Morrissey
Movistar Arena, Santiago
Domingo 26 de febrero de 2012

Algo distinto se sentía en el ambiente desde el ingreso mismo al Movistar Arena. Con un stand a favor de la liberación animal y la difusión del vegetarianismo, la “coherencia” del discurso de Morrissey marcó el veto de la comida chatarra en los clásicos puestos de hamburguesas y hot-dogs -limitados a la venta de snacks-. Tu artista nos prohibió de vender carne, manifestó un molesto vendedor ante una postura incomprensible para los ajenos a esta filosofía de vida.

Al interior del Arena, esperábamos con la clásica ambientación que tanto hace feliz a VJ Moz con esos invaluables videos de Brigitte Bardot, los Sparks y New York Dolls, encargados del místico rol de dar paso a la caída del telón y la presencia de Moz en el escenario, quien con un breve desplomo teatral, desataba el absoluto desenfreno de este primer acto en el que más de 14 mil almas, que entonaban al unísono “First of the gang to die”, caían rendidas a sus pies.

La complicidad fue inmediata y bastó la mención sobre la televisación de su show en el Festival de Viña para reafirmar que la rebeldía,  la manifestación y el sarcasmo siguen siendo posibles aún después de 30 años de carrera.

La fuerza de su voz, el envidiable manejo escénico de cada uno de sus movimientos, desde una mirada a una camisa rasgada a lo stripper trasnochado, hasta el uso del micrófono como un verdadero látigo, que una y otra vez (y a lo largo de 21 canciones), nos golpeaba en forma de canción en un halo de misterio, seducción e irreverencia.

Los puntos álgidos estuvieron marcados por los clásicos y las sorpresas que causaron escuchar “Alma matters”, ” There’s a light that never goes out”, “Please, please, please, let me get what i want”, “Everyday is like sunday” y “I know it’s over” y el inédito “Action is my middle name”, canción que forma parte de ese disco aún sin discográfica.

Sin duda una velada en que Moz demostró que sigue siendo capaz de trasformar al público y emocionarnos hasta las lágrimas. Desplegando una fuerza pocas veces vista, ante un Movistar Arena sin “movie-stars” pero embelesado ante la última estrella del pop, que en una hora y cuarenta minutos nos hizo sentir un poco menos miserables.

Te dejamos la galería de fotos del show, tomadas por Rodrigo Ferrari y que también puedes ver y compartir en Facebook.