Abren el concierto “The moth” y “Nightmare girl”, de Lost in Space (Superego, 2002) y Aimee Mann se pasea sobre el escenario del Teatro Teletón con un traje sobrio y masculino de acuerdo al estilo que siempre utiliza en sus presentaciones: una especie de chaqueta country combinada con pantalones anchos en las pantorrillas, acompañada con dos músicos vestidos con un poco más de colores que son, en efecto, los mismos que la acompañaban en el DVD Live at St. Ann’s Warehouse (Superego, 2004). Multiinstrumentistas los tres, el escenario luce repleto de teclados, guitarras, baterías, un piano y sintetizadores que adornan los sonidos de las canciones con una precisión notable, tanto por la fidelidad de la amplificación como por la ejecución.

Conocedora de su propia trayectoria, Mann echó mano a lo que ha sido su mejor disco de estudio, Lost in Space, entonando “This is how it goes”, “Today’s the day” y “Guys like me”. Finalizó con la estremecedora “Invisible Ink”, del mismo álbum, pero también aprovechó la ocasión de mostrar un puñado de temas de su último disco @#%&*! (Fucking) Smilers (Superego, 2008), una joya de temas maduros que, extrañamente, pasó desapercibida para el gran público. De este último trabajo rescató en escena “31 Today”, “Little Tornado” y el single “Freeway”, mientras que The Forgotten Arm (Superego, 2005), un disco difícil y poco motivante, prácticamente fue pasado por alto.

Entre los momentos memorables del show, estuvo el instante en que Aimee nos recordó que no sólo ha sido fructífera los últimos años sino también en un pasado no tan lejano, con el hitazo “You could make a killing”, de I’m With Stupid (Geffen, 1995). No fue difícil volver a corearlo, de hecho parecía tan fresco como hace quince años. Y lo mismo ocurrió con las ya un poco manoseadas canciones del soundtrack del film de Paul Thomas Anderson, “Wise up” y Save me”, que generaron la respuesta más entusiasta del público. También interpretó “Red vines”, de Bachelor No. 2 or, the Last Remains of the Dodo (Superego, 2000), confesando que la había escrito para el director de Magnolia.

Se extrañaron los hits “Pavlov’s bell” de Lost In Space y “Stupid thing” de Whatever (Geffen, 1993), mientras que del último disco faltaron las magistrales “Borrowing time”, “Ballantines” y “Looking for nothing”. Aún con ausencias ilustres, Aimee Mann optó por un setlist cercano y reconocible, que ayudó a generar un lazo creciente con el público que después ni ella misma podía creer. ¿El final? Todos de pie implorando por más y el sonidista de Teatro Teletón poniendo de fondo a Kelly Clarkson. Ni su repulsiva “Since U been gone” podía quitarnos la sonrisa de la cara.

Foto: Cortesía de Cristal en Vivo