Durante toda esta semana, Super 45 comenta lo mejor del ciclo “Armonías, música y audiovisual” del 16º Festival Internacional de Cine de Valdivia

Escuchar fado es una vuelta al pasado. Es una suerte de antropología musical en la cadena de distintos estilos que parecen entrelazarse hasta hoy de manera insospechada. Existe un aire de algo etimológicamente antiguo en este estilo proveniente de Portugal, que posee una raíz medieval pagana que alterna con el trance. También, un aire cálido, del Mediterráneo, y moderno en sus acordes complejos.

Es el primer día en Valdivia, y la inauguración aún no ocurre. Sin embargo, ya parte esta muestra de Armonías, música y audiovisual curada por el director José Luis Torres Leiva. Ésta explora las distintas posibilidades de imagen-sonido a través de documentales y video arte. Destaca la obra del propio director, Trance, que reúne a distintas personas caminando y escuchando canciones por sus audífonos. Entre éstas, temas cedidos (algunos para la ocasión), como los de Animal Collective y The Dirty Three.

VIDEO: Trance 7: The Dirty Three (José Luis Torres Leiva)

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Una de las grandes atracciones de esta muestra es Empire II, que retrata el post punk – no wave de Nueva York, con música de Patti Smith, entre otros. Lo curioso es que su exhibición es postergada por problemas técnicos, y los con ánimos punk que llegaron a la sala se van indignados. Resulta divertido, que el fado sea más punk que ellos. Artistas contemporáneos que han empezado en esa veta, o con ese espíritu rupturista, muchas veces son mucho más respetuosos del pasado que los que se van con las manos vacías de la función.

VIDEO: Matt Elliott – “The failing song”
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Matt Elliott, antes el radical señor The Third Eye Foundation, se ha vuelto hacia la música rusa, española y portuguesa antigua retransformándola, con elementos no distintos a ciertas características del fado. Basta escuchar sus discos bajo su nombre para darse cuenta de que su postura es mucho más nihilista que tres acordes con distorsión. Y se ha valido de invitados como Thom Yorke en las voces.

Tara Jane O’neil es otra. La bajista de los ruidosos y extremos Rodan, ha abrazado elementos como el acordeón. El mismo Prefuse 73 se nutre de la música portuguesa, andaluza y brasileña en su grupo Savath and Savalas. Si bien en una reconstrucción post modernista, todos ellos ahondan en tradiciones que sus pares dejan de lado. Así como estuvo el cliché de nutrirse de la India en el pasado (Beatles), o de Marruecos (Lee Ranaldo de Sonic Youth, a través de los Yayoukas), la música ibérico-portuguesa posee más de un encanto.

VIDEO: Tara Jane O’ Neil – “Bye bye babe”
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Mientras la sala se vacía de los simpatizantes punks, emerge el verdadero valor del fado tras las imágenes intrigantes de Carlos Saura (uno de los herederos de Buñuel en España y una de las figuras del cine de ese país en los 1970). El fado, visto a través de chromas (pantallas de un color, como el damasco o el violeta), emerge como la raíz de la saudade. Aquel vital componente de ese gran estilo que es la bossa nova aparece aquí.

VIDEO: Savath and Savalas – “La llama”
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Si se quiere, al igual que el meeting pot humano brasileño que ocurre del encuentro de negros, europeos (y nativos), el bossa nova no es más que el cruce del inmemorial fado con los ritmos africanos y algo de jazz (otra raíz negra). Pero claro, el fado es la versión antigua, a escuchar con los padres y abuelos. Aunque, a través de los distintos artistas expuestos por Saura, aparecen actualizaciones, como ese grupo de hip hop que lo mezcla con el fado, con un resultado muy similar (y original), similar al de bandas como Bajo Fondo Tango Club, que mezclan el tango y la electrónica.

En otras palabras, el fado es lo que le queda a Blonde Redhead si le sacas el hardcore y las guitarras eléctricas. Si le quitas el ritmo urbano del siglo XXI. Para muchos, esto es insoportable, para otros, es tan bello como disfrutar de un paseo por un museo de cuadros antiguos, o por una ciudad tranquila y hermosa como Valdivia. Es cuestión de principios, y de intereses. Me pareció ver a Matt Elliott entre el público…

VIDEO: Trailer Fados
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