Nuestro corresponsal Jorge Acevedo llevará la bandera de Super 45  a la versión 2012 del Festival Primavera Sound, y en esta primera entrega nos adelanta detalles del prestigioso evento, que se realizará entre el 30 de mayo y el 3 de junio en España.

El festival Primavera Sound tiene una característica que comparten los jardines de Borges, la nostalgia por Bielsa y la ambición de los banqueros: es absolutamente inabarcable. Aunque te organices y cronometres cada paso de ese (bendito) fin de semana en el Parc del Fòrum, siempre la lista de los “debe” superará a la de los “aprobado”. Si no, que lo diga esa raza de melómano-ejecutivos que van, lista Excel en mano, paseándose por el amplio recinto.

Esos son los mismos que se quieren merendar su hoja de papel cuando deben decidir entre esa famosa banda sospechosamente amigada tras 15 años dirigiéndose insultos, o la nueva sensación que ver justamente ahora (antes de su correspondiente temporada de peleas internas y malas palabras). O comer y beber, que tampoco es mala idea, un par de veces al día. O disfrutar de la vista al Mediterráneo. O simplemente pensar en cómo diablos se organizarán más de 200 artistas y 8 escenarios al mismo tiempo. Y el espectador, ya dijimos, como banquero en crisis.

El Festival Primavera Sound celebra su versión número 12, cumpliendo ya 8 años en el gigantesco Parc del Fòrum (Barcelona). Como la primera gran cita de la temporada de festivales en España (aunque, hay que decir, nada de mal lo han hecho en Murcia con el SOS 4.8, hace unas semanas), el evento catalán es el inicio de una lista que completan imperdibles como el Sónar Barcelonés, el BBK Live bilbaíno o el FIB valenciano.

Pero si en el primero de ellos hay un público más de “nicho”, en el segundo un line-up interesante, pero más reducido y en el tercero la invasión de muchos turistas hiperventilados (y al bueno de David Guetta para deshonra del cartel); lo del Primavera Sound apunta a una celebración de la música con la mayor extensión posible. Le puedes llamar “indie”, pero para qué perder el tiempo con esas discusiones, sobre todo cuando las cifras de 2011 hablaban de 123.000 asistentes.

Por ello a la ya mencionada cantidad (obscena) de artistas en sus 3 días principales, se suman 2 gratuitas en la explanada del Arc de Triomf en Barcelona. Algo de eso reporteará Super 45, con la seria intención de dar una visión parcializada, incompleta y, como siempre, tendenciosa. Por el mismo motivo, organizamos un poco el caos perceptivo ante la avalancha musical y les contamos qué es interesante de ver, bailar o decir con ceño fruncido y expresión seria, que fue “realmente interesante”.

De estrellas, reuniones y señores

Aunque en el democrático diseño del afiche, no queda del todo claro quiénes son los cabezas de cartel, no hay que ser especialmente sagaz para saber que ello recae en los incombustibles The Cure. Treinta y tres años de carrera, un peinado inamovible y más éxitos de los que caben en su último disco doble en vivo Bestival (2011), ponen a los de Robert Smith en primer plano. Junto con Wilco, que presenta un nuevo acierto (otro más) llamado The whole love; los largamente esperados Death Cab for Cutie y toda la polémica virtual que trajo la segunda venida de unos “excesivamente comerciales” Franz Ferdinand. Como a los escoceses post-Festival de Viña les debe de dar igual casi todo, bienvenidos.

Otros nombres con pedigrí suficiente para mover fanáticos son los de Spiritualized, del recuperado Jason Pierce, que presentan Sweet heart, sweet light; Death in Vegas que reaparecen luego de un lustro fuera de las pistas, las maneras crooner de Richard Hawley y un par de nombres del colectivo Elephant 6 que coinciden, como son Olivia Tremor Control y Jeff Mangum (Neutral Milk Hotel). También se podrá ver a dos tipos, imaginamos, felices con la derrota de Sarkozy como Dominique A y Yann Tiersen; no olvidando, por cierto, a uno que tiene las maneras, canciones y actitud de un clásico (sólo falta la venta de discos, pero qué diablos): el señor Rufus Wainwright.

Un escenario tan grato también sirve para bajar las tensiones y estrechar esos lazos de amistad que los juzgados y reuniones de abogados no pudieron quebrar. Así, tenemos algunos encuentros de gente, al parecer, no tan enojada entre sí como el caso de la maravillosa Hope Sandoval que se junta nuevamente con David Roback para recordarnos lo buenos que eran Mazzy Star. O Greg Dulli que reactiva Afghan Whigs, Warren Ellis que deja un rato libre a Nick Cave para volver con Dirty Three y un par de nombres espesos: Refused y Codeine.

Aunque ninguno de los arriba nombrados es, lo que se diría, un jovenzuelo imberbe, hay algunos (aun más) de la vieja guardia que subirán los bonos del Festival. Es el caso del estreno como solista, en formato canción, del ex (?) Sonic Youth Lee Ranaldo; esa dama algo tenebrosa llamada Marianne Faithfull, la enésima encarnación de The Wedding Present tocando Seamonsters, uno de ceño fruncido como Michael Gira, los inmortales

Melvins y el activista con más ritmo de la órbita indie: Mark Stewart al frente de The Pop Group. Un favorito personal: el team de lujo (gente de REM, Posies, Teenage Fanclub, entre otros) autodenominado Big Star’s Third, a mayor gloria del cancionero de Alex Chilton.

En la segunda parte hablaremos de “nuevos consagrados” como Beach House y The XX, además de los artistas locales y nuestros representantes chilenos.