Seamos realistas y no pesimistas como dice Moz. Hay miles de motivos para ver un show suyo. Sin embargo, hemos resumido las opiniones de Rodrigo Ferrari, Claudio Ruiz y Pablo Rosenzvaig para lograr 10 razones para no perderse su próxima visita a nuestro país.

La venida de Morrissey a Chile ha entusiasmado a varios acá y -tras leer una pobre nota en un medio digital- decidimos reflexionar sobre las razones que nos han hecho, incluso, comprar tickets y pasajes a Viña para verlo actuar en la concha acústica de la Quinta Vergara. Insisto, hay entusiasmo y queremos darle un poco más de sustancia a esa reflexión, si es que aún estás dudando de ir o no a una de las dos presentaciones que Moz dará en Chile.

1.  Se ha escrito que la diferencia entre ver en vivo a los Smiths y a Morrissey es que el espectador pasó de la adoración por una banda, definitivamente a la “idolización” de una persona. Porque la estatura de este bardo de las cosas simples, está a la altura de un Wilde, un Bowie, un Dean o un Dylan. Como alguien escribió por ahí, ir a ver a los Smiths hubiera sido como ir a ver al equipo de tus amores donde Moz llevaba la jineta de capitán. Pero ver a Morrissey es lo más cercano que tendremos de ver al Papa y besar su anillo. (RF)

2. Además del artista sobre el escenario, Morrissey es también su fanaticada, la que aún ve en escena al líder de los Smiths, llevando siempre sus letras a un literalismo de niveles ultramontanos. No por nada tras la edición de Meat is murder (Rough Trade, 1985), el vegetarianismo subió de manera considerable entre los jóvenes ingleses. Ellos son (somos) una secta religiosa armada de tulipanes. Un statement en sí mismo. Cuenta la historia que tras la separación de los Smiths en 1987, un fan norteamericano secuestró una radio de Denver, Colorado, con Dj y todo, obligándolo a pasar durante 5 horas sólo canciones de la banda de Manchester. Una historia tan absurdamente épica, como probablemente falsa. (RF)

3. Quizás existan pocas bandas que sean capaces de plasmar en sus letras aquella feliz desazón que es capaz de poner Morrissey en cada uno de lo singles que han marcado la carrera de los Smiths y la de él como solista. Esa morbosa fascinación porque te hagan pedazos el corazón y tus sueños, incluso hasta la muerte. No hay versos más depresivos, melancólicos, pero a la vez esperanzadores que los de Moz, porque finalmente terminas viéndote a ti en cada una de esas historias, dándote cuenta que no solo Dios sabe que eres miserable. También Morrissey lo sabe, porque él es un feliz miserable también. (RF)

4. Una de las razones más importantes para ir a ver a Morrissey es una que no sale en ninguno de los diarios que se están apurando para saber quién es ese hueón que viene a Viña. No es que sea vegano ni se trata de las mil cosas que podrían decir de él que tienen que ver con la vida pública. A Morrissey de partida se le debe gran parte de la ironía que muchos de estos periodistas que le ponen estrellitas a los discos, ya se las han puesto al brit pop por años de años. Que hablaron del common people antes de saber qué mierda significaba poner de una vereda a Wilde y de la otra a Keats o Yeats.

Dicho lo anterior aquí va una de las razones más importantes: Morrissey jamás se vendió ni se adaptó a su público sino que siempre ha sido al revés y cuando hablaba de Wilde nunca habló en pasado, sino que siempre en presente. En el día de hoy sería algo así como tú estás en la vereda de Benedetti y yo de Pizarnik, o tú quieres la autoayuda y yo quiero ayudarme con canciones que voy a traducir solito aunque no haya nacido en un colegio bilingüe. (PR)

