Desde hace un tiempo que en materia musical estamos en época de reuniones: The Pixies, Rage Against the Machine, My bloody Valentine, Crowded House, Smashing Pumpkins y The Police son un ejemplo de esta tendencia. Este dossier está dedicado a otra de las grandes reuniones del momento: la de The Jesus and Mary Chain.

Desde que empezaron a circular los rumores del regreso de la banda para tocar en la edición 2007 del Coachella Valley Music and Arts Festival, la noticia se extendió como reguero de pólvora en fansites, blogs y sitios especializados.

La octava edición de Coachella se viene en grande. Tres días de música con más de 20 bandas por jornada y con un line-up que promete. Los pases para todas las jornadas están agotados. Y es que Coachella tiene su gracia particular: su especialidad es juntar bandas disueltas y para esta ocasión logró resucitar a tres: Crowded House, Rage Against The Machine y la que más nos compete: The Jesus and Mary Chain.

Ahora, una revisión de por qué vale o no la pena envidiar a quienes estén el 27 de abril en el concurrido valle de California.

1984: los inicios

Para muchos, los 80 son una década nefasta en lo musical. En medio de este ambiente aparecen en escena Jim y William Reid, pilares de The Jesus and Mary Chain. Inspirados por el punk rock, los hermanos Reid crearon la banda a la medida de sus propios gustos musicales. Todo comenzó cuando despidieron a su padre del trabajo y él les dio dinero “para comprar un auto y de esa manera ellos podrían conseguir un empleo”, pero en vez de eso, se gastaron la plata en la maravilla tecnológica del momento: un portaestudio.

La banda se completó con Douglas Hart y el baterista Murray Dalglish. Jim Reid asumió como vocalista principal -a pesar de que creía que no podía cantar-, sólo porque él tocaba peor la guitarra que su hermano William.

Murray Dalglish fue rápidamente reemplazado por Bobby Gillespie, quien tuvo la idea de mandarle un demo a Alan MacGee, director de Creation Records. Tiempo después este sello lanza su debut single ‘Upside down’.

JAMC impactó por muchas cosas: su sonido potente, sumergido y distorsionado, sus letras agresivas y una característica actitud “a-la-mierda-con-todo”, postulado que incluía a sus fans. Pero sin duda una de las cosas que más notoriedad les proporcionó fueron sus primeras presentaciones en vivo, donde esta fuck you attitude quedaba muy en claro: conciertos explosivos y caóticos de no más de 25 minutos –“Nunca ha habido un grupo lo suficientemente bueno como para tocar más tiempo”, decían-, donde los Mary Chain solían tocar de espaldas al público. Estas tocatas siempre terminaban en disturbios.

Pero lo de tocar de espaldas no era tanto por desprecio al resto sino una táctica asumida: “Sobre el escenario, somos uno de los grupos más sexys que puedas imaginar. Tres de cuatro tipos razonablemente jóvenes, vestidos de cuero dando vueltas y mostrándoles sus traseros a la audiencia. Todo lo que sé es que conseguimos toneladas de chicas gritando”, se jactaba Jim Reid.

Más allá de toda la mítica que ahora rodea esos primeros shows en el universo indie, había detrás un acercamiento primitivo a la música, sensorial y corporal más que técnico, un “querer sonar como”, prescindiendo de la noción de notas y acordes. Los hermanos Reid no tenían ningún conocimiento musical y grabaron su primer LP sin saber cuales eran las notas en una guitarra y más aun, sin importarles siquiera. Para Jim Reid “las guitarras se ven bien. Es eso por lo que nos preocupamos realmente. Se ven bien, hacen buenos sonidos. No necesitas sentarte y aprender a tocar la maldita cosa. Eso serían tres o cuatro años de tu vida desperdiciados”.

La combinación de su sonido y actitud hicieron que se propagara en el circuito musical la idea de que los JAMC habían reinventado el rock: “En 1984, con la canción ‘Upside down’, dieron el puntapié inicial a todo un movimiento en el rock ‘n’ roll con su retroalimentación, actitud y melodías. Ellos cambiaron el paisaje y puedes escuchar su influencia en los Stone Roses, Oasis y The Libertines, aunque estas bandas se den cuenta de eso o no???, dijo hace poco McGee, pasando por alto a los súper jesusandmarychainianos Black Rebel Motorcycle Club.

