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Es parte del equipo tras el sonido de The Notwist, que trabaja a partir de una fractura electrónica de la música popular. Pero su interés por las máquinas conoce pocas fronteras, lo que lo lleva a explorar la música de baile como Console y una arista aun más fiestera como Acid Pauli. De sus múltiples personalidades, sus máquinas favoritas, y su sello, Smaul, Gretschmann habla más abajo, horas antes de subirse al avión que lo trae a nuestras tierras.

¿Cómo concilias tus participaciones en Notwist con tus proyectos personales? me parece que las ambiciones del grupo de los Acher y Acid Pauli son bastante contradictorias…
A primera vista, los dos proyectos parecen ser muy diferentes, pero al final es sólo música. Y si los tracks o las canciones están hechas con amor y pasión, entonces no importa qué estilo es. Esto es precisamente lo que trato de hacer como Acid Pauli, mezclar distintos estilos de música, que es lo mismo que pasa con Notwist. La diferencia es que Acid Pauli esta pensado como algo para la pista de baile.

No hace mucho nos visitó Taylor Deupree, que definió su música -y hasta su estilo de vida – como “minimalismo”. ¿Estarías de acuerdo con que lo que haces podría ser más bien “maximalismo”?
No creo ser tan minimalista, pero al mismo tiempo tampoco diría que soy maximalista. He tratado mucho de ser tan minimalista como, digamos, Richie Hawtin, pero siempre termino agregando algo a la mezcla, así que nunca me salen las cosas como esperaba al principio. Es un poco más complicado que eso.

El acid era un poco despreciado no hasta hace mucho tiempo. Como que la gente se avergonzaba de haberlo bailado a principios de los 90s, hasta que las reediciones de Stakker y cosas como el proyecto Analord de Richard D James volvieron a reavivar el género. Personalmente ¿le tienes cariño a ese sonido? ¿por eso escogiste explorarlo como Acid Pauli?
Mira, el nombre viene de que a mí siempre me han dicho Paul, y la primera vez que toqué techno con mi laptop, más o menos el año 2000, lo que hice fue básicamente construir un set con Rebirth, que es un programa con dos sintetizadores 303 virtuales y una 909. La mayor parte fue improvisada, y debe haber sonado bastante ácido, por los sintetizadores. Bueno, en un momento, mis amigos empezaron a gritarme “¡Aciiiid Pauli!”, lo escuché y dije “Wow, qué nombre más cool”. Así que esa es la historia de ese alias, no significa que sólo toque acid. Siempre me ha gustado el sonido de la 303, pero no creo que eso me encasille en un género. Llevo bastante tiempo haciendo música, y cada vez me importa menos lo de los estilos, o qué está de moda y qué no. Al final, todos los estilos vienen y van. Como dije, trato de combinar. Hasta no hace mucho, yo no tenía idea de lo que significaba acid, o house o techno. Cualquier cosa con hartos bajos yo creo que es techno.

Cuando compones, ¿Qué es más importante en tu proceso, el sonido o la estructura?
Normalmente recolecto distintas pistas o sonidos y me concentro más en la composición y la textura de todo. Trato de recolectar la mayor cantidad de sonidos posible y combinarlos de distintas maneras, así cuando llega el momento de arreglar el track puedo usar varios elementos de mi biblioteca de maneras diferentes. Es bastante difícil hacer que todo encaje en una canción. Debe ser por eso que mis temas no son tan minimalistas al final.

¿Qué te hace incluir un sample ajeno en un track? Hace poco escuché uno que tenía diálogo de Lucy Liu en “Kill Bill???…
Me gustó mucho esa película, la verdad, aunque aquí en Alemania la vi doblada. Cuando compré el disco con la banda sonora, venía este monólogo de ella, y me impactó mucho la manera en que dijo esas palabras, y ahí se me ocurrió incluirla en el track, no es nada tan complicado, la verdad.

¿Cuál fue el primer disco completamente electrónico que escuchaste?
Difícil decirlo… puede haber sido algo de OMD. Igual cosas como ‘Pump Up The Volume’ o ‘Bomb The Bass’ me pegaron bien duro. Eso fue por la época en que el sampling recién salió a la luz.

¿Cuál es la máquina que más te ha cambiado la vida?
Creo que el computador. En realidad el sampler y la ideología tras esa tecnología habían cambiado mi vida mucho antes, y siguen siendo algo importante para mí. Siempre uso samples en mis canciones, y hay tanto sonido interesante que vale la pena referenciar. Piensa en todos los discos que se han grabado en la historia… es increíble que exista la posibilidad de mezclarlos de maneras creativas.

Si tuvieras que escoger: ¿digital o análogo?
Digital! Porque creo que es el futuro, y que pasarán algunas cosas increíbles en el futuro. No me las quiero perder. Afortunadamente no tengo que escoger y uso un poco de ambos. No creo en el fascismo análogo, ni en el digital.

Háblame de Smaul Records ¿qué tan abiertos están ahora a nuevos fichajes?
Armamos ese sello con unos amigos para editar nuestras propias cosas, pero ahora que llegamos a la cuarta referencia tenemos un nuevo artista. La verdad no estábamos buscando gente nueva, pero yo conocía de antes a este tipo y me pasó un disco, nos gustó y lo editamos. Smaul es un sello para música de baile, pero no nos importa mucho el estilo, la verdad. Sólo tiene que tocarnos, tener alguna emoción, o energía. Quién sabe, con los años quizá editemos ambient, o coros de ranas, o cosas así.

¿Les interesa la mezcla de estilos en el material que editan o buscan ser una etiqueta dedicada a un sólo género?
Creo que nos interesa mezclar estilos para crear algo nuevo. En la música popular se ocupan apenas 12 notas y cada canción en la que puedas pensar ya ha sido escrita antes de alguna manera. Así que para mí la única posibilidad de crear algo nuevo es mezclar distintos estilos. Tratamos de hacer chocar estas cosas manteniendo mucho respeto por la música, no se trata aquí de andar demostrando cuántos estilos conoce cada uno, o cuántos discos tiene cada uno en su colección.

El público de recitales independientes, tiende a ser un poco fragmentado. No hay mucha gente que aprecie a partes iguales el indie y la electrónica, quiero decir. ¿Crees que tu trabajo podría crear algo así como un puente entre esos públicos?
No sé… pero alguna gente me dijo que normalmente no escuchan electrónica, pero que les gusta lo que hago como Console. También al revés, gente que no escucha muchas canciones llega a The Notwist porque ha escuchado alguno de mis proyectos. Creo que gente como Aphex Twin –por lo menos, lo que hacía al principio- ha logrado unir a un montón de gente muy distinta con su música.

The Notwist -y, en menor medida, 13 and God– son los proyectos en que participas que son más conocidos en Chile. ¿Que le dirías a alguien que, por algún error del destino, espera encontrar ese sonido en tu presentación como Acid Pauli?
Libera tu mente y tu trasero la seguirá.

Martín Gretschmann
Sábado 05.01
23:59. La Berenjena. Agustinas 676. Santiago Centro.
Entradas: $3000 (hasta la 01:00) $4000 (hasta las 02:00) $5000 (después de las 02:00).

Acid Pauli – Billy the Killy (dirigido por Luis Briceño)