James en el Teatro Caupolicán: una fiesta de dos épocas Rodrigo Ferrariabril 1, 2012Blog0 Comentarios La carrera de la banda británica James tiene muchos más matices que el público que lo acompañó el sábado en el Teatro Caupolicán. Tras el breve pero exitoso paso por la versión 2011 del Lollapalooza chilensis, este año se anunció el primer show en solitario de los manchesterianos y la verdad, como pocas veces, no sabía uno muy bien con qué iba a encontrarse. Un Caupolicán a unos cientos del lleno total recibió a Tim Booth & Cia. El single “White Boy” de su último larga duración, fue el encargado de abrir los fuegos para una noche en que la banda se paseó por sus dos grandes periodos. Hablamos de un James que formó parte de la camada de bandas post punk que bajo el alero de Tony Wilson, su Hacienda y Factory Records, marcó una época y que hacia fines de los 80’s mutó en esa fiesta interminable de jangle y ácidos. “Johnny Yen”, “Seven”, “Sounds”, “Come Home”, “Sit Down” y “Ring The Bells” fueron algunos de las canciones que rememoraron una época más desconocida y oscura de los manchesterianos y que claramente, fueron menos coreadas por el público. Sin embargo, se trataba de un show que se podía disfrutar sin conocer demasiados temas, ya que un calvo y carismático Booth se encargaba de mantener la atención sobre el escenario, precipitándose en varias oportunidades sobre el público para cantarle sobre sus caras, o que no dudó en mandar a un Andy Diagram, vestido con una camiseta de la selección nacional, a tocar su trompeta entre el público de la galería. Tim Booth anuncia que esta es la última canción y comienza a sonar “Getting Away With It (All Messed Up)”, quizás uno de los temas más conocidos de la banda, single del disco que culminó su segundo periodo y precedió su quiebre (o pausa). La fiesta de Madchester se iba acabando y James firmaba con Mercury Records, dando un giro más pop y de donde salieron sus hits “Sometimes”, “Say Something” (que Booth subió a cantar a la galería) y “Laid”, con el que cerró el show invitando a bailar a la fanaticada sobre el escenario, poniendo broche de oro a un concierto más que correcto y un show lleno de interacción y baile. Podrás haber sido fan de ese James más atávico, o quizás sólo lo viniste a conocer hace una década. Como sea, la banda de Manchester ya va cerrando una carrera que retomó en 2007 tras la vuelta de Booth y lo hace en gran forma. Acá la experiencia de las épocas vividas se nota y redondean un show de alta calidad musical y sobre todo, entretenido. Puedes revisar la galería de fotos del concierto, tomadas por Rodrigo Ferrari, acá o en nuestro Facebook.