Lanzamiento de “Emanuel” de Pedro Piedra: el embrujo Macarena Lavinoctubre 15, 2013Blog0 Comentarios Fotos: Jaime Carrera Un diamante gigante y feo colgaba del techo del escenario dentro del Teatro La Cúpula, y cambiaba de color según las luces a medida que transcurría el concierto de lanzamiento de Emanuel, el tercer disco de estudio de Pedro Piedra. El video de apertura cautiva con las primeras notas de “Eclipse total”. El flechazo es rápido, sin duda. El recital está caracterizado por un ambiente de camaradería. El escenario está constantemente lleno, como esos conciertos de ayuda humanitaria. Álvaro Díaz -el rockstar reciente gracias a la gira mundial de 31 minutos- lo acompaña en “Lima”, ; para la bella y aflamencada “Para ti” está Tomacete; el breve paso de Gepe en “Granos de Arena” y la “conexión Skype” con Jorge González para su canción conjunta, “Seres”. Además, claro, su banda ya es enorme: Fede Danneman en guitarras; Michel Maluje en piano; Claudio Rubio en saxo; Ed Quiroz en batería, y los infaltables Gonzalo Yáñez en guitarra y Jorge Delaselva en bajo. También está solo a veces, por suerte, para cantar esa joya que es “Paraguas y máscaras”. Esta canción (acústica, íntima, romántica y con algo de humor) tiene un poco de todo y funciona como un premio de consuelo para los huérfanos de “Forever young”, que dejó afuera del disco. Otra es la conmovedora es “Luna, luna”, presentada como canción de amor o de “deseo”, como dice él en tono de broma. No por eso menos graciosa su cita a Shakira (“no me importa que no seas muda, te quiero, no me importa que no seas sorda, te juro, y no me importa que no seas ciega, te prometo”). Cuando llegan canciones antiguas como “Occidental”, “Ayayayayay”, “Inteligencia dormida” e incluso los covers de Álvaro Scaramelli (¿?) y De Kiruza, sirven de celebración, de felicitación, de relajo, con más interacción con una audiencia contenta. Si Pedropiedra era un diamante en bruto, con un pop bien manejado, amable y crítico; Emanuel aún nos hace sentir en casa presentando un pop mejor pulido, con más guitarras, más instrumentos y más arreglos… más todo.