adidas Originals y NDM presentan Yo Escucho, sección en la que cada semana le pedimos a un personaje que comparta con Super 45 sus audiciones y nos cuente algo sobre ellas. Esta semana invitamos al escritor y periodista Diego Zúñiga.

Una de las voces más reconocidas entre los narradores jóvenes es la de Diego Zúñiga (Iquique, 1987), autor de las celebradas novelas Camanchaca (La Calabaza del Diablo, 2009/ Mondadori, 2012) y Racimo (Penguin Random House, 2014), esta última inspirada en el caso del sicópata de Alto Hospicio. Futbolero y cruzado, además firmó Soy de Católica (Lolita Editores, 2014), con historias y recuerdos de su amor por el más noble equipo del fútbol chileno y actual campeón, Universidad Católica.

En estos días ultima los detalles para la publicación, en julio próximo, de Niños héroes, un conjunto de diez cuentos que editará Literatura Random House, pero hoy mismo se pueden leer los artículos, entrevistas y críticas que escribe semanalmente para las secciones “Cultura” y “Guía del ocio” de la revista Qué Pasa sobre música, series, libros y artes visuales.

Elliott Smith – “Waltz #2” (1998)

No recuerdo cómo llegué a escuchar a Elliott Smith —probablemente alguna recomendación de un buen amigo—, pero sí sé que de ahí no volví a salir. Me parece un tipo que viene de un lugar imposible de describir, muy hábil con la guitarra y con un mundo interior —no sé de qué otra manera describirlo— más grande que la vida. “Waltz #2” es una de sus canciones más hermosas y más tristes, lo que no es poco decir de alguien que dedicó su corta vida a escribir y componer muchas, muchísimas, canciones hermosas y tristes.

Sufjan Stevens – Carrie & Lowell (2015)

Vi a Sufjan Stevens tocar este disco en vivo, el año pasado, en Madrid, cuando cerraba su gira europea, y el silencio que había en ese teatro es imposible de olvidar. Podríamos haber estado en silencio tres, cuatro, cinco horas escuchándolo, conmovidos. La historia que hay detrás del disco es muy dolorosa, pero lo realmente valioso es lo que hizo Sufjan Stevens con ella. Quién sabe cómo convirtió todo eso en once canciones tan especiales.

Alex Anwandter – Amiga (2016)

Las primeras cuatro canciones de este disco son impresionantes. Después, Amiga plantea otras búsquedas estéticas que me parecen interesantes —me gusta mucho lo que hace en “Intentarlo todo de nuevo”—, pero el inicio del disco es brutal, como también lo era el Odisea (2010). Anwandter sabe perfectamente cómo hacer canciones que se te queden pegadas, pero además ha complejizado cada vez más la composición. Me parece que su trabajo es uno de los más interesantes y arriesgado entre los cantantes de su generación.

Antony and the Johnsons – “Fistful of love” (2005)

A veces pienso por quién pagaría mucho dinero por ver en vivo. En esa lista imaginaria —donde estarían Leonard Cohen, Bon Iver, Micah P. Hinson o Nina Simone, si es que pudiéramos revivirla—, el primer nombre es Antony and the Johnsons. La voz, las texturas y la intensidad de sus canciones me parecen únicas. Y este tema, particularmente, me gusta mucho: la aparición de Lou Reed, la explosión de la voz de Antony y la canción que termina muy arriba. Un lujo.

Niños del Cerro versionando a Miguel Bosé – “Si tú no vuelves” (2016)

Hace un tiempo reporteé para Qué Pasa acerca de las nuevas bandas de pop chilenas, a propósito del compilado NMC: Pop de guitarras, y me sorprendió esta nueva escena. No sólo por el nivel de muchas de estas bandas —y otras que no están en el compilado—, sino porque era una escena que estaba muy armada, con gente escribiendo sobre estos grupos desde hace años en blogs, en medios como éste, con tocatas en distintos lugares de Santiago, con sellos nuevos, con un público pequeño, por ahora, pero muy fiel y curioso. Fue sorprendente descubrir todo esto, tarde, claro, pero me dio alegría saber que había una generación de recambio tan fuerte y con otras búsquedas musicales. Entre estos grupos, el trabajo de Niños del Cerro me parece importante y creo que la escena se resume, en muchos sentidos, en este cover que hacen de Miguel Bosé. Esto es pop, pero sobre todo esto es intensidad.