1985: Psychocandy

psychocandy.jpg

A pesar de toda la supuesta devoción que McGee sentía por los Mary Chain, en 1985 se mudan a Blanco y Negro, subsidiaria de Warner donde lanzan su primer LP Psychocandy. La receta de Psychocandy es la siguiente: el sonido de The Velvet Underground y The Beach Boys, notorias influencias musicales de los Reid, metidos en la juguera, bien distorsionados y con harto eco. Los Mary Chain escribieron canciones pop encubiertas bajo una gran pared de ruido y a la crítica y los fans les pareció estupendo.

La distorsión de la guitarra, los aullidos y un ruido envolvente en ‘Never understand’ conviven con melodías suaves como en ‘Just like honey’, creando una especie de marca registrada que tuvo una gran influencia en la música que vendría después.

La actitud de chicos malos también fue una de sus más notorias características y es que los Jesus and Mary Chain siempre estuvieron rodeados de polémica: arrestos por posesión de drogas, cancelación de shows y prohibiciones de tocar en algunas ciudades del Reino Unido por cosas tan anti aristocráticas como decir garabatos sobre el escenario. Pero los problemas relacionados con la banda existían incluso en su propio sello discográfico. El lado B de su tercer single ‘You trip me up’, llamado originalmente ‘Jesus Fuck’, fue cambiado forzadamente al menos incendiario ‘Jesus Suck’, a causa de que el título original fue considerado obsceno y blasfemo por algunos miembros del staff del sello, por lo que se negaron a promocionarlo.

1987: Darklands

darklands.jpg

El segundo LP trae algunos cambios consigo: Bobbie Gillespie dejó la banda para dedicarse exclusivamente a Primal Scream y en vez de ser reemplazado por otro baterista, una máquina ocupó su lugar. En Darklands el lado más pop de los Mary Chain queda absolutamente al descubierto, mientras William Reid asume el rol de vocalista principal demostrando que posee un tono ligeramente más melancólico que su hermano. El resultado de toda esta reestructuración es un sonido mucho más melódico, donde se deja de lado la estrategia de la pared de ruido para darle más espacio a sonidos más armoniosos.

La encantadora y muy feliz ‘Happy when it rains’ tuvo gran repercusión, hasta tal punto que se puede hacer una asociación entre ésta y la sospechosamente parecida letra de ‘Only happy when it rains’ de Gargabe. Sin comentarios.

Después de aventurarse con un par de shows en vivo sin baterista y comprobar que no daba resultado, John Moore -quien más tarde formaría a Revolution 9 y Black Box Recorder- se integró a los Mary Chain en 1988, iniciando una cadena de cambios seguida por Dave Evans, Richard Thomas y Steve Monti. En 1990 Douglas Hart también dejó la agrupación. La formación de JAMC fue una fluida sucesión de cambios de guitarristas, bajistas y bateristas, reclutados para actuar en shows en vivo o programas de TV, desechabilidad que sólo tuvo como excepción a los hermanos Reid.

En noviembre de 1987, Jim Reid fue arrestado en Toronto por agredir a dos de sus fans con el pedestal del micrófono luego de haber sido escupido en una presentación en el club RPM. Fue dejado en libertad después de demostrar que era violento pero filántropo, teniendo que pagar 500 libras al Ejército de Salvación.

La banda llegó a ser tan popular que hasta Dolly Parton terminó invitándolos a su programa de TV (si sabía o no quienes eran es otra cosa).

1989: Automatic

automatic.jpg

Con su tercer álbum de estudio, las cosas ya no estaban yendo tan bien. Otra vez sin la presencia de un baterista de carne y hueso y además con la realización de los bajos por parte de un teclado, la banda se redujo única y literalmente a los hermanos Reid. El resultado fue un disco de menor calidad, monótono y con un sonido más agresivo y tosco que Darklands. Sin embargo este álbum también tiene sus puntos altos: ‘Head On’, canción de la cual los Pixies hicieron un cover en su disco Trompe le Monde, y el tributo a Bob Dylan ‘Blues From a Gun’.

