La vida de José González puede ser la de un hombre común de, por decir, unos  treinta y tantos. Salvo que tiene una extrema sensibilidad hacia la guitarra acústica, y que la estudió como buen alumno en el conservatorio hasta sacar su grado de intérprete. Ello, al tiempo que se las daba de bajista en una banda de punk rock. Los dos extremos juntos. Este documental narra la historia de un argentino vuelto sueco por la fuerza de las circunstancias y hecho el mejor songwriter de su generación por la fuerza del destino.

José González vive en Suecia y canta en inglés. Tiene una de las mejores versiones jamás hechas de un grupo británico: Massive Attack. Su lectura del clásico “Teardrop” es iluminada y simple, se basa en su guitarra de cuerdas de nylon y su voz, el mismo minimalismo que adorna la totalidad de su repertorio. Y en ello, esta película le da más de una vuelta, si más de la mitad de las tomas son de González rompiendo paredes con su voz y cuerdas de guitarra clásica.

La secuencia del storyboard evoluciona por varios ejes. Uno de ellos es, por supuesto, la interpretación virtuosa de sus canciones por parte del cantautor. Otra, menos previsible, es la de su historia personal. Desde su exilio de Argentina por parte de la dictadura de los militares hacia 1979, hasta el divorcio de sus padres en Europa 20 años después, la historia de este músico ha estado marcada por fracturas de distinta índole, representadas aquí por animaciones.

El autor de Veneer es retratado en su totalidad como ser humano. Desde su preocupación por el funcionamiento del cerebro (especula durante horas sobre la raíz de las decisiones) hasta su rol como compañero o amante. José González es captado en sus más ínfimos detalles, desde su plato de almuerzo hasta que se queda dormido en un avión de vuelta a casa, o una visita de vacaciones a la casa de su padre en Sudamérica. Cuándo no, este héroe se vuelve de carne y hueso al padecer de una influenza que no puede curar durante tres semanas.

La extraordinaria vida de José González pone al espectador en un terreno de juicio frente a un virtuoso y un ser humano. Este documental propone ambas aristas,  sumándole las inquietudes propias de una mente brillante, como lo son el discernir cómo se constituye el azul del cielo a partir de un choque de fotones, o cómo una sonrisa puede cambiar la señal de un día.