Sobre el oficio de DJ, su próxima presentación en Chile este Sábado 13 de Enero, los caminos a veces torcidos de la colaboración con otros músicos y más: el colorín habla en exclusiva para Chile con Super 45.

Erlend Øye tartamudea. Duda al escoger cada palabra, piensa lo que dice, y puede sonar pedante, a veces, como mucha gente que domina más vocabulario que el vecino. Hiperkinético. Lentes gruesos. Ropa pasada de moda pero reunida con gusto. Øye juega a ser el nerd, y al mismo tiempo se arrepiente de jugar el juego. Tenaz hasta la terquedad, dueño de una voz de somnolienta lucidez, Øye es algo así como el póster del chico sensible, agudo y luchador, modelo 2007: le sientan tan bien los beats propios como los ajenos, las guitarras como los sintetizadores, las cuerdas amplificadas como las del piano que va a tocar este sábado en Santiago.

– Antes de partir, ¿cómo se pronuncia tu apellido?
– “oh yeah???

– ¿Como en una canción?
– Como lo diría un gringo gordo, ja, ja. No, es broma. En verdad no me importa cómo lo pronuncien. Mi mamá y mi papá lo pronuncian distinto, así que da lo mismo.

– Hay cierta soledad, una tristeza central en todo lo que has escrito… ¿estás de acuerdo?
– Sí, creo que sí.

– Tu música tiene algo muy pensativo, sin importar lo mucho que tenga beats y sea buena para bailar.
– Sí, bueno, ésa es precisamente la idea, llevar el sonido de una banda, las ideas de una banda, a la pista de baile. Igual no funciona tan bien en una pista de baile, porque la gente que pone música, la gente que es DJ, a veces me ha dicho que tienen demasiada melodía, o que canto demasiado, o que son demasiado tristes, o qué sé yo.

– Quizás la pista no es su lugar.
– Quizás no las pistas de la gente que dijo eso.

– ¿Crees que la pista de baile es un lugar para meditar además de para bailar?
– Creo que lo que más importa de estar en un club es que es todo muy fuerte, y por lo mismo, es un lugar en el que puedes meterte muy dentro de tu propia cabeza. Al mismo tiempo, eso es lo agradable de estar en una pista de baile también, estás con mucha, mucha gente, pero en realidad estás solo dentro de tu cabeza.

32 Erlend Oye

– ¿Qué te parece esa experiencia? ¿No es un poco alienante?– No, no, no. Nunca fui esa persona que cree alguna gente, ese nerd que se sienta en un rincón y no habla con nadie. Tengo mucha confianza en mí mismo y me encanta hablar con la gente. Pero a veces, vas a una fiesta y no estás de ánimo, nomás. No sientes lo mismo que otra gente. También tiene que ver, quizás, con que yo no tomo ni me drogo.

– Sí, a veces hay que tomar algo para pasarlo bien en algunas fiestas. A través de los años, te hemos visto, o mejor oído, pasar de canciones intimistas a otras más para la pista de baile, y así y todo logras darle coherencia a tu trabajo. ¿Cómo lo haces?
– Hay un montón de ideas que tengo que prefiero no seguir hasta el final.

– ¿Cómo?
– Tú sabes, cosas musicales, tipos de canciones, ideas, que prefiero dejar ahí y no hacer.

– Pero a mí me parece que tú escoges precisamente lo contrario, hacerlas, no dejar nada de lado…
– Ok, déjame darte una respuesta diferente a esa pregunta. Creo que es mejor así: a mí me gusta mucha música distinta. Y creo que si estoy trabajando en un determinado tipo de música, y tengo que escuchar la misma canción una y otra vez, entonces es muy fácil que me aburra. Si no hay variedad en lo que hago, me aburro, y si me aburro, esa canción nunca ve la luz.

