Seguimos preparándonos para la visita de Morrissey a nuestro país. Esta vez Maca Lavín explora algunos aspectos de la imaginería de The Smiths-Moz-Manchester.

Las letras de The Smiths no hacen otra cosa que reafirmar lo duro que es vivir en el norte de Inglaterra: la pobreza, la rudeza, la tristeza, entre otros conceptos deprimentes. Manchester es enorme y se caracteriza como un lugar lúgubre, por su neblina espesa. La banda surge desde esa ciudad para representar aquella fealdad en modo de belleza gracias a la música y así reivindicando el orgullo del norte.

Manchester tiene una mala fama que se remonta en la historia decimonónica con la obra literaria de Charles Dickens, quien afirmaba que el norte (de Inglaterra) representaba el paisaje más desolado, pobre y diabólico, en contraste con la buena vida de Londres (Tiempos difíciles). Esta imagen se extendió con la BBC durante el siglo XX, con decir que no contrataban a gente del norte por el acento mancuniano (The Smiths viajaría por el mundo luciendo aquel modo originario de hablar). Durante los años ‘70 Manchester fue una de las primeras ciudades post industriales del Reino Unido. Intentando hacer una ciudad mejor, los urbanistas demolieron las casas victorianas y construyeron altos blocks. “Su intento de renovación solo la hizo peor”, según Simon Reynolds.

Esther Adams describe la persistencia al caracterizar el norte de Gran Bretaña como fuertemente industrializado, sucio, lleno de humo, gris y saturado de estas casas pareadas que debieron haber sido demolidas. El periodista Jon Savage, en tanto, describe el Manchester de los ‘70 como el fin del mundo y una ciudad que acababa de ser atacada por una bomba nuclear.

Aquí viene la música

Manchester se armó de una identidad propia a partir de la televisión y el cine desde un poco antes. En la teleserie que comenzó en los ‘60 y que hasta hoy se siguen haciendo capítulos, Coronation street, el paisaje industrial “es usado como telón de fondo para historias auténticas de la juventud trabajadora que está insatisfecha e infeliz, y dominada por la alienación, sin esconder ese humor negro del norte” (Botta). Morrissey-dice Zuberi- “se ha sentido fascinado por la imagen decadente del norte industrial heredado de la nueva ola de Kitchen Sink”, los cuales son filmes realistas de fines de los ’50 y los ’60.

Influenciado por tales producciones, el cantante feminiza el paisaje y su relación con la violencia del thatcherismo de esos años con las letras y música para darle un giro a la mala fama manchesteriana. Con esto la negativa percepción de afuera es cambiada por una interna que celebra su historia e identidad.

Embellecer a Manchester

Antes de The Smiths estuvo Joy Division junto a Tony Wilson y Factory Records; y antes de eso, el punk con The Fall y Buzzcocks y previamente la escena northern soul hacia 1970. Una ciudad bullante por donde se la mire, donde muchos lugares que antes fueron fábricas, edificios de convenciones socialistas como el Lesser Hall (donde tocó Sex Pistols) se convirtieron en centros indispensables para la historia de la música de esa ciudad, revitalizándola, y dándole un nuevo significado.

De esta manera, el paisaje decadente de un pasado donde el capitalismo encontró su cuna con la revolución industrial, se vio homenajeado (por su abandono) a través de fotos de discos y textos en canciones. El aporte de The Smiths a ese tributo fue la portada de The Queen is dead (1986), donde sus integrantes posan frente al club “Salford Lads” (los chicos de Salford).

Este establecimiento fue abierto a principios del siglo XX para sacar a los adolescentes de las calles y llevarlos por un buen camino. Por otra parte, hay una referencia al paisaje con las letras, que hace a la ciudad reconocible. “The Smiths se refiere a puentes de metal, líneas de trenes en desuso y puertas de cementerio” (Botta).

Johnny Marr: “hicimos una canción llamada ‘Heaven knows I’m miserable now’, entonces, ¿qué esperábamos? Hay melancolía ahí. Nosotros teníamos este entendimiento sobre cómo es estar rodeado por esa atmósfera victoriana en Manchester. Para mí, el sonido de la música sale de las impresiones tempranas de mi entorno, la gente alrededor mío no era acomodada. Las mujeres usaban jopo y tenían abrigos comprados en HP. Era una vida dura, en realidad, pero tienes que encontrar belleza. Creo que eso es una necesidad innata del ser humano”. (What the world is waiting for, BBC)

Por eso el periodista británico Stuart Maconie agrega que los discos de The Smiths eran tan vívidos, románticos y alegres. Su música se transformó en la revancha de los lugares desiertos del norte. El presentador de televisión Tony Wilson, creía que Morrissey sería el novelista de Manchester, un Dostowiesky local. Sin esperárselo, terminó siendo quien escribiera una banda sonora de la ciudad del norte en que el orgullo de hablar con acento mancuniano redefiniría Manchester como un lugar de peregrinación musical. Como recuerda Johnny Marr en “The North will rise again”, cuando volvían a la ciudad desde Londres ya no era Manchester sino que Mozzchester.