridad, siempre correcto y no quiso opinar por Georgia, a quien ama con devoción. Para qué queremos a Kim y a Thurston, si Super 45 estuvo con Ira y Georgia.

—Ira, para romper el hielo. ¿Qué tienes en los bolsillos?
(Risas). A ver, veamos. He estado coleccionando ciertas tarjetas, de gente y lugares que he ido juntando y que quisiera acordarme. La mayoría son lugares donde comimos durante la gira. Esta es de un restaurante donde fuimos a comer jaibas en Delaware. Ese estuvo bueno, a pesar de que las jaibas no eran frescas. Esta es de un tipo del que me ando arrancando. Esta es de un hotel donde fuimos en Asheville, North Carolina, de picnic. En Asheville también conocimos un representante de Moog. Me dieron el dato de un técnico, que supuestamente nos iba a asesorar un poco. Esta es de un hotel en Austin, Texas, donde nos quedamos una noche. Apareció trizado el parabrisas de la van, y les estamos reclamando que era culpa de ellos .Este es de un tipo de Miami, que quiere que toquemos en un festival allá, y lo estamos pensando ya que nunca hemos tocado en Miami. Este otro tipo me entrevistó y tiene una página web re buena.

—Cada banda tiene una historia de cómo se formó. En el caso de ustedes, su historia tiene un poco de historia de amor. ¿Cómo se formó la banda, y cómo se intercala la historia de amor tuya con Georgia?
Formamos la banda después de conocernos. Nos empezamos a conocer y estábamos en lugares similares en lo musical. Teníamos similitudes en los instrumentos que podíamos tocar bien, los que no tocábamos muy bien, y los que nos daba un poco de timidez tocar. Nos dimos cuenta que podíamos tocar juntos en forma cómoda. Teníamos hartos amigos en bandas que nos empujaban a seguir adelante. Luego superamos esa etapa. La historia de amor bueno es la historia de nuestra vida. Creo que la banda refleja mi vida con Georgia, y nuestra relación con James. Creo que la banda es reflejo fiel y cristalino de nuestras personalidades.

—¿Qué estás leyendo ahora, en este viaje?
No he estado leyendo mucho por dos razones. La primera es porque estoy leyendo un libro bien denso, y cada tres páginas que leo me quedo dormido. Estoy luchando por terminarlo.

—Bueno, es más barato que el valium.
(Risas). Bueno y tengo As the carrot and the stick esperándome, por si termino este. También empecé Shakey, la historia de Neil Young. Pero tengo que terminar este primero.

—¿Has leído alguna historia que te ha inspirado a escribir una historia en alguna forma en particular?
No en forma directa. Creo que el uso del lenguaje… El uso del lenguaje de otros autores. No hay correlación directa.

—¿Cuáles han sido los grandes autores que leído en tu vida, los que más te han influenciado?
He leído hartas novelas policíacas, las más modernas, incluyendo a James Elroy, a pesar de que las cosas nuevas que ha sacado no me gustan tanto como las antiguas. Me gusta como escribe Walter Moseley. He estado leyendo a George Pelecanos, que escribe historias policiales intercaladas con música popular, así que es bien entretenido leer que sus personajes van a un recital de Bad Brains. Bueno, en cuanto a escritores de rock, me gusta mucho Richard Meltzer. En realidad me gusta todo lo que escribe. Es muy divertido y además tiene un buen uso del lenguaje.

—¿Están orgullosos de ser parte de la cultura pop americana, ya que aparecieron en una de las portadas de The Onion (versión estadounidense del Clinic)?
Para serte sincero, sí. En particular por esa portada, en la que se observa que vamos más allá de la cultura alternativa. Me sentí muy orgulloso.

—¿Por qué crees que Yo La Tengo ha evolucionado a un sonido más tranquilo con el correr de los años, en particular en los últimos dos discos?
Ve el show hoy y dime si es tan calmo como los últimos dos días. No estoy seguro por qué salieron tan tranquilos lo último que grabamos. En Summer sun fue una elección deliberada, ya que dejamos tres canciones muy buenas fuera del disco, que no eran tan calmas. Quizás había algo en mí que quiso que el último disco fuera una aberración. Queríamos seguir la misma línea de And then nothing turned itself inside-out . Sería una reafirmación de nuestra música mostrada en ese disco. En general uno cambia, las situaciones son distintas. Lo más importante es que es algo que no cuestionamos. Así que como respuesta a tu pregunta, la verdad es que la respuesta no me interesa, porque no quiero saber por qué las cosas ocurren. Me gusta que las cosas ocurran en forma orgánica.