– Se puede oír una canción de tu disco Unrest, y una canción de Kings of Convenience, y es evidente que eres tú, sin importar si hay máquinas o pianos…
– Bueno, eso es porque yo estoy ahí cantándola. Mi voz es bastante limitada, la verdad, sólo puedo hacer determinadas cosas con ella. Y aprovecho cierta armonía, cierto estilo de ritmo, relajado.

– En Unrest pudiste reunir a un montón de músicos electrónicos y aun así lograste que pareciera el trabajo de una sola mano, cuando justamente no es el caso.
– Bueno, es divertido, porque cuando trabajé con Prefuse 73, por ejemplo, si hubiera dejado a Scott [Herren] hacer lo que quería, ésa canción hubiese sido muy, muy distinta. Creo que soy una persona muy fuerte, muy buena para reforzar mis opiniones si quiero. Conversamos mucho para que todo saliera como yo quería.

– Tu trabajo ahí fue un éxito de negociación.
– Si, cuando haces colaboraciones, tienes que ser claro con lo que quieres. Después de todo, yo era el que iba a promocionar el disco.

– Llevaba tu nombre.
– Sí, y a la vez tenía que ser un disco que tuviera sabores distintos, pero conectados entre sí. Así que sí, fue un largo y a veces duro proceso de negociación.

– Hace poco colaboraste con Jimmy Tamborello, en James Figurine ¿Cómo estuvo eso?– Ah, eso es otra cosa. Siempre que voy a Los Angeles me quedo en su casa, y hacemos música juntos. Es uno de mis trabajos favoritos, porque no hay nada de presión, estamos ahí, relajados, salimos a comer algo, damos una vuelta y hacemos canciones sin ninguna presión.

– ¿Crees que todas las colaboraciones deberían ser así, relajadas?
– Ja, ja, no. Bueno, depende de si quieres sacar algún disco en tu vida, o en dónde estás como músico. En el punto en el que estamos con Jimmy, podemos juntarnos, hacer música, y ni siquiera editarla, hacerlo por la diversión de tener ideas juntos. Pero para que las cosas pasen, tienes que ser pesado a veces con otra gente. Mucha gente puede tener grandes ideas, pero nunca logran llevar ninguna a cabo, porque para lograr eso hay que tener determinación.

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– Como DJ, ¿te importa que la gente baile?
– Claro, mucho. Eso me ha hecho un buen DJ, creo, porque me esfuerzo para que la gente baile y no sólo voy a hacer lo mío… bueno, estaba haciendo lo mío, pero me importaba que la gente bailara. Me gusta que algunos DJs tengan mucha cultura musical, y un DJ no tiene siempre que poner lo que la gente pide, si no, la música no iría a ninguna parte. Igual nunca me importó tanto ser un DJ y todo eso, nunca puse sólo música de baile. Trataba de sorprender a la gente con mis canciones. A veces me gusta cuando un DJ hace bailar a la gente, y a veces me gusta cuando no hace bailar a nadie. Es difícil decirlo.

– Sobre tu presentación en Chile ¿Exactamente qué vas a hacer en formato acústico?
– Algo de Unrest, algo de Kings of Convenience, algo de The Whitest Boy Alive, algunas canciones nuevas que he estado haciendo, y covers.

– ¿Cuáles son tus canciones favoritas?
– Tendrás que averiguarlo.

-¿Trabajas mejor bajo estrés?
– Todo el mundo necesita plazos, creo. Si eres tu propio jefe, te tienes que inventar tus propios plazos. Y cumplirlos. Se puede. A veces tienes que comprarte un pasaje en avión para ir a alguna parte y olvidarte un poco de las cosas que te distraen, pero se puede.

– ¿Y te ciñes a tus propios plazos?
– Seguro. No soy para nada un hippie relajado. Una vez una novia me dijo que yo era la persona más obstinada que conocía. Igual ahora ya no soy nada obstinado. Eso tiene que ver con que he sacado un montón de discos… y hecho un montón de las cosas que quería hacer. Al principio descansaba menos.

– Unrest.
– Entendiste.