En el marco de su venida a Chile el próximo 24 de noviembre en el Festival Primavera Fauna, desde Manchester, Nicolás Cortés nos cuenta los detalles de un reciente show de The Walkmen en The Ritz, el pasado 30 de octubre.

Fotos de Nicolás Cortés

The Walkmen se caracterizan por un sonido pulcro y elegante y así es también su presentación, sin mucha parafernalia ni desplante audiovisual, sólo un bello y sencillo juego de luces que refiere a un cabaret. Muy acorde por lo demás con el recinto en el que se presentaron, The Ritz en Manchester.

La velada comenzó con Wild Nothing, quienes los acompañan en esta gira y que se encuentran presentando su reciente publicación Nocturne. Muy acertada la combinación de ambas bandas ya que Wild Nothing apuesta a públicos similares a The Walkmen, con un pop de reminiscencias ochenteras. Si bien Jack Tatum, el líder de la banda, no es la persona más carismática sobre un escenario, de todas formas logra preparar la velada.

Media hora después, The Walkmen hace ingreso al escenario para dejarlo todo. Los muchachos se visten de impecables trajes y comienzan lentamente a subir los ánimos introduciéndonos con la sutil balada “Dreamboat” que curiosamente cierra su alabado nuevo álbum Heaven, excelente elección para abrir un concierto.

No pasa de la segunda canción para que la banda presione el acelerador. El ambiente se enciende con una potente versión de “The love you love”. Hamilton Leithauser comienza a traspirar con cada palabra y no parará por el resto de la noche. Los demás caminantes no se quedarán atrás. De pronto el frío de la noche mancuniana se queda fuera y el recinto se empieza a transformar en un horno.

Es impresionante como The Walkmen funciona como banda. Cada uno de los integrantes tiene su espacio para demostrarnos las singularidades del sonido del grupo. Especial mención me merece el baterista, Matt Barick, ya que hasta en las canciones más tranquilas no deja de transmitir una potencia y un ritmo hipnotizante.

El concierto continúa con “Heartbreaker”, otro gran tema de Heaven y favorito de la audiencia presente. Luego dejan espacio para temas de sus discos anteriores: “Blue as your blood” y “Angela surf city” de Lisbon (2010) y “On the water” e “In the new year” de You & me (2008).

Recién en la mitad del concierto Hamilton se detiene unos segundos para agradecer y contar la anécdota de la primera vez que estuvo en Manchester, 10 años atrás. En aquella oportunidad el show de su naciente banda era súbitamente cancelado dejando sus ánimos por el suelo. The Walkmen es grupo persistente y se nota en la evolución de sus trabajos editados. Por la misma razón, muchos de los temas de Heaven hacen alusión a esa fuerza que los mantiene unidos, pese a lo mucho que les ha costado consolidarse como banda.

El show sigue y comienzan a pasar temas de todos sus discos pero el que de verdad logra la cumbre es “The rat de Bows + Arrows (2004), uno de sus primeros éxitos. Creo que no había nadie que no coreara la canción. El recinto casi se vino abajo.

Para terminar, Leithauser y los suyos se despiden con el tema que da título a su último disco, para seguir con “We can’t be beat”, fiel reflejo del espíritu de la banda y que deja de manifiesto el triunfo de The Walkmen. Si bien tal vez nunca sean un grupo de masas y tengan que estar luchando constantemente por mantener unidos tanto a ellos como a sus seguidores, al menos nunca serán derrotados. Eso es seguro.

La banda se retira pero no pasa mucho para que vuelvan y cierren el concierto de forma redonda. Hamilton aprovecha la oportunidad y desciende del escenario para saludar al público. Todos corremos a abrazarlo y felicitarlo. Con eso verificamos que el sudor dejado arriba e impregnado en su elegante chaqueta es 100% real. Aplausos.