Festival Neutral 2015
Diosque + Coiffeur + Gepe @ Teatro Cariola
Jueves 30 de julio

Fotos: Rodrigo Ferrari (mira todas las fotos acá)

Diosque + Coiffeur

De negro entero y un sombrero que tapaba su pelo teñido rubio salió el tucumano a mostrar su último y brillante disco Constante. Lamentablemente la voz de Diosque apenas pudo nivelarse con la banda de apoyo, perdiéndose en varias de las canciones. Sin embargo, logró lucirse de alguna manera este electropop a ratos triste, a ratos bailable con sus estupendos pasos y movimientos en inolvidables canciones como “Una naranja” o “Bronceado”.

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Coiffeur partió por el final, con las canciones de su último trabajo, mientras que su guitarra de palo hacía guiños para los fanáticos acérrimos de sus inicios como cantautor rabioso y romántico. El argentino y su banda (compuesta en esta ocasión por Carolina Espinoza y Julio Quiroz) se tomaron el escenario con capas de superhéroes imaginarios en blanco y negro, luciendo perfecto. Con el sonido ahora a la perfección, se escucha su voz nasal inconfundible e inmutable en el electropop de “Damero” o “Guarida”. Como Diosque, Coiffeur se entretiene bailando, suelto de cuerpo, y hermosas líneas melódicas. La performance es ahora completa. A modo de paréntesis, se acuerda de la guitarra e interpreta sin banda “Mala suerte” de su disco No es y retroceden casi nueve años al momento en que se presentó en la segunda edición de Neutral en el Cine Arte Alameda a fines del 2006. Solo que ahora todos se saben la canción de memoria.

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Gepe: La inmortalidad de Gepinto

De pronto, escuchar Gepinto de principio a fin fue un oasis. Es entender por qué queremos tanto a Gepe y porqué definió nuestro paisaje musical chileno de estos últimos 10 años (y más si contamos a Taller Dejao y su EP debut 5 x 5), cuando hablamos del indie pop local, como el nombre más fuerte y claro. La serenidad y holgura con que se tomó el escenario fue maravilloso. Pura humildad derrochada, para aquellos que piensen que ahora es divo. La canción que no cansa jamás “La enfermedad de los ojos” inició este inolvidable concierto mientras los fans de las primeras filas soltaron globos de colores; y la banda sonaba detrás como reloj, así como el disco, pero mejor todavía.

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Al introducir “Namás” contó que la grabó en cuatro ocasiones distintas, pero dan ganas de que la versión que tocó esta noche fuera la quinta, por la seguridad de su voz, y por escucharla nuevamente en el contexto al que pertenece. También se lució la rapidez en la guitarra y su entramado con el folclore local tomando esa tradición en canciones como “Torremolinos” con puentes melódicos dirigidos a varios destinos, y que luego sigue en la misma frencuencia con “Vacaciones”. No queda más que contemplar, y transportarse 10 años y quedarse ahí, rindiéndose. “Sostenme la cabeza en una mano” repite y repite antes del teclado alegre de “Estilo internacional”. Fue felicidad, nada más que eso.

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