A pesar del retorno a un sonido más violento en Automatic, la actitud de los Reid discurrió por un camino opuesto, siendo cada vez menos agresivos y con una notoria disminución de la violencia asociada a sus shows.

1992: Honey’s Dead

honeys-dead.jpg

En Honey’s Dead los hermanos Reid parecen haber retomado la potencia y la irreverencia de los primeros años, hecho que se confirma en el single ‘Reverence’ y su (otra vez) polémica letra “I wanna die just like Jesus Christ, I wanna die just like J.F.K.???, canción que fue prohibida tanto en las radios como en la televisión.

Afortunadamente en Honey’s Dead las máquinas son reemplazadas por un baterista de verdad en la mayoría de los tracks (Steve Monti) y el retorno a su sonido más característico culminó en la entrega de un disco mucho mejor que el anterior y que hizo guardarse sus malas críticas a todos los detractores de la banda. El aporte de Monti fue crucial en la recuperación creativa y sonora que había mostrado un declive en el disco anterior, por lo que en cuanto a su participación Monti puede ser considerado como un nuevo Gillespie. Sin embargo y aunque los discos puedan seguir siendo bien recibidos, la fórmula efectivamente se está empezando a agotar y es que llega un momento en que uno se da cuenta que los Mary Chain han estado componiendo las mismas cinco canciones desde que nacieron como banda.

1994: Stoned & Dethroned

stoneddethroned.jpg

En el quinto álbum de estudio de los hermanos Reid, el sonido sigue un camino completamente distinto al agresivo y distorsionado de sus anteriores discos, retomando una dirección mucho más acústica y apacible como la esbozada en Darklands.

El hecho de que William Reid estuviese saliendo por esa época con Hope Sandoval (de Mazzy Star) fue muy beneficioso porque aprovecharon de utilizar su melodiosa voz para cantar a dúo con Jim Reid en ‘Sometimes Always’. Otra voz invitada es la del etílico Shane Macgowan de the Pogues en el track ‘God Help Me’. Además y por primera vez desde Psychocandy, la banda graba este disco con una formación completa y sin intervención de máquinas, estando nuevamente presente Steve Monti en la batería.

Es en este disco donde queda más en evidencia el lado pop de las melodías de los Mary Chain, hecho que se resalta con la cálida vocalización de William Reid. El clima general es de un maduro letargo, que queda de manifiesto en el título de álbum: “volados y destronados”.

1998: Munki

munki.jpg

Después de cuatro años sin sacar nada nuevo, los JAMC lanzan Munki bajo el sello Creation, luego de que Blanco y Negro rechazara el disco. “Es gracioso porque la idea para este álbum era que entramos y lo sacamos en tres semanas, para luego lanzarlo un mes después. Nos dimos cuenta que nunca habíamos hecho un disco que sonara como si la banda llegara, se armara y empezara a darle, y eso era lo que queríamos hacer. Y luego se convirtió en una pesadilla. Comenzamos con algunas canciones y luego no volvimos a ellas por alrededor de un año. William y yo casi terminamos matándonos durante la realización de este álbum”, dijo en una ocasión Jim Reid. Pero a pesar de todo el trabajo y esfuerzo invertido en Munki nada dio resultado, pues el álbum aparece como un refrito de la antigua fórmula mágica, hecha y rehecha, pero con la diferencia que esta vez no funcionó para nadie. La relación entre los hermanos Reid estaba hecha pedazos y Munki fue su último disco antes de la disolución de la banda.

En 1998 JAMC andaban de gira y los ánimos estaban bastante revueltos. El 12 de septiembre, William tuvo una discusión con el guitarrista Ben Lurie justo antes de tocar en el Los Angeles House of Blues en un espectáculo con todos los boletos vendidos. Luego y durante el show, la discusión fue entre los hermanos Reid, lo que terminó con William dejando la banda. Ese show fue considerado como una de sus peores apariciones en vivo, tanto así que se le reembolsaron las entradas al público. La banda terminó su gira americana y japonesa sin William, pero la separación de los Mary Chain no fue oficial hasta octubre de 1999.

Envejecer con gracia

El 22 de enero de este año se dio el anuncio oficial de que The Jesus and Mary Chain se reunirían para tocar en el Festival Coachella. El line-up incluirá además de los hermanos Reid, a Loz Colbert -ex Ride-, Phil King –ex Lush- y Mark Crozer, o lo que es decir lo mismo, todos los músicos que participan en el proyecto solista de Jim Reid más William Reid.

