El debut de Best Coast es un disco que, más allá de una portada extraordinaria, ejemplifica el eterno retorno. Las guitarras, acalladas durante la última década por la fiebre ochentera, renacen aquí con la frescura de la espuma del mar en un día de sol, y los temas playeros de estos californianos, enriquecidos con un buen pedal de distorsión e historias dignas del diario de una adolescente, muestran un sonido sucio y pop, con un toque edulcorado en las melodías surf.

Con Crazy for you, Best Coast le dice adiós a los teclados y da la bienvenida a las cálidas texturas de amplificadores a tubos. Si bien los de California le deben mucho a coterráneos como Beach Boys, en su música es posible encontrar cercanía con la estética noise pop cultivada en los noventa, y la baja fidelidad de sus canciones logra un impacto directo y humano, donde subyace un rock primitivo e intenso alternado con pasajes dulces, en una combinación explosiva.

Las historias que narra Bethany Cosentino, la compositora de la banda, son escritas desde una óptica que obvia lo complejo para centrarse en aspectos básicos de una relación: el deseo, la compañía, el divertirse juntos, el extrañarse. Esta inocencia le da todo su encanto a las letras de Crazy for you, y convierte los temas en hits instantáneos, porque contienen las palabras que cualquiera quisiera escuchar. “Te deseo tanto”, “estoy loca por ti”, “te extraño tanto”, “sólo quiero decirte que siempre te he amado” son algunas de las frases que Cosentino repite una y otra vez, cuando no declama que quiere un novio. Resulta graciosa y, por cierto, conmovedora su inseguridad, propia de un tiempo que se añora con cariño.

Hay algo perdido que reside aquí. La magia de los discos clásicos de Yo La Tengo (Painful, Electr-o-pura), del primero de Weezer, Madder Rose, Bettie Serveert o incluso Hole; y toda una generación de bandas que, con referentes como Pixies y Galaxie 500, hicieron crecer los catálogos de casas como Matador, Sub Pop y Slumberland. En resumen, lo que se conoció en primera instancia como “indie rock”. Crazy for you logra esa quintaesencia, donde ruido y sensibilidad se entienden perfecto, del mismo modo que entrega y contención, humor y complicidad. Best Coast ha encontrado un tesoro gracias a un mapa extraviado hace veinte años.