Vamos con la segunda parte de nuestro reporte de Primavera Fauna, donde nuestro avezado equipo comenta lo más destacado de la extensa jornada del festival.

Fotos de Rodrigo Ferrari

Poolside (12:30 escenario internacional )

No los vio nadie. Saludaron a la audiencia con un “Hola San Diego” que después trataron de arreglar con un “Santiago es mucho más lindo”. Se presentaron a la hora que el sol atravesaba el escenario internacional con mayor poder destructivo y los tuvo sudando sin piedad. No generaron mayor expectativa, a pesar de que en el cartel figuraban dos veces: como live set y Dj set. Lo tenían todo en contra, y aún así dieron un gran show. La dupla de Los Angeles vino en formato de banda, imprimiéndole a su show una candencia groove que funcionaba perfecto en vivo, con un bajo pesado y teclados que remitían a lo mejor de ese soul blanco de los ‘80 cruzado con referencias disco.

Sin la producción algo opaca de su debut Pacific standard time (2012), que los hermana con eso llamado chillwave, su puesta en vivo era una versión con mucho más enjundia y sabor que ese reguero de bandas neo disco que pululan por cierto sector del dial local. Un show entretenido y enérgico que tuvo a un puñado de entusiastas bailando bajo el sol, e hizo evidente que merecían un horario más tarde y una audiencia mayor. Para seguirles la pista. (Carmen Duarte)

Alex Anwandter (13:15 escenario latino)

Si hay alguien que no se merecía el horario que le tocó, era el ex cantante de Teleradio Donoso. Mucho más cómodo que en aquellos tiempos, Álex Anwandter deslumbra con el pop perfecto y heredero de Corazones de Los Prisioneros: “¿Cómo puedes vivir contigo mismo?” y una invitación a la fiesta que se viene con “Cabros”.

Anwandter se mueve por todo el escenario, bailando como nadie más lo hace en Chile y conversando como si estuviera en el jardín de su casa, mientras anuncia una de sus canciones elegantes dedicadas al romance: “Tatuaje”, convertida a estas alturas en el himno juvenil del año. Cerrar con temas de Teleradio Donoso como “Bailar y llorar” y la excelente “Amar en el campo” es un acierto y a la vez deja con gusto a poco. Para la próxima queremos que toque más y más tarde. (Macarena Lavín)

The Virgins (13:50 escenario internacional)

Fue una partida en falso. A la segunda canción se cortó el sonido por varios minutos. Ese mal augurio, que en otra banda con más trayectoria habría sido un mero paréntesis, pareció sellar el tono del show. Uno sin energía, que ni siquiera prendió con su gran hit (“Rich girls”) y que hizo evidente su falta de carisma sobre el escenario. Centrándose en las nuevas canciones de su segundo álbum pronto a ser editado, desperdiciaron la oportunidad de armar una fiesta con los sencillos de su disco homónimo, en pos de un sonido a lo Bruce Springsteen, con cintillos ad-hoc. Una apuesta que les quedó grande y los hizo caer en el mayor pecado de cualquier puesta en vivo: sonar aburridos. (Carmen Duarte)

Bonde do Rolê (14:35 escenario latino)

La fiesta. Nadie esperó que un show que recordó los mejores momentos del axé, pudiera dejar tal marca en el Primavera Fauna. Ni Alex Hernández – el sempiterno director de Mekano y Yingo – podría haberse sacado de la manga un espectáculo semejante: cómico, desenfrenado e irrisorio. Sin duda, el show más divertido de todo el festival. (Gabriel Pinto)

Little Boots (15:20 escenario internacional)

No queda claro si la pequeñísima Little Boots tiene la pasta suficiente para convertirse en una gran cantante pop. Lo que si es seguro es que mientras siga realizando hits como “Stuck on repeat” o “Every night I say a prayer”, el camino hacia tal reconocimiento lo tendrá menos complicado. Bastó ver la reacción del público, que bailó todas sus canciones de principio a fin. (Gabriel Pinto)

José González (16:45 escenario internacional)

Con apenas unos minutos de retraso, el cantautor sueco-argentino José Gonzalez subió al escenario de Virgin Mobile con una alta convocatoria, a pesar del potente sol de las 5 de la tarde. Fue el bálsamo de la jornada, con un prolífico folk y un set que recorrió canciones como “Hint”, “Time to send someone away, “Heartbeats”, “Down the line” y el siempre celebrado cover “Teardrop”.

Sin duda el sello distintivo del festival, con una de las presentaciones más destacadas y en un ambiente donde reinaron la impecabilidad y el descanso, pese a la constante filtración de beats electrónicos desde el escenario de la Pool Party. (Andrea Faúndez)

The Walkmen (18:15 escenario internacional)

Con sus trajes impecables, de caballeros neoyorquinos ajenos al último sabor del mes, The Walkmen fue la banda que menos se vio impactada por el calor de la tarde, resistiendo estoicos en su elegancia y jamás prestándose a la hiperventilación de cabezas sobrecalentadas de andar gritando “Santiago” cada dos minutos. Con clase, el show de The Walkmen fue una entrega potente y precisa, que privilegió en su setlist canciones de Heaven (2012), su último disco.

El frontman Hamilton Leithauser, sobre el escenario con su estilo emocional contenido siempre al borde del descalabro rockero, paseó al público por canciones ícono de la impotencia más iracunda (“The rat”), a declaraciones tan despojadas en su honestidad (No me dejes/ Eres mi mejor amiga/Toda la vida, siempre lo has sido), que daban escalofríos al cantarlas a voz de tarro desde el público (“Heaven”).

Gran show en su consistencia, con una banda que ha definido claros los límites de sonido y que aún así es capaz de imprimirles frescura en la intensidad de su puesta en escena. Y que demostró su solidez con “We can be beat”, broche de oro que los tuvo haciendo armonías vocales y despachándose luego unos de los mejores rockeos de bajas revoluciones de la jornada. (Carmen Duarte)

Ya viene la tercera parte y final con Dinosaur Jr., Clap Your Hands Say Yeah, Lindstrøm y más.