Es lógico tener sus dudas con respecto a qué pasará con el futuro de los Mary Chain considerando distintas variables: 1) debido al pobre final que tuvieron con Munki 2) se separaron porque ya no se aguantaban 3) los 80 y su época de pelos escarmenados quedó atrás hace tiempo y el único que parece no haberse dado cuenta aun es Robert Smith 4) ¿Hay más caminos creativos posibles y aceptables en una banda con semejante trayectoria? Lo más probable es que sí, porque uno siempre termina aceptando este tipo de refritos en sus bandas favoritas. (O si no remítase a lo que sucede hoy con Belle & Sebastian).

Si bien para algunos las reuniones sirven sólo para volver a ver con nostalgia a las bandas que uno admiró cuando era joven, pero que no tienen nada nuevo que ofrecer, para otros sí es posible envejecer con gracia.

Por lo menos en 1992 Select Magazine publicó: “William Reid cree que los Mary Chain sólo serán completamente apreciados ocho o nueve años después de su separación?”. Pues bien, la hora de la verdad ha llegado

Opiniones sobre el regreso

Lo que se dice en en casa…

Para Jaime Baeza, el sempiterno conductor de Perdidos en el Espacio, la cosa es confusa: “Siendo uno de mis grupos favoritos la verdad es que la reunión me hace entrar en conflicto… Creo que los JAMC pertenecen a una época que no es ésta, son casi un concepto desde lo musical, ideológico y visual (…) jóvenes rabiosos, iconoclastas, hijos de vecinos que se cagaban en todo el mundo de una manera sórdida y autodestructiva. En sus canciones eran líricamente más violentos que cualquiera de los tracks de los Sex Pistols o más sexualmente sádicos o retorcidos que cualquier track de los Depeche. Es obvio que no va a ser lo mismo”.

Ottavio Berbakow, uno de los cerebros creativos de los desaparecidos LEM, hombre tras el proyecto electrónico Esqueleto y reconocido fan de los Mary Chain, tiene una visión más optimista del asunto: “Sobre las reuniones en general no tengo una opinión negativa, soy de la idea que mientras tengan algo para ofrecer, en términos de sonido o puesta en escena, es completamente aceptable y se agradece. (…) Como músico, estoy muy influenciado por ellos, me encanta el sonido sumergido de los primeros discos, y también el rockero y duro de los últimos, bien on the road. Aún sin serlo, personificaron bien el espíritu de la América del Norte Libre, de las carreteras, polvaredas, desiertos y cuchitriles???. (Tal como lo grafica la carátula del disco Stoned & Dethroned, bien a la Jack Kerouac).

Lo que se dice fuera…

Especialmente para Super 45, el ex Ride Mark Gardener, comentó: “En un momento donde las reuniones parecen ser el nuevo orden mundial, tiene sentido que The Jesus and Mary Chain estén tocando juntos otra vez. Yo no era el mayor fan de la banda pero sí era un fan de Psychocandy, los vi en vivo un par de veces y los shows eran increíbles. Estoy especialmente feliz por Loz de Ride quien recuerdo era un gran fan de la banda y ahora va a tocar la batería para ellos. Me gustaría verlos de nuevo con Loz en la batería y espero por su bien que los conciertos no se conviertan en disturbios otra vez, aunque Loz tiene un cinturón negro en Taekwondo así que estará bien!!”.

En tanto Alan McGee, fundador de Creation Records y actual comentarista musical en The Guardian, publicó en su blog que “si Coachella sale bien (y roguemos que lo haga), creo que unos Mary Chain reformados, como los Pixies, podrían ser el doble de grandes de lo que fueron la primera vez. Más que ninguna otra banda en el mundo, ellos merecen el respeto –y el dinero- que siempre se les debió. Un tour mundial podría ser absolutamente masivo. En el mercado de las presentaciones en vivo de hoy, los Mary Chain son una banda de 20.000 personas por noche en las ciudades principales. (…) En un mundo de Robbie Williams y Coldplay, necesitamos a los Mary Chain como necesitamos el oxígeno”.