Inbox #45: Murdoc, Betty & Oswald, Pararrayo, Ascensores y Death Valley Girls Felipe Viedmajunio 22, 2016DestacadosInbox0 Comentarios Inbox es una selección de músicos de todas partes del mundo que nos enviaron su material a nuestra bandeja de correo o redes. Escríbenos a [email protected]. Selección por Felipe Viedma. MURDOC MURDOC es el proyecto personal de Bernie Sánchez, músico barcelonés que nos trae el disco Deprimix, placalt, malin, una colección de canciones de difícil clasificación. Compuesto y grabado en la más estricta soledad, donde psicodelia, folk, garage y electrónica se dan de la mano en un compendio brutalmente personal, de extrañas pinceladas musicales. Betty & Oswald Después del éxito alcanzado en una gira por su natal Australia y el lanzamiento de su single debut “King of bohemia” hace más de un año, el dúo de Sydney Betty & Oswald nos trae “Schmuck”, su ultimo single al que definen como “un homenaje a lo extraño y hermoso” El sonido de los australianos, a medio camino entre el indie pop y la psicodelia, es similar al de bandas como Foxygen o Unknown Mortal Orchestra. Pararrayo A nuestro Inbox llega la propuesta de los argentinos Iván Caplan y Julio Nusdeo quienes forman el dúo Pararrayo y están presentando su EP Post-carnicería lanzado en marzo pasado y que consta de 4 tracks de “ambient punk” abrasivo y que recuerda un poco el sonido de bandas como Suicide o This Heat. Post-Carnicería by Pararrayo Ascensores También desde el otro lado de la cordillera, esta vez desde Córdoba, el corazón de Argentina llega Ascensores, el proyecto de Juan Pablo Lisi, quien esta presentando su disco debut homónimo, “después de dos años de incubación y toda una vida de gestación”. Ascensores forja su sonido con elementos del pop, funk e indie con un agregado de pasajes espaciales y electrónicos. Ascensores by Ascensores Death Valley Girls Las californianas Death Valley Girls acaban de lanzar su segundo disco Glow in the dark a través del sello Burger Records. La banda de proto punk garajero basa su filosofía en el lema “Everybody’s gotta be in a gang,” que sacaron del film sexploitation “Switchblade sisters” de 1975. “Piensen en Death Valley Girls como un experimento de ciencia tripeado que ha sido enterrado vivo y resucitado como una pandilla distopica sexualmente liberada”