5. Morrissey es de esa gente que inventó gran parte de lo popular del pop inglés que escuchas hoy pero pasado por cloro. Pop con ideas y consecuencia. Pop con más huevos que mucho del rock que escuchas hoy. Pop de ese que te obliga a entender las letras antes o después de que te gustó el estribillo. Por eso hay tanto fan ctm. Porque escuchar a Morrissey es también leerlo. (PR)

6. Hay muy pocos solistas que después de la separación de su grupo, siguen dando que hablar más por lo que hacen que por lo que no hacen. Y la supuesta “asexualidad” y “veganismo” y sus “caprichos” suelen ser excusas del pajero que no quiere escuchar atentamente lo que Morrissey viene diciendo hace siglos.  Morrissey nunca fue de esos aunque no superó sus primeros discos. Nunca le dio la razón al VIP y llamó a su primer disco que fue éxito de ventas absoluto “viva hate” y ya en su debut decía cosas como estas:

“Ordinary boys, happy knowing nothing happy being no one, but themselves Ordinary girls, supermarket clothes who think it’s very clever to be cruel to you”

¿Qué es un debut hoy? Marketing primero y segundo no caerle mal a nadie y si le caes mal a alguien que se entienda bien el negro y el blanco y el amigo y el enemigo.

Bueno, Morrissey es todo lo contrario. Tiene 30 hits pero todos son del estilo “la rubia tarada” cantada también por una rubia tarada. De hecho “Suedehead” que fue su hit casi máximo terminaba con una especie de oda antistalker o paparazzi:

“You had to sneak into my room ‘just’ to read my diary was it just to see all the things you knew I’d written about you? and…so many illustrations I’m so very sickened oh, I am so sickened NOW “

En el fondo es alguien que hace del pop ese lugar no complaciente que casi ya no existe. (PR)

7. Ya en The Smiths siempre supo ser el eslabón perfecto entre la poesía y el rock. Y jamás renegó de eso. Y sabemos que morirá en la suya. Y no queremos que muera. Y yo por lo menos no lo abandonaré nunca ctm. (PR)

8. Porque lo queremos a pesar de sus fans. Queremos tanto a Morrissey que lo escuchamos y nos sabemos sus letras y estribillos de memoria aunque no nos podamos poner pitillos, aunque nos guste la carne, aunque estemos tan lejos de Manchester y aunque nuestras mechas rebeldes aborígenes hagan imposible homenajearlo con un jopo. Aunque tengamos que soportar a sus afiebrados fans, estaremos allí. (CR)

9. Es difícil pensar en un personaje de los últimos treinta años que sea capaz de ilustrar mejor no solo la estética sino también la actitud de lo que queda de la cultura independiente. Morrissey mezcla en cantidades precisas una cuota de desprecio, otra de autosuficiencia y mucho de la moral hazlo tú mismo (pero hazlo como quieras) para la construcción de un personaje que, pese a estar lleno de mañas, se nos hace extrañamente familiar. (CR)

10.- ¿Habrá otro artista que, de manera global, y sin agachar la cabeza ante las presiones de la industria discográfica, tenga la reconocida influencia que tiene el ex-The Smiths en la música de las últimas dos décadas? Period. (CR)

Las citas ya están agendadas. El viernes 24 de febrero, Morrissey se presentará para cerrar la tercera noche del Festival de Viña del Mar, compartiendo jornada con Salvatore Adamo. Luego, el domingo 26 de febrero también se presentará en el Movistar Arena. Para ambos shows se pueden adquirir entradas a través del sistema Punto Ticket.

Valores
24 de febrero Festival de Viña De $16.800 hasta los $169.800

26 de febrero Movistar Arena Tribuna: $ 18.000 Platea Alta: $ 26.000 Platea Baja Silver: $ 38.000 Platea Baja Golden: $ 48.000 Cancha General: $ 35.000 Cancha VIP: $ 60.000 (todos valores más cargo por servicio)

Revisa también el 5fav que hicimos con nuestras canciones favoritas de The Smiths desde este enlace.