Publicado originalmente en 2002.

Beck Hansen vuelve a borrar con el codo lo que escribe con la mano. Así como en 1998 editó el introspectivo Mutations como reacción al exitoso Odelay, ahora publica un disco que parece haber sido escrito en las antípodas de Midnite vultures de 1999 (ese en donde Beck parecía la reencarnación de Prince).

Sea change ubica a Beck en su mejor faceta de songwriter y lo devuelve a sus raíces cuando fagocitaba de igual manera hip hop de la costa oeste y música folk de la Norteamérica más profunda. Pero el músico que alguna vez escribió que ver MTV le daba ganas de fumar crack ha madurado y adoptado la posición contemplativa de un Neil Young o Bob Dylan. Sea change es un disco a veces íntimo, a veces grandilocuente pero cuyos derroteros parecen que resulta más cómodos a Beck que sus ardores funk.

Atención con el tema “Paper tiger” en que se realiza un sutil homenaje a Serge Gainsbourg y su hotel particular.