Los reyes de la jungla Walter Robleromayo 18, 2015BlogDestacados0 Comentarios Jungle Centro de Eventos Cerro Bellavista (Ex Oz) Sábado 16 de mayo 2015 Fotos: Rodrigo Ferrari Era posible que a estas alturas de la diversidad musical surgiera un grupo que pudiera darle vuelta la tuerca, por millonésima vez, al funk, al soul y aun así concitar atención –obviamente sin remitirnos al mainstream de pasarela del R&B, que también ha hecho lo suyo en estas lides- . Pues si, la respuesta a esta interrogante se respondió 30 minutos antes de la medianoche del sábado pasado en una abarrotadísima Ex Oz. En ese momento, El combo londinense Jungle se hizo dueño del escenario para mostrar las canciones de su debut homónimo del año pasado. Y lo que hay que decir es que no les costó nada comerse el alma de los parroquianos, jóvenes y maduritos expertos en la danza y el manejo del Iphone. El septeto comandado por Tom McFarland y Josh Lloyd-Watson –con unos looks entre hooligans y comandos camufla- , que ha venido girando con gran éxito en festivales de todo el mundo, logró la magia con una cautivante mezcla de groove, negritud y música disco, de ejecución perfecta, estructuras imbricadas y un sonido aplastante. Sin desmerecer la tradición, se hacen dueños de aquella doctrina del falsete instaurada por Curtis Mayfield y llevada a los confines del virtuosismo por Earth Wind and Fire. Pero hombre, me leo a mí mismo y pareciera que estuviera hablando de revival; no lo es, puesto que al clasicismo del formato banda (percusiones, bajo, guitarras, batería) se le añade una certera parafernalia de cachivaches electrónicos y reverberaciones omnipresentes, tan distintivas de los tiempos que vivimos. Mención aparte merece el curioso tratamiento vocal de Jungle. La mayoría de las canciones son cantadas al unísono por MacFarland, Lloyd-Watson, junto a los “coristas” –son mucho más que eso- Andro Cowperthwaite y Rudi Salmon (única presencia femenina sobre las tablas), creando un bloque polifónico constante, como si de una sola entidad humana se tratara. De hecho, es muy difícil poder distinguir, salvo en contados momentos, la forma en que canta cada uno. En fin, son como salidos de un maravilloso agujero estilístico, donde es perfectamente posible una mutación a medio camino entre Chic, The Brand New Heavies y Animal Collective, por decir algo a vuelo de pájaro. Después de una hora de concierto y un bis se retiraron como verdaderos campeones. Demasiado para tanta juventud; lo que hacen en vivo vuelve gigante lo que logran en el estudio. Si siguen por ese camino serán los reyes absolutos de la jungla. Revisa aquí toda la galería de fotos de Rodrigo Ferrari