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Vaya nombrecito que se puso éste sueco. En realidad, ASS son las iniciales de Andreas Söderström Solo y afortunadamente no suena como el ídem. Todo lo contrario, se trata de un proyecto personal bastante interesante de un multinstrumentista quien ya va en su segunda placa editada.

En composiciones basadas en su excelente dominio de la guitarra acústica, ASS desarrolla un trabajo de corte folk que denota influencias de músicos similares, como John Fahey o nuestro conocido José González. Por más de una década viene siendo partícipe de la escena musical sueca, con colaboraciones a grupos amigos como Tape, Blood Music, Taken by Trees y Jenny Wilson. Eso habla bien del proceso de madurez que ha pasado y que se vuelca en este nuevo álbum.

En diez temas de cuidadoso trato, Söderström desliza matices melancólicos en los instrumentales iniciales, que desnudan el talento que posee con las cuerdas. Es música para ermitaños taciturnos, y si eres uno de ellos, empatizas desde el comienzo con esta propuesta. El desierto, la montaña, un valle o un viaje en la carretera por la tarde son los ambientes adecuados para imaginar esta música como fondo. Recién en el quinto track “Wheels and wings” canta con suavidad acompañado de vientos que refuerzan la nota nostálgica que parece querer mostrar. En “Back to the old ways” se atreve a desviarse un resto de la línea general al introducir trucos propios de la vieja psicodelia, como esas cintas tocadas al revés. El tono folk y las piezas instrumentales retornan a continuación en “You think you’re ugly, but you’re not” y luego consigue una notable composición minimal con “It only take minutes” y la repetición de patrones que la constituyen y que le da, sin embargo, un flujo libre como vuelo. El cierre más sombrío con “Vertical spar” es el corolario perfecto para una destacada obra de raíces costumbristas y que en base a lo simple y sin aventurarse en demasía con producciones pomposas logra una sobriedad y solidez que se agradece y disfruta.