El próximo sábado 1 y domingo 2 de abril se realizará la séptima versión del Festival Lollapalooza Chile y en Super 45 estamos haciendo una cobertura especial.

¿Cómo logra el shoegaze local a dejar de ser un simple homenaje? La pregunta se hace especialmente contingente este año ante los inminentes nuevos discos de bandas como Trementina y Velódromo, los alumnos más aventajados de su promoción. Todo parece indicar que, influenciados por la nueva camada de bandas agrupadas bajo el gran paraguas del pop de guitarras, todos aquellos que antes cubrían su sonido de capas de distorsión, hoy girarían hacia estructuras y envoltorios más amables, ligados sin temor a la música pop.

Al menos, los nacionales Chicago Toys parecieron entenderlo de esta manera. Si su debut Color (Autoedición, 2014), parecía estar sacado directamente de amasijo de bandas garage de los 90s (con más actitud que matices diferenciadores), en Lost niños (Discos Río Bueno, 2016) no solo ampliaron la paleta sonora, dándole a los sintetizadores un mayor protagonismo; sino que lograron alejarse directamente de las capas de ruido de su álbum debut, despegándose de las raíces noventeras de éste y entregando un trabajo más sólido que su predecesor, que se tradujo en un sinnúmero de buenas críticas, una gira por distintos lugares del país y una presentación en festival Primavera Sound 2016. De a poco, y sin muchas estridencias, pasaron de jugar en la segunda división del indie rock nacional a ser parte del cuadro de honor del shoegaze hecho en Chile. Al menos, en apariencia.

Si el anterior párrafo abre algunas dudas sobre la relevancia de Chicago Toys en el panorama nacional, el trío tendrá la posibilidad de convencer y demostrar lo contrario de la mano de la séptima versión del festival Lollapalooza Chile. Y por lo mismo, es un arma de doble filo: si su presentación solo raya en lo anecdótico, cabría preguntarse cuáles son los criterios que tomó la organización para seleccionar a Chicago Toys como representantes del shoegaze nacional en esta edición (y si su caída hacia el ostracismo del indie nacional se precipitará tras ello). Por otro lado, si la nueva dirección sonora del trío santiaguino logra convencer al cada vez más desinteresado público del festival, quedará claro que el futuro del shoegaze local cayó en buenas manos. El próximo 2 de Abril, se tendrá la respuesta. Abran las apuestas.