Fotos: Rodrigo Ferrari

El Centro de Eventos Cerro Bellavista (Ex Oz) se ha transformado, a estas alturas, en un habitué de los conciertos vieja-escuela-indie-rock. En los últimos meses hemos visto desfilar por sus tablas a artistas como  Dinosaur Jr., Stephen Malkmus & The Jicks y Lee Ranaldo, todas figuras que dejaron su impronta hace dos décadas atrás (o más), pero cuya influencia es difícilmente discutible en la actualidad. Era entonces el espacio propicio para la revisión  de otra de las tantas las obras cumbres que, en mucho, contribuyó a fraguar el boom alternativo de la primera mitad de los noventa tal como lo conocemos; Last splash (4AD / Elektra, 1993) revisitado por sus responsables, The Breeders.

14

Y la noche del sábado se mostraba auspiciosa para dar rienda suelta a la emoción: el horario de salida de la banda –cerca de la medianoche– daba pie para una previa de aquellas. Así lo demostró el lleno total de la sala, con un público entregado al goce (en general con varias cervezas en el cuerpo) y a la militancia. Mal que mal, era necesario estar a la altura de una  celebración por partida doble: los 20 años de un disco clásico y los 10 años de la recordada y única visita de la banda de las hermanas Kim y Kelly Deal (voces y guitarras) a nuestro país.

10

Una re–interpretación que resultó exhaustiva y generosa, en la que todos se la pasaron en grande. Las gemelas luciendo sus emblemáticas sonrisas, contraste perfecto para el serio estoicismo de la bajista británica Josephine Wiggs (algo así como una versión femenina de John Entwistle de The Who). Junto a Jim McPerson (batería) y Carrie Bradley (coros, violín y teclados) repasaron con contundencia aquel cancionero infalible y generacional, donde tiene cabida el rock más aguerrido (“New year”) como los hits melódicos y de voces inconfundibles (“Cannonbal”, “Saints” o “No aloha”).

18

Una vez terminado tocar completo su disco –se me había olvidado lo grande que era en su mezcla entre canción pop perfecta y guitarras implacables–, y luego de un breve descanso, continuaron en escena destilando canciones de su primera referencia Pod (4AD, 1990) e incluso atacando una estupenda versión de “Happines is a warm gun” de The Beatles.

03

Cerca de hora y media de show y luego de otro bis con “Shocker in gloomtown” y “Don’t call home”,  las Deal y los suyos se fueron casi pidiéndole disculpas a  la fanaticada por tener que despedirse. Una actitud  distintiva y entrañable en su dimensión de anti-estrellas, que se corona con la incondicionalidad de su fans, los que indudablemente se replegaron con la  mejor de las sensaciones.

Incluso hubo por ahí quien dijo afuera del local “a estas alturas prefiero a Kim tocando en The Breeders que en The Pixies”.  Parece que estoy de acuerdo.

01

02

04

06

07

11

12

13

15

16

17

19

20

21

22