No tan random es un playlist de 20 canciones creado semanalmente por Rodrigo Ferrari. Para recibirlo cada lunes en tu mail, tienes que inscribirte acá. Las hermosas gráficas son obras y arte de Francisca Alcalde y Tomás Dintrans.

Los últimos 20 minutos de ese spaghetti western que es El bueno, el malo y el feo (1966) comienzan con Tuco (el feo) corriendo por un cementerio confederado buscando desesperadamente la tumba de Arch Stanton, donde se suponía estaban enterrados 200 mil dólares en monedas de oro. Esa frenética búsqueda fue musicalizada por Ennio Morricone en “The ecstasy of gold”, una de sus composiciones que más me gusta porque aunque no esté viendo la película, el galope de la canción, la voz de Edda Dell’Orso y la fuerza de los bronces, puedo ver las cientos de cruces de madera, escuchar el jadeo de Tuco y sentir el giro desesperante de la cámara de Sergio Leone. Me pareció una bonita forma de comenzar un playlist. La escena la pueden ver acá y no me pregunten por qué pero cuando la terminé de escuchar, sentí que “Estrechez de corazón” de Los Prisioneros le quedaba muy bien a continuación. Bienvenidos de nuevo.

Hablando de bandas sonoras, “The logical song” de Supertramp, sale en Magnolia y este fin de semana comencé a ver la serie Dark en Netflix, donde suena Dead Or Alive en una extraña escena de tortura con su clásico “You spin me round (like a record)”. Muy recomendada la serie.

Siempre me ha gustado el sonido metálico de Broadcast y en “Before we begin” suena mejor cuando se trata de saber si la aventura que acabas de empezar derivará en futuro o dolor. Todos sabemos cuál es la única manera de despejar esa interrogante. Qué sentirían si alguien les dice (I’ll be) The light on your door to show that you’re home. Bueno, imagínense. Eso dice Nico en “I’ll be your mirror” de los Velvet Underground. Derretimiento instantáneo al que solo se puede responder con el single “In love with you” del dúo francés integrado por Alan Braxe y Romuald Lauverjon y llamado The Paradise.

Las novedades musicales de esta semana parten con Ravyn Lenae, oriunda de Chicago y que en 2015, con solo 16 años, debutó con un lindo EP autoeditado que le valió firmar con Atlantic Records, con quienes publicó un segundo EP a principios de este año y prepara un tercer trabajo para el próximo mes. Hace unos días estrenó “Sticky”, una juguetona canción que se mueve caprichosamente entre en R&B y el pop. Otra de las fichas de Atlantic es Niia, quien este año editó su primer álbum donde viene “Hurt you first”, uno de los buenos discos del 2017. Lo de Boy Pablo me pareció curioso. Se trata de un chileno que vive en Bergen, Noruega (ciudad natal del amigo Erlend), que suena a Mac DeMarco y cuyo éxito (que lo tiene embarcado en una gira europea que ya se querrían varios) no solo se debe a que hace buenas canciones, sino que por alguna razón el algoritmo de youtube insistió tanto en recomendármelo que finalmente le di play (junto a varios millones más). La australiana Harriette Pilbeam cambió el power por el dream-pop y bajo el alias Hatchie lleva dos singles estrenados. El primero de ellos fue “Try” que a ratos me recuerda las armonías de Elizabeth Fraser y sus Cocteau Twins con pizcas de shoegaze. Al inglés Joel Culpepper lo descubrí hace un par de días en el canal de Colors en Youtube, justamente cantando “Woman”, parte del EP Tortoise que estrenó este año. De esos descubrimientos que te alegran la semana. Tras siete años de silencio N.E.R.D. está de vuelta con un nuevo álbum que salió el viernes pasado. Parte de ese retorno es “Don’t don’t do it”, donde Pharrel comparte créditos nada menos que con Kendrick Lamar. La triada hiphopera de este playlist lo cierra Rapsody. No pasa siempre que uno de los mejores álbumes de rap del año sea obra de una mujer y Marlanna Evans es la autora de “Ridin'”, canción que viene en su segundo disco en la que comparte créditos con su colega GQ.

“Pyjamarama” es una de mis canciones favoritas de Roxy Music, odiada por Brian Eno (que poco después de su estreno dejó la banda) y que Brian Ferry le dedicó a su novia de aquel momento, la modelo francesa Amanda Lear, a la que los Rolling Stones ya le habían dedicado una canción y que después tuvo una carrera como cantante que no vale la pena ni revisar. “Rebellion (Lies)” la incluí porque fue increíble escucharla al inicio del show de Arcade Fire en Chile (video). Ahí se ven.

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