Guitarras, velos de ruido, canciones de pop enterradas en ripio, en el fondo de un lago. Bucear para escucharlas. Ride siempre fue un deleite de pocos, y es el pasado el que lamentablemente gana en la cabeza al ponerse a conversar con Mark Gardener. Un disco en solitario, cinco con Ride, y la certeza de un asalto contra el mainstream que valió la pena pelear, incluso en aquellos días en que estaba trabajando en una construcción.

– ¿Se daban cuenta de que con Ride empezaban una revolución?
– No, la verdad. Estábamos juntos en la escuela de arte, nos gustaba mucho la música, juntarnos con Andy (Bell) después de la universidad a tocar algo. Cuando recuerdo esa época, recuerdo las bandas que nos gustaban, y que nosotros queríamos hacer algo distinto. Nos pasábamos meses en una sala de ensayo haciendo lo que más tarde serían las primeras canciones de Ride… nunca pensamos que estábamos empezando nada y no estoy tan seguro de que hayamos empezado alguna revolución.

– Bueno, desde nuestro de vista, sí. No mucho tiempo después, muchas bandas empezaron a sonar muy, pero muy parecidas a Ride…
– Sí, pero por esos días estábamos muy ocupados. Fue una época muy excitante, tocábamos muchos shows, casi todas las noches, y nos parecía que todo iba muy bien; cada vez más gente iba a vernos. Contactarnos con Creation Records fue excelente, porque era un sello que respetábamos mucho. Tuvimos una relación excelente con Alan McGee… y luego, tienes razón, aparecieron un montón de grupos que tenían una sola canción y que sonaban mucho como nosotros. Pero nosotros estábamos mucho más adelante que ellos, creo. Pero no sabíamos a lo que íbamos cuando empezamos con la banda, y esos primeros años fueron excelentes. El sentimiento era increíble, todos sentíamos que estábamos haciendo nuestros sueños realidad.

– Al principio de los 90s, ustedes eran uno de los grandes nombres de la parrilla de Creation Records. Luego las cosas cambiaron por la venta del sello, y la llegada de Oasis.
– Y el grunge, no olvidemos eso. Tampoco ayudó nada.

– ¿Qué es lo que más recuerdas de los buenos días de Creation?
– Particularmente recuerdo tener diálogo directo con Alan McGee acerca de todo. Es muy difícil que en un sello pudieras conversar de forma directa, pero eso era lo que pasaba en Creation. Alan hizo un gran esfuerzo para contratarnos y fue a muchos de nuestros shows. Nos hicimos muy buenos amigos. Como Creation era un sello muy chico, en el lado este de Londres, cada vez que ibas a la oficina había alguien de Primal Scream, o My Bloody Valentine, hasta Teenage Fanclub y gente así… siempre una reunión en las oficinas de Creation era algo así como media hora de negocios, y, de repente, te dabas cuenta de que habías pasado ahí la noche; despertabas al día siguiente. Siempre había fiestas. Era bueno, porque todos estábamos viviendo aquel mito del sexo, las drogas y el rocanrol, y fue un poco así durante los primeros años. Obviamente no podía durar para siempre; tenía que cambiar en un momento. Pero el espíritu de todos era hacer una declaración a los sellos grandes, demostrarle que podíamos hacer cosas interesantes a nuestra manera. Fue un tiempo increíble para nosotros.

– ¿Crees que el tiempo o los fans fueron ingratos con tu música? Hay mucha gente que ahora dice que siempre escuchó a Ride, pero si hubiera sido así, la historia de tu grupo habría sido diferente.
– Bueno, a veces me siento así cuando tengo que hacer otros trabajos. Sabes, a mí me encantaría vivir de la música, es lo que me gusta hacer, pero a veces simplemente no se puede. Y tengo un arriendo que pagar. Y sí, hoy me encuentro con mucha gente que me dice que le encanta Ride, pero nunca vendimos millones de discos. Cuando estuve viviendo en Francia me ganaba la vida haciendo trabajos de restauración para bancos, lo que quiere decir que tienes que hacer cualquier cosa: desde cavar una zanja, hasta mezclar cemento. Ahí pensaba “¿Qué pasó?”. Es raro, pero también es la vida. También me daba cuenta de que, como artista, tienes que hacer música que resista la prueba del tiempo. Mirando hacia atrás, creo que lo logramos, que dejamos nuestra pequeña marca en la historia de la música. Y, bueno, sigo vivo. Y hay gente que aun se relaciona con mi música. Ya pasé los treinta y aun hay gente que se relaciona con mi música.

– ¿No te sientes solo, poco escuchado?
– Había un libro sobre The Velvet Underground que estaba muy de moda cuando nosotros tocábamos, Uptight creo que se llamaba, y nos daba la impresión de que era imposible que un grupo como Velvet fuera tan influyente y al mismo tiempo tan desconocido. De hecho, estoy muy feliz con lo que pasó con Ride, de que ahora tengan un culto, por pequeño que sea. Creo que todo en la vida pasa por algo y yo no sería la persona que soy ahora si no hubiera sido por la historia de Ride. Y todavía tengo mucha hambre de música. Mi vida puede haber cambiado, puede que yo haya crecido, pero mi interés por hacer música no ha cambiado nada.

– ¿Te importa el reconocimiento?
– Nunca recibimos mucho apoyo de ninguna radio mainstream, ni entonces ni ahora… y con mi música en solitario pasa lo mismo; me escucha más gente de otros países, me llegan más comentarios de otras partes que de Inglaterra. Es interesante que alguien de otro país te diga que tu disco nuevo es su disco favorito, pero es raro también… es muy difícil que alguien acá te reconozca, por no decir que te apoye.

– Aquí pasa lo mismo.
– Igual, a mí nunca me importó mucho el mainstream. De hecho, si hay algo que me reconforta es esa sensación de pelear contra el mainstream, de dar la batalla… yo todavía estoy peleando.

Discografía:

Trabajos en solitario:
These Beautiful Ghosts (2005)

Trabajos oficiales con Ride:
Nowhere (1990)
Going Blank Again (1992)
Carnival of Light (1994)
Live Light (1995)
Tarantula (1996)

Compilaciones con Ride:
Smile (1990)
Cosmic Carnival (1994)
OX4: The Best of Ride (2001)
Ride Box Set (2001)
Waves (2003)