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Sin meter mucho ruido, el alemán Sascha Ring (Apparat) está tejiendo una de las carreras más interesantes en el mundo de la electrónica contemporánea. Posiblemente el recuerdo más inmediato sea el excelente trabajo junto con Ellen Alien en Orchestra Of Bubbles (BPitch Control, 2006), donde su precisión e inteligencia quedaban en evidencia. Pero son sus trabajos en solitario son los que han despertado mayor interés: tal fue el caso de Duplex (Shitkatapult, 2003), el cual mostraba al Apparat de bits y ruidos experimentales muy cercano a la Intelligent dance music (IDM) de referentes como Aphex Twin o Telefon Tel Aviv.

A lo largo de siete años de carrera, este co – fundador del sello Shitkatapult acumula una buena cantidad de EP’s. Entre los más destacados, encontramos a Silizium (Shitkatapult, 2005), donde explotó una veta más ambiental, minimalista e íntima, cercana incluso al electro – soul. Al contrario, Berlin.Montreal.TelAviv Live (Shitkatapult, 2006) lo ubicó en un límite vertiginoso entre el techno –dance y la electrónica más cerebral.

Buena parte de esta revisión se debe a que su nuevo trabajo, Walls, es la acumulación de todo ese background acumulado durante los últimos tres años. Por eso, es posible encontrar canciones con esa médula IDM que a ratos, es combinada por melodías electropop y minimal techno cercanas a su trabajo hecho con Ellen Alien. Sus texturas son, en ocasiones, sucias y ruidosas pero dan paso a limpios y claros beats que se entrelazan con un juego instrumental necesario y elocuente.

El dominio de estas mezclas es, sin lugar a dudas, una de las cosas más rescatables de esta producción. A pesar de todo ese desordenado conjunto de capas sonoras, Apparat logra salir al paso con virtuosismo y síntesis. Por lo mismo, Walls evoca ciertos trazos melancólicos como por ejemplo en ‘Fractales Pt.1’ y ‘2’, donde una ambiental y ruidosa bruma se cierne en los oídos y es disipada con una guitarra angular y los acordes de un lánguido piano. ‘Birds’ y ‘Over and Over’ son piezas realmente delicadas, hermosas y sensibles, de ambientes crepusculares al igual que ‘Arcadia’, cantada por el mismo Sascha; por otro lado, ‘You Don´t Know Me’, ‘Headup’ y ‘Not a Number’, se suspenden en ese almidonado cielo minimal de arreglos finos y etéreos perfectos.

Walls maneja ese grado un grado de complejidad que sólo Apparat es capaz de sostener, sin miedo a la experimentación y búsqueda de nuevos sonidos que, de seguro, seguirán alimentando sus próximos y esenciales trabajos.