Little Boots
Centro Cultural Amanda
Viernes 23 de noviembre

Fotos de Roberto Doveris

Con su breve pero sólida presentación en el Centro Cultural Amanda, la británica Little Boots logró persuadirnos de que su propuesta no es sólo un par de programaciones y buenas melodías, sino un verdadero despliegue de interfaces que conectan lo analógico y lo digital. Esto entrega a sus shows diversos matices en la interpretación musical, algo de lo que carecen las divas pop de índole más mainstream (como pudimos ver el pasado martes en el concierto de Lady Gaga), con demasiadas pistas pre-grabadas que no permiten el ingreso de la destreza, el azar y el factor sorpresa de una ejecución en vivo.

Con cinco singles de su primer disco y tres adelantos de la nueva producción, que prometió saldría muy pronto, el concierto sólo tuvo momentos altos y los pocos pero fieles fanáticos coreaban a todo pulmón los hits que se sucedieron uno tras otro. Canciones luminosas que junto a la personalidad fresca y acogedora de Victoria Hesketh, hicieron de la breve tocata algo muy cálido e intenso.

Abrió el show con “Stuckon repeat”, su primer single promocional, incluso antes de editar Hands (679, 2009), donde los teclados son los protagonistas y la dulzura de la voz encanta al primer acorde. Del mismo LP debut incluyó los hits “New in town”, “Remedy” y “Mathematics”, que a pesar de no ser un single hizo saltar a la masa que coreó su irónica letra de amor “geométrico”. Por lo mismo extrañamos el tema “Symmetry”, de la misma línea, dúo con Philip Oakey de Human League, que es una perfecta demostración de cómo la inglesa se retrae al synth pop y al dance de las últimas dos décadas.

Cerró el show con “Meddle”, donde sacó su acostumbrado Stylophone y con el hitazo “Earthquakes”, que fue al mismo tiempo el punto más alto del concierto. Las nuevas “Everynight I say a prayer”, “Shake” y “Headphones” fueron momentos especialmente interesantes, ya que aún tratándose de singles lanzados exclusivamente por la web, como adelantos de su futuro LP, los asistentes las bailaron y cantaron, sorprendiendo a la misma Little Boots a quien bautizaron como “botitas”.

Victoria agradeció la energía del público, y estaba bastante sorprendida que el público conociera su trabajo tan bien. Se veía particularmente entusiasmada y compartió con sus fans que tenían atiborrado el acceso al escenario, y que ya están plagando youtube con sus grabaciones del concierto. La noche fue como la misma Little Boots dijo en reiteradas ocasiones con un mal acento español: “bacán”.