—Me imaginaba una respuesta por el estilo. Cambiando de tema, qué bandas crees que van a tomar la batuta que Uds. dejen cuando decidan retirarse de la escena.
Estamos muy entusiasmados con una banda llamada Bad Hygiene.

—¿De donde son?
De Maplewood, New Jersey.

—Cuéntame un poco de la serie de conciertos que hacen para Hannukah (festividad judía), en el bar Maxwell’s de Hoboken.
Hemos estado haciendo eso los últimos dos años. Tocamos las ocho noches de Hannukah y, para serte franco, han estado espectaculares. Son todos shows de beneficencia para distintas organizaciones. El show parte con un comediante, luego una banda y luego nosotros. Muchos de los shows tienen invitados especiales que nos acompañan en parte del show o solo una canción. Hemos tenido invitados de gran calibre. El primer año tuvimos a Terry Adams de NRBQ (New Rhythm and Blues Quartet) y a Jon Spencer. En cuanto a comediantes estuvieron presentes Janeane Garofolo, David Cross y el nuevo comediante de Saturday Night Live, Ferecito. El año pasado estuvo totalmente loco, con David Byrne y Ray Davies (de los Kinks), Ronnie Spector. Estuvo buenísimo.

—¿Fuiste alguna vez a campamentos de verano judíos? ¿De ahí viene el nombre Camp Yo La Tengo?
(Risas). A ver… No fui criado en forma religiosa, para nada. De hecho tocar en Hannukah, más que nada lo hicimos porque era divertido, además de estar cerca a la Navidad. Siempre decíamos, deberíamos tener una fiesta navideña. Luego dijimos, bueno todos hacen algo navideño. Hagamos algo para Hannukah. Luego eran ocho días, y bueno, se hacía un poco más complicado.

—¿Y estaban copados todos los shows?
Maxwell’s es pequeño. Bueno, con respecto a Camp Yo La Tengo, hemos hecho cosas parecidas, como President Yo La Tengo, así que se veía como una buena idea. De hecho hicimos una polera, como la polera oficial del campamento.

—¿Cuando escribes una canción, estás buscando que tus oyentes se den cuenta de algo en particular, mientras están quizás en su pieza, acostados, escuchando tu música?
Más ahora que antes. Cuando la gente empezó a prestar atención a las letras de los dos últimos años, me sorprendí. Antes la gente no no se había interesado tanto en las letras. Y las letras de ese disco, que fueron en su mayoría mías, sabía que eran más fuertes y claras que otras canciones que había escrito. La verdad que cuando se las mostré a Georgia, James, y a Roger (Martenot, el productor) no pensé que nadie más iba a darse cuenta. De hecho estaba bastante nervioso cuando se las mostré. Hubo hartos comentarios en las revistas en que se me dio la impresión que la gente estaba prestando atención de las letras. Pero la verdad es que intento no tener eso en cuenta. De hecho no imprimimos las letras. Si la gente pregunta, les respondo. Si alguien me pregunta qué era una palabra, siempre le respondo. Si me preguntan por una línea, les respondo. Si me preguntan por una canción, igual les respondo. Si me preguntan por un disco completo, les diré que no. Si es una pregunta limitada, siempre. Siempre quiero que la gente interprete las canciones a su manera. Claro que me decepciono cuando las malinterpretan, pero por otro lado me intriga cómo la gente interpreta las letras. Prefiero que la gente tenga que pensar un poco antes de dejar todo muy cristalino.

—¿Cuál es ese auto oxidado del que habla Georgia en la canción ‘Today is the day’? ¿Era algún modelo que manejabas tú?
Bueno, ella escribió esa letra.

—¿No era el tuyo?. Yo tengo un auto oxidado ahora mismo.
Creo que la letra es en parte autobiográfica y a veces no, dentro de la misma canción. No quiero responder por ella, por lo que no quiero responder, pero quizás es un auto que ella podría haber tenido, o podría haber sido nuestro. Todos han tenido uno. Como tú dices, es parte de lo que todos recuerdan como algo nostálgico.

—¿Cuál ha sido el disco más doloroso (painful) en grabar?
La verdad es que el disco Painful fue hecho con un calendario restringido. Había algunas cosas que estaban pasando que hicieron que el disco fuera un poco complicado. Esas cosas hicieron que el título Painful fuera atractivo y natural como título, más que nada como una coincidencia. Todos los discos tienen momentos en los que piensas que has echado todo a perder. Con el tiempo sólo se hace un poco más fácil enfrentarlo, porque sé que nos vamos a encontrar en esa situación. Esa situación en la que dices “este es un desastre. Hay que botar todo y empezar de nuevo”. Por lo menos ahora. Ahora recuerdo que a pesar de todo, siempre sacamos el disco adelante. La verdad nos hemos dado cuenta que esa situación es un estado de ánimo y no un evaluación objetiva.

—A los periodistas musicales les gusta andar inventando rankings, etc. Donde están Ira y Georgia Kaplan en comparación a otras parejas rockeras como Gordon y Thurston Moore (Sonic Youth), Alan Sparhawk y Mimi Parker (Low) y Sonnie Bono y Cher?
(Risas). Número uno, sin lugar a dudas.

—¿Cómo estuvo ese viajecito a Chile en 2001?
Desafortunadamente fue muy corto. Llegamos, fuimos al recital, fuimos a comer y nos fuimos al día siguiente. Decir que fue un viaje a Chile, sería exagerar. Para hacer factible el tour tuvimos que hacer todo muy intenso. Tuvimos que estar tocando todos los días. Pero el show en sí, y esto no lo digo solo por decirlo, fue el mejor show del viaje. Fue una noche muy especial. El escenario era bello, el público increíble…. de hecho una persona me rajó la polera. Se subió al escenario y me rajó la polera… (Risas). Fue un momento divertido para que pasara por una sola vez. No me gustaría que eso pasara a diario. Fue muy cool. Estuvo excelente.

—¿Te encajaron muchos cds?
No recuerdo que me hayan pasado mas cd’s de los que normalmente nos dan. Me gustó mucho la banda con la que tocamos esa noche, no me recuerdo su nombre.

—Los enmascarados de Monterrey.
Sí, tenían máscaras y eran instrumentales.

—¿Quién crees que es el mejor letrista de la música pop actual?
Me encanta Kurt Wagner de Lambchop. Por decir alguno.

—¿Quién tiene la mejor voz?
Es que me encanta Kurt Wagner. Voy a elegir a otro… Bill Callahan de (Smog) también. David Kilgour, de Nueva Zelandia. Tiene una forma de cantar tan emocionante. Es uno de mis favoritos. Bueno, no es nuevo. Ha estado hace rato tocando en The Clean.

—¿Qué importancia das al rol de las radios universitarias en distribuir música, y cómo ha evolucionado este rol con el tiempo?
No creo que sea el mejor para responder. Solo te podría decir que hay tan pocas formas de escuchar música, bueno históricamente, porque con la internet eso ha cambiado. De hecho ahora si buscas puedes encontrar siempre. Hay gente que pone la radio para escuchar una canción que no conozcan, pero la mayoría de la gente pone la radio para escuchar una canción que sí conocen. Bueno, en Europa siempre hablan con envidia de las radios universitarias de los Estados Unidos.

—¿Cuál es el mejor cover que han hecho para ese recital anual que hacen para la radio en Nueva York?
Hay algo de esos shows que hacen que no me acuerde mucho. Recién leí en una página web algo sobre una versión que hicimos de ‘Whiter shade of pale’ de Gary Booker. Georgia tenía un organito Casio y yo toqué batería sin saber la canción. Trataba de golpetear en forma pomposa. Y en esa página, que creo era www.procolharum.com, comentaban nuestra versión irreverente de la canción. El comentario decía que mi ejecución se podría catalogar como “batería sarcástica”. Y le encontré la razón porque me gusta la versión original, pero me gustó echarla a perder.

—Termina el verano chileno, pero se viene el verano estadounidense. ¿Qué canción recomiendas de Summer sun para que la gente maneje hacia la playa?
En realidad mucha gente dice que el disco no es muy veraniego. Yo digo que el verano no es solo una cosa. Los discos de verano, como cliché son una cosa, pero una canción no tiene por qué ser una canción de los Beach Boys ni una canción surfera, a pesar que me encantan los Beach Boys y la música de surf. Pero recomiendo ‘Honking down the highway’, por los Beach Boys del disco Beach Boys love you.