Este sábado 6 de febrero se realiza en Iquique la tercera versión del festival Desierto Sonoro, que reúne a artistas como Valesuchi, Fantasna, Fernanda Arrau, Compadre y más. Conversamos con Cristóbal Navarrete aka DJ Nakeye, principal gestor del festival.

Desierto Sonoro es el primer festival experimental de Tarapacá y nace con el propósito de incentivar la movilidad de los grupos humanos.

Esta versión del festival cuenta con un cartel encabezado por artistas como Fantasna, RVSB, Valesuchi, Fernanda Arrau, Nakeye y Compadre. La primera versión (2014), fue en La Pampa del Tamarugal y el 2015, en la “Plataforma costera” de la localidad de Pisagua. Este año el festival deja el desierto para tomarse el Puerto de Iquique.

¿Por qué hacer un festival de música electrónica en Chile? Crees que había un interés en Iquique o al revés, que gracias al festival se ha creado ese interés?

El festival Desierto Sonoro nace más por una necesidad de poner temas de importancia regional en valor que el de hacer un festival de música electrónica simplemente. Si bien es cierto que invitamos a muchos de los mejores exponentes de la electrónica nacional al DS, no hay que olvidar que siempre hemos tenido en la programación nuestra música originaria, ya sean lakitas, tarkadas o bandas de bronce como las de tocan en La Tirana y que para quien vive aquí contiene una mística que lo identifica fuertemente.

Con respecto a que si había interés en la electrónica, pues sí, mucho; y que si gracias al festival se ha creado interés, también. Lo que si debo señalar es que para que existiese ese interés hubo un trabajo previo muy grande de mucha gente que no tuvo los espacios pero igual siempre estuvieron ahí dándole desde el under. Y otra cosa, cuando hablamos de electrónica, tenemos la claridad que la paleta de matices es muy amplia e intentamos tener un line up bien equilibrado.

El festival era una acción indispensable para la región, estamos lejos del centro e ir a vivir una experiencia de estas no es tan simple en un país como este.

¿Cuántas ediciones ha tenido el festival y que lecciones has aprendido al realizarlo?

Una característica es que es un festival nómade. Así se pensó, así nació y así seguirá siendo el DS, porque pensamos que solamente de esta manera podemos hacer vivir a quien asista al festival, lo que está pasando en Tarapacá.

El DS tiene ya 2 ediciones, el 2014 en Anatiña, en la Pampa del Tamarugal y luego el 2015 en la caleta de Pisagua, lugar que tenía, tiene, un simbolismo enorme para nosotros. Si bien es cierto que para hacer el DS en lugares alejados hay que triplicar los esfuerzos al final te vas lleno de satisfacción. Por ejemplo, como no va a ser lindo que toda la gente de Pisagua, por horrores que pasaron hace 40 años, vivan aislados de Chile. Del total de gente que fue Pisagua esa vez el 90% no conocía la caleta. Lo otro, por primera vez en 40 años, la caleta de Pisagua salía en los diarios del país por una noticia positiva e inclusiva y no conmemoraciones de violaciones a los DDHH.
Muy importante mencionares que DS es un festival que nace desde lo local hacia fuera, lo que lo diferencia de el 80% de otros festivales nacionales de este tipo, muchos de ellos franquicias que vienen del extranjero.

¿Cómo ha evolucionado el cartel del Festival?

Paso a paso, sin inflar el festival más de lo que es. Partimos como un festival pequeño pero respetuoso del público, de los artistas, de los habitantes de cada lugar que intervenimos. Queremos ser una referencia, pero para eso no estamos apurados ni presionados, vamos a crecer naturalmente si seguimos haciéndolo así.
El cartel de artistas, creemos, siempre ha sido de 1er nivel desde que partimos, ahora lo que tenemos que lograr es consolidar todo lo que significa el Desierto Sonoro.

Desde esta semana se pueden retirar las pulseras para asistir de manera gratuita al festival que se llevará a cabo el sábado 6 de febrero en el Puerto de Iquique.

Toda la información la pueden encontrar en la página web del evento en Facebook.