Segunda parte del reporte de nuestro nuevo colaborador en Europa Nicolás Cortés, que esta vez comenta el show que Animal Collective realizó el jueves pasado en The Warehouse Project, Manchester.

Animal Collective se presentó como parte de The Warehouse Project, que es un nightclub sin recinto fijo, pero que para esta temporada funciona en uno de los antiguos galpones portuarios de Manchester en Old Trafford.

Los teloneros fueron el dúo de pop psicodélico Prince Rama. Nuevamente el show de apertura se encasilla más en la performance artística que en lo estrictamente musical, aunque claramente lo de Prince Rama va en la misma línea que lo propuesto por Animal Collective. Su show incluye mucho disfraz, mucho color, mucho baile tribal.

El show que presentó Animal Collective en Manchester forma parte de la gira que los tiene tocando desde mediados de Septiembre, para promocionar el álbum Centipede Hz, publicado el mismo mes. El setlist fue básicamente idéntico al presentado en gran parte de la gira, y que se enfoca fundamentalmente en los temas de dicho álbum. De hecho, tocaron nueve de las once canciones que lo conforman. El escenario, por lo demás, estaba diseñado en base al arte del disco, con dientes gigantes de colores y una estructura inflada que remite a una especie de circo psicodélico.

El concierto partió con la tanda conformada por “Rosie oh”, el single “Today’s supernatural”,  “Wide eyed” y “Applesauce”. El público no pareció entusiasmarse demasiado, probablemente debido a lo reciente de la publicación y a la comparación que naturalmente surge con el álbum antecesor Merriweather post pavillion (2009), el que fue catalogado por muchos entre lo mejor del último lustro.

Por mi parte, aún tengo en la memoria el concierto que presentaron en Industria Cultural el 2008, y que no dudo en mencionar como uno de los mejores conciertos a los que he asistido. Tenía muchas ganas de ver la evolución en su sonido, que siempre ha sido tildado de experimental, así que las expectativas eran altas.

Varias cosas han cambiado desde aquella vez. El colectivo volvió a ser conformado por cuatro personas con el regreso de Deakin a las guitarras, lo que genera un cambio de dirección del sonido. Panda Bear se vuelve a situar en la batería, de donde no se moverá en toda la noche. Avey Tare se hace cargo sólo de un teclado y Geologist de las perillas. Esta vez pareciera que Animal Collective funciona casi como una banda tradicional, en donde cada integrante se encarga de una labor particular y en conjunto van armando cada tema.

La segunda parte del concierto sigue con “Honeycomb”, que no aparece en el álbum pero que acaba de ser publicada como single. Al rato comienza la primera canción perteneciente a Merriweather, “Lion in a coma”, con lo que el público inglés comienza a prenderse y moverse un poco más.  Le sigue otra tanda de Centipede Hz para continuar con “Brothersport”, la que finalmente logra despertar a los presentes provocando incluso un pequeño mosh en el centro de la cancha, el que se intensifica con “Peacebone”, canción que cierra la noche y que claramente deja al publico más que contento.

Al rato vuelven para cerrar el circo con “Cobwebs”, “My girls” y “Amanita”. Si bien no logran el nivel de lo visto en Santiago en 2008, cumple con las expectativas y deja en claro la singularidad de la propuesta del colectivo y su importancia en la escena actual.