Silver Apples: El futuro del pasado en el presente Tote Valenzuelanoviembre 20, 2015Blog0 Comentarios Estuvimos en el debut del legendario Simeon Cox (Silver Apples) en Chile. Tras asimilar la experiencia, Tote Valenzuela nos entrega su reporte de la jornada del pasado 14 de noviembre. El encuentro de Música Experimental con que Needle celebró su sexto aniversario, tuvo como gran invitado a Simeon Cox, fundador y único miembro vivo del mítico dúo nacido en Nueva York a finales de los ‘60, Silver Apples. El encuentro contó también con la participación de Iñaki Muñoz, Montaña Extendida y Nicolás Kliwadenko, entre otros. Minimal Technology, agrupación formada por Pablo Castro, Christian Soto y Marcos Correa, fue la encargada de precalentar la llegada de Silver Apples con un contundente show de ruidismo multimedial, en que la agrupación pionera en la video-instalación musical, experimentó con diferentes sonidos, como el de taladros “tocados” en vivo sobre una serie de beats y junto a un interesantísimo contexto visual propuesto por medio de una serie de pantallas. Tras ellos, con un sombrero de cowboy y con sus 77 años bien puestos, llega al escenario Simeon Cox, prescindiendo de cualquier escenografía que no sea su nave espacial de efectos y viejos osciladores —más un sobrio juego de luces— para explayarse en el prehistórico lenguaje electrónico de Silver Apples, que como esos textos antiguos que permiten comprender el nacimiento de una lengua, acá insinúa ese momento tan primitivo como futurista en que el rock se hace techno. Música electrónica con una expresividad genéticamente alterada hace 40 años, cuando el hombre simuló llegar a la luna y Silver Apples inició un viaje por el tiempo. Con esto, Simenon se extiende en una serie de conjugaciones y fabulaciones sonoras que muestran como la prehistoria de la música electrónica es, en buena forma, parte vigente de la actualidad del género. En poco más de una hora, Simeon Cox repasó gran parte de Silver Apples (1967) y Contact (1969), ejecutado de forma contundente y vigente, tocando “clásicos” (entre comillas) como “Oscillations”, “Lovefinger”, “Misty mountain” o “I have love”, junto a temas perdidos tras la brusca desaparición de la banda en 1970 y rescatadas recién en 1998, como “I don´t care what the people say”. La voz trémula de Simenon otorga o completa la linealidad minimalista y -cómo decirlo- cósmica de su música, que a los asistentes de esa noche en La Perrera se nos presentó como un pedazo del pasado destinado a comprender el presente. Fotografía: Facebook Needle